31/08/2023 (Ciudad de México). En el último mes ha causado mucho revuelo y oposición, en sectores conservadores y empresariales, el tema de los nuevos Libros de Texto Gratuitos. Se ha dicho que estos materiales buscan “inyectar el virus del comunismo”, que “hipersexualiza” o que promueven “crímenes como el secuestro”. Estos sectores incluso han promovido la campaña “con los niños no”, para aglutinar a las voces que buscan defender el estatus status quo en materia de educación y evitar, a toda costa, la salida del proyecto educativo neoliberal, implementado en México desde hace más de 30 años.
Dichos materiales son un elemento de la política educativa de la Cuarta Transformación (4T), sustentada en el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), la cual es una apuesta político-pedagógica que promueve la transformación de la sociedad y construcción de ciudadanías críticas, participativas, que profundicen un cambio cultural y moral, bajo el concepto de aprender a aprender, adaptación a los cambios y aprendizaje permanente.
Desde hace 30 años, en nuestro país, el eje rector de la política educativa ha sido el neoliberalismo, en el cual se dedicaron muchos recursos para facultar a la población para el empleo y las necesidades del mercado, a través de la promoción de valores empresariales en los planes de estudio. Se promovió la función técnica de la educación (tecnificación de la educación), en donde no se ha reducido la desigualdad social, por el contrario, se han profundizado las inequidades económicas y sociales.
Los sectores empresariales y conservadores del país buscan tergiversar la apuesta de la NEM, porque busca una recuperación de las voces y de los saberes de la comunidad, así como una transformación en las expectativas respecto a lo que el estudiantado busca de la escuela.
Para la NEM es indispensable recuperar el sentido de la educación pública y fortalecer vínculos con la comunidad y no con el empresariado. En el modelo educativo neoliberal, se acrecentó la separación entre la vida escolar y la realidad cotidiana del alumnado y sus familias. Por lo que ahora la NEM busca desarrollar capacidades de pensamiento, comprensión y aplicación de conocimiento a situaciones de la vida cotidiana y que trascienden en la vida comunitaria.
Los principios de la apuesta político-pedagógica de la Nueva Escuela Mexicana se encuentran concentrados en el fomento de la identidad con México; en la responsabilidad ciudadana hacia valores como la conciencia social, honestidad, respeto, justicia, solidaridad, reciprocidad, lealtad, libertad y equidad; respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente; y promoción de la cultura de la paz y la interculturalidad.
Sin lugar a duda, el acento de la NEM está puesto en el principio de participación en la transformación de la sociedad. Esta apuesta entiende que el sentido social de la educación implica una dimensión ética y política de la escuela, por lo que se busca educar personas críticas, participativas y activas que procuren procesos de transformación por la vía de la innovación, además busca la creación de iniciativas de producción que mejoren la calidad de vida y el bienestar.
La Nueva Escuela Mexicana busca la conducción de perfiles de estudiantes, entendidos como sujetos de cambio político, para la transformación y el bienestar. Se busca que con los conocimientos y capacidades que desarrolle el estudiantado sean capaces de promover la transformación de la sociedad, en búsqueda del bienestar de la comunidad, que se combata la desigualdad en todos los ámbitos con los saberes, habilidades y herramientas obtenidas en la educación.
Finalmente y no por ello menos importante, la propuesta de la NEM también está orientada a la revalorización del magisterio, sector históricamente golpeado por las políticas educativas neoliberales. Dicha revalorización se establece a través de esquemas de actualización y capacitación, que recuperen las preocupaciones pedagógicas y necesidades prácticas de los docentes. Esta propuesta se dirige a los colectivos magisteriales de escuela, con el propósito de generar visiones comunes y proyectos compartidos, que permitan la creación de comunidades de aprendizaje.
En suma, la Nueva Escuela Mexicana apuesta por la construcción de estudiantes que sean sujetos de cambio político y social, a través de un nuevo paradigma que rompe con la tradición pedagógica que había seguido el país en los últimos 30 años. Así mismo se coloca a la comunidad en el centro como postura política y educadora, además de revalorizar a la docencia al tomar en cuenta sus preocupaciones pedagógicas y necesidades prácticas.