16/10/2023 (Ciudad de México). Alumnas de la Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), denunciaron a su compañero Diego N por difundir imágenes alteradas con inteligencia artificial para hacerlas pasar como si estuvieran desnudas con la finalidad de comercializarlas.
En respuesta, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGCDMX) inició una carpeta de investigación en contra del alumno, que tendría en su poder hasta 50 mil fotografías de esta naturaleza, afectando con ello a más de mil alumnas. Según la denuncia, el joven habría tomado las imágenes de redes sociales, para posteriormente manipularlas mediante un software, haciéndolas pasar por contenido erótico y comercializándolas mediante grupos de Telegram y otras redes sociales.
Desde el pasado 6 de octubre, las jóvenes denunciantes habrían encontrado el iPad de su compañero y, con ello, más de 50 mil imágenes con contenido sexual alteradas. Ante ello, constituyeron la Primer Asamblea Colectiva de Lucha para el Acceso a la Justicia sobre los actos de Violencia Digital del Politécnico, que ha estado acompañando a las alumnas en el procedimiento judicial en contra de Diego N.
Sin embargo, las ocho estudiantes denunciaron que sufrieron revictimización cuando acudieron al Ministerio Público (MP) a levantar la denuncia. En aquel momento, señalan las estudiantes, el MP argumentó que no había delito que perseguir pues dentro del contenido del iPad de Diego no se encontraba ninguna foto de sus compañeras, dejándolo en libertad.
Debido a ello, este 12 de octubre, la FGCDMX instruyó a la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales que otorgara medidas de protección a fin de poder iniciar el procedimiento conforme la normativa vigente. Además, la Policía Cibernética de la Policía de Investigación (PDI) revisará los dispositivos del joven para indagar sobre las imágenes que tendría en su poder.
Este tipo de acciones son consideradas como violencia digital debido a que atentan contra la dignidad, integridad y privacidad de las mujeres y su castigo está respaldado en la llamada “Ley Olimpia”.
La “Ley Olimpia” se trata de un conjunto de reformas que reconocen y tipifican la violencia digital como un delito. A nivel federal, los cambios de esta iniciativa se asentaron en el Código Penal y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Dentro de los actos catalogados como violencia se encuentran la producción y la distribución de contenido sexual o íntimo sin el consentimiento de las o los implicados, sea este contenido real o alterado.
Esta ley se conoce así debido a Olimpia Coral Melo, una joven originaria de la Huachinango, Puebla, quien en 2012 fue víctima de acoso digital luego de que su expareja difundiera un video erótico de ella sin su consentimiento. A pesar de acudir a denunciar el hecho, las autoridades la ignoraron y revictimizaron debido a que el delito no estaba tipificado.
Dos años después, con apenas 19 años, Olimpia inició un movimiento que impulsó una reforma que permitió, por primera vez, judicializar los casos de violencia digital como la que ella sufrió. A nivel federal, la Ley Olimpia fue aprobada en 2021, aunque ya se había aprobado desde 2020 en Ciudad de México.
Al integrarse a una ley general, las entidades federativas tienen la obligación de regular en la materia, por lo que actualmente todas las entidades integraron a sus leyes y códigos penales las modificaciones necesarias para judicializar los casos de violencia digital. Querétaro fue la última entidad en aprobarla, apenas el pasado 11 de octubre.
La reforma representó una innovación en materia de regulación de la violencia digital, al ser parteaguas para que en otros países del continente se comenzaran a desarrollar iniciativas similares, como en Estados Unidos, Argentina, Honduras, Ecuador, entre otros. En ese sentido, la Ley Olimpia también permitió que en México exista desde 2021 una legislación que judicialice casos que apenas recientemente se comiencen a observar públicamente como problemas, tales como la alteración de imágenes con inteligencia artificial con fines de explotación sexual.
Desde el pasado 11 de octubre, Olimpia Coral ofreció a las estudiantes del IPN su acompañamiento para seguir con el procedimiento judicial. Esto luego de que las alumnas afectadas hayan realizado una manifestación afuera del Canal 11 del IPN para denunciar y visibilizar el caso y la revictimización que sufrieron por las autoridades.