Lilly Téllez, senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), dio a conocer a través de redes sociales que no participará en el proceso interno de la alianza Va por México para elegir a su candidato presidencial de cara a las elecciones de 2024. Téllez, uno de los nombres que sonaba más fuerte en el sector opositor para disputar los comicios a Morena, argumenta que “el método, así como se ha planteado, no garantiza que existan plenas condiciones de equidad entre los aspirantes”.

El lunes, las cúpulas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunciaron el lanzamiento del Frente Amplio por México y su proceso para definir quién será su candidato a la presidencia de cara a los comicios del próximo junio. Ese mismo día, la senadora panista cuestionó la falta de claridad en cuestiones tan importantes como el financiamiento, la fiscalización y transparencia, y compartió a través de redes sociales una lista con 50 preguntas para fortalecer la certeza en el proceso. Ante la falta de respuestas, Téllez tomó su decisión.  “Nos han dejado tan sólo una semana para preparar una elección nacional, algo imposible para una ciudadana sin partido como yo. No se otorga el poder a ciudadanos, sino a quienes movilizan a ciudadanos. No ofrece certidumbre sobre el padrón electoral interno y la forma de recibir y contar los votos. No existen reglas claras sobre el origen y destino del dinero, por lo que no podremos saber qué intereses hay detrás de cada aspirante. El resultado no dependerá de tu voto, sino de factores de decisión que hoy, a una semana del inicio del proceso todavía se desconocen. A dos meses de definir al ganador no hay árbitro, ni lineamientos técnicos ni procedimientos delimitados. Ante estas circunstancias he decidido que no participaré en este proceso.”

Desde la bancada blanquiazul otras voces se han sumado estos días al coro de señalamientos y desconfianza hacia el plan opositor. El también senador Damián Zepeda advirtió durante una entrevista que el proceso interno será una “guerra de estructuras” partidistas, con un punto de partida muy desigual. “¿Cuántos militantes tiene el PRI? Dos millones. ¿Cuántos militantes tiene el PAN? 250 mil. Si el PRI se pone a hacerle la tarea a cuatro o cinco candidatos y les junta las firmas, ese padrón va a ser el que va a votar. No va a ser una elección libre en donde tú puedas convencer a los ciudadanos de que voten por tu proyecto, por tu ideas. Es un listado que tiene una predeterminación”.

La situación de caos y división en la oposición se agrava, aún más, después que el árbitro de la contienda interna al que hace referencia la senadora Lilly Téllez, el Consejo Electoral Ciudadano, anunciara su disolución por diferencias con el método de elección impuesto por las cúpulas partidistas. En un comunicado, sus integrantes señalaron: “En su momento aceptamos participar, a título personal y de forma honoraria, bajo la convicción de privilegiar la pluralidad de visiones el diálogo y, en todo momento, actuar de forma autónoma e independiente. El esquema bajo el cual se llevará el proceso de consulta ha cambiado respecto de lo originalmente planteado, por lo que el grupo original tomó la decisión de disolverse.”



En tan sólo tres días, la fórmula anunciada por la oposición como herramienta para fortalecer la unidad y definir una hoja de ruta ha saltado por los aires la frágil cohesión interna, evidenciando los desencuentros entre los diferentes sectores y sembrando más dudas a las ya existentes tras las últimas derrotas electorales.