12/06/2024 (Ciudad de México). Este domingo 9 de junio en León, Guanajuato, tuvo lugar el homicidio de cuatro mujeres y dos niños en una vecindad de la colonia Industrial, muy cerca del centro de la ciudad. Según las autoridades estatales, el multihomicidio habría ocurrido en un “punto de venta” del narcomenudeo, proliferante en aquella zona de la ciudad.
Según lo narrado por los vecinos, alrededor de las nueve de la noche del domingo, dos hombres armados habrían ingresado a un departamento dentro de la vecindad, disparando a las víctimas, quienes fallecieron inmediatamente como consecuencia de los disparos. Además de cuatro mujeres, fueron asesinados dos menores de edad de tan sólo tres meses y dos años, aproximadamente. Posteriormente, los dos hombres salieron del domicilio y huyeron en una camioneta tipo van.
Los vecinos también han apuntado que, momentos antes del multihomicidio, alrededor de cinco elementos de la Guardia Nacional (GN) ingresaron al inmueble, permaneciendo por unos minutos para salir después. Esto fue corroborado mediante un video de una cámara de seguridad colocada en el lugar. Sin embargo, no se ha aclarado si los elementos de la GN contaban con una orden de cateo o si su ingreso se relaciona con el multihomicidio, por lo que el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, solicitó a los altos mandos de la corporación que investigara el actuar de sus elementos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, respaldó la solicitud del gobernador de Guanajuato durante su conferencia mañanera de este martes 11 de junio, ordenando que se investigue a los elementos y así deslindar responsabilidades. Por otro lado, después del homicidio, autoridades informaron acerca de un “cerco de búsqueda” realizado entre la GN y el Ejército mexicano con el fin de hallar a los presuntos homicidas, sin haber arrojado resultados hasta el momento.
La violencia y la criminalidad son dos fenómenos con los que la población leonesa ha convivido durante ya varios años, sobre todo a raíz de que el noreste del estado de Guanajuato se convirtiera en un punto nodal para el robo de combustible – o “huachicol” –desde inicios de la década pasada. Sin embargo, la violencia en otros municipios aledaños eclipsó mediáticamente el desarrollo del crimen en León.
Así lo describe Vania Jaramillo, periodista local, quien señala cómo, durante muchos años, las noticias asociadas a la violencia en el municipio palidecían ante lo que ocurría en los municipios vecinos atravesados por la violencia: “La situación en Celaya e Irapuato empezó a robar el foco. No podíamos comparar cuatro homicidios en León cuando en Celaya diario ocurrían más de 15”. Vania recuerda que las diferencias no eran solo cuantitativas, sino también cualitativas, pues en otras ciudades de Guanajuato se ha recurrido a medios cada vez más espectaculares para cometer actos violentos, como los artefactos explosivos.
Sin embargo, desde hace aproximadamente tres años, los homicidios comenzaron a incrementarse y la violencia en el municipio volvió a ser tema de interés. Para ejemplificar, entre enero y marzo de este año, 205 de los 610 homicidios dolosos que ocurrieron en el estado tuvieron lugar en León, representando más de la tercera parte del total en una entidad considerada de por sí violenta.
Vania atribuye este incremento de violencia al reacomodo territorial ocurrido luego de la detención en agosto de 2022 de José Antonio Yépez, mejor conocido como “El Marro”, quien fuera el líder del Cartel Santa Rosa de Lima, principal organización criminal operando en la región. De acuerdo con lo que explica Vania, a raíz de la detención de este líder criminal se disolvió gran parte de su organización. Sin embargo, el lugar de Santa Rosa de Lima terminó siendo ocupado por una serie de bandas delictivas vinculadas territorialmente con municipios e, incluso, con colonias urbanas: “a raíz de la detención de El Marro, muchos grupos se desintegraron, pero las mismas cabecillas empezaron a armar otros”, explica Vania.
Si bien estas bandas son conformadas entre exintegrantes del Cártel de El Marro, también recurren al reclutamiento entre la población local, particularmente entre jóvenes. De hecho, Vania explica cómo, durante los últimos años, las pandillas de jóvenes típicas se han visto reducidas o mermadas en la región, pero no porque exista una política efectiva de las autoridades para controlarlas, sino porque han sido desplazadas por las pequeñas células u organizaciones que se encuentran fuertemente armadas.
Al respecto, la periodista plantea la hipótesis de que, muy probablemente, varios de los jóvenes otrora reclutados por las pandillas han comenzado a formar parte de esos nuevos grupos emergentes que, además del narcomenudeo, recurren a prácticas extorsivas para obtener ganancias. Sin embargo, Vania señala que la complejidad de la violencia impide realizar un mapa fiel y estable acerca de la geografía criminal en la región.
Este escenario se complejiza aún más debido a la cercanía que la ciudad tiene con la región de Los Altos de Jalisco –particularmente, con el municipio de Lagos de Moreno–, la cual es caracterizada por la presencia de células criminales vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre otras organizaciones: “todos aquí sabemos que la cercanía con Jalisco es un punto medular, que están los cárteles de Jalisco queriendo ganar los territorios fronterizos con León; aunque también, por supuesto, hay gente de los nuevos grupos”, explica Vania. Para ejemplificar, recuerda cómo hace apenas unas semanas una fosa clandestina con tres cuerpos fue hallada en Barranca de Venaderos, colonia que se encuentra entre el centro de León y Lagos de Moreno.
Al preguntarle abiertamente sobre la relación entre los eventos violentos y las recientes elecciones, Vania aclaró que no pareció que los comicios incentivaran un ambiente de tensión o violencia. Aseguró que, incluso, las coberturas electorales no representaron un problema de seguridad para los periodistas a nivel local, como sí ocurre en otros municipios. Además, la periodista leonesa recordó que, a raíz del asesinato de la candidata morenista de Celaya, Gisela Gaytán, todos los candidatos en la entidad contaron con protección de la GN, lo que pudo haber desincentivado la violencia relacionada a las elecciones.
Por último, Vania narra cómo las autoridades del municipio han presumido una reducción de los delitos de tipo patrimonial, como son el robo a casa habitación o la extorsión. Sin embargo, las cifras oficiales no se corresponden con la realidad, ya que una gran cantidad de la población leonesa es sometida a la extorsión mediante el llamado “cobro de derecho de piso”, principalmente entre negocios pequeños y medianos que operan a nivel local. No obstante, estos actos suelen no ser denunciados, además de que las autoridades locales tienden a lavarse las manos. Esto debido a que, una vez que ocurren los actos de violencia, éstos se asocian de manera automática con el crimen organizado, volviéndolos un asunto de competencia federal.