19/12/2023 (Ciudad de México). Organizaciones de la sociedad civil piden a México que contra demande a Estados Unidos, en el marco del Panel de Controversias sobre maíz genéticamente modificado, del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Las organizaciones señalan que México no ha recibido los beneficios pactados en el T-MEC, debido a la ausencia de estudios científicos que garanticen que estos granos genéticamente modificados no representan riesgos o daños para el consumo humano.

La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC, A.C.), el colectivo Demanda Colectiva Maíz y la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País (CNSMNHP) denunciaron que ni el gobierno estadounidense, ni la industria de biotecnología ni la academia han realizado estudios científicos, análisis o evaluación de riesgos que midan efectivamente los impactos y efectos sanitarios de la ingesta de este alimento.

Las organizaciones en conjunto señalaron que Estados Unidos ha incumplido con los beneficios que prevé el T-MEC, principalmente con la garantía de inocuidad y no daño.

En entrevista con De Raíz, Víctor Manuel Chima Ortiz, integrante de la Campaña Nacional campaña nacional Sin Maíz No Hay País, sostuvo que Estados Unidos tendría que cumplir con presentar estudios y análisis de riesgos sobre el maíz transgénico, pero no lo ha hecho y lo que ha presentado más bien son estudios tomando en cuenta las características de la población estadounidense.

“Es muy grave porque Estados Unidos no tiene las mismas características ni los mismos índices de ingesta de maíz en su alimentación diaria. En México la alimentación básica es el maíz. Además el maíz no sólo está presente en la alimentación mexicana, sino que también es parte identitaria de muchas culturas,” recordó.

El activista sostuvo que además se pide que México exiga una “indemnización” a Estados Unidos por no haber garantizado precisamente los beneficios de inocuidad y no daño.

Esta discusión y exigencia se da en el marco del Panel de Controversias del T-MEC que solicitó el país vecino en agosto de este 2023 ante el decreto que emitió el presidente Andrés Manuel López Obrador para prohibir el uso de maíz transgénico para consumo humano, como masa, harina o tortilla, y confirmó que el uso de glifosato será eliminado en el año 2024.

Víctor Manuel Chima al respecto destacó la voluntad política sobre este tema, lo que ha impactado para que hayan avances en la prohibición de glifosato y maíz transgénico. Sin embargo, afirma, el poder económico ha buscado obstaculizar los esfuerzos y acciones.

“Las empresas hacen un cabildeo impresionante, tienen recursos para difusión, para hacerlo mediático, para posicionar sus mensajes, y pues sí, es una lucha desigual. Pero de que hay voluntad política en esta administración actual, sí la hay, pero hay que considerar esos obstáculos que todavía no es posible desarticular al interior, pero también en Estados Unidos” señaló Chima.

Recordó que en septiembre de este año el juzgado décimo segundo de distrito en materia civil, a cargo de Víctor Miguel Bravo Melgoza, emitió un fallo a favor de la agroindustria para sembrar maíz transgénico en México

Este fallo fue dado a conocer el 29 de septiembre, en el marco del Día Nacional del Maíz, aunque no tuvo aplicación gracias a que en el año 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó una medida cautelar que impide la siembra comercial de maíz genéticamente modificado en México mientras se mantenga el juicio.

El gobierno de Estados Unidos alega que el decreto presidencial mexicano viola sus compromisos en el T-MEC, que entró en vigor desde 2020. En contraste, desde Palacio Nacional aseguran que su política se basa en estudios científicos y que no viola los acuerdos comerciales.

En agosto, y tras meses de consultas en el marco del T-MEC, Estados Unidos llevó su disputa con México al panel que deberá resolver sobre este tema el próximo año. El mecanismo será quien determine si las restricciones incumplen o no con el acuerdo comercial entre ambas naciones.

México es el mayor socio comercial de Estados Unidos con respecto a la compra de maíz: cada año compra este grano por un monto de 5 mil millones de dólares. El grano que adquiere es el amarillo genéticamente modificado, que se utiliza para alimentar al ganado.

Sin embargo, al cierre de 2023, México rompió un récord en las importaciones de granos, pero sólo en maíz, las compras aumentaron en 16.9% en relación al año pasado, con alrededor de 18.2 millones de toneladas, según reportó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

El valor de las compras registró un incremento de 7.6% con respecto al año 2022, al pasar de 4 mil 989 millones de dólares a 5 mil 366 millones de dólares, mientras que el volumen de las compras pasó de 15.6 millones de toneladas a 18.2 millones, indicó el GCMA.