Desde que comenzó el actual sexenio, la inversión social ha aumentado un 26.6%, y los programas en esta materia se han convertido en prioridad. Con ello se dejó de lado el planteamiento restringido y focalizado de estos.
12/01/2024 (Ciudad de México): Durante la actual administración, una de las principales herramientas utilizadas para redistribuir el ingreso es la ambiciosa política social implementada desde 2019. Ésta surgió con el propósito de ampliar la cantidad de beneficiarios, erradicar la corrupción en su entrega y fortalecer el ingreso de los hogares.
¿Cómo van los Programas para el Bienestar?
De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la Secretaría del Bienestar, hasta 2023 13.9 millones de beneficiarios y derechohabientes contaban con tarjetas del Banco de Bienestar para recibir el apoyo. Además, la inversión registrada en el sexenio es de un billón 640 mil millones 464 mil pesos.
Lo anterior es complementado por la politóloga y escritora, Viridiana Ríos, quien sostiene que la inversión social en su conjunto ha crecido, es decir, el dinero destinado tanto a programas sociales como a diferentes campañas de apoyo a la población ha incrementado en un 26.6%.
Así, población vulnerable ha visto aumentar sus ingresos gracias a programas como la Pensión a Adultos Mayores, que aumentaron un 417% al pasar de $1,160 pesos en 2018 a $6,000 pesos en 2024; y la Pensión de Personas con Discapacidad, que inicialmente no tenía asignado presupuesto al inicio del gobierno contempla ahora un monto de $3,100 pesos.
En sintonía está el campo, que con los apoyos directos llega a 2 millones de productores y 200 mil pescadores. Al tiempo, el gobierno federal ha implementado “el mejor programa de reforestación del mundo”, Sembrando Vida, que ha beneficiado a 445 mil 463 ejidatarios y pequeños propetarios, a través de un millón 113 hectáreas sembradas con mil 150 millones de dólares invertidos.
En los últimos años, la política social en México ha experimentado notables transformaciones bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque se afirma que la inversión social se ha triplicado, es crucial analizar críticamente esta afirmación y explorar la verdadera magnitud de los cambios en los programas sociales implementados durante este periodo.
Por su parte, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha beneficiado con capacitación pagada, correspondiente al monto del salario mínimo, a más de 2.8 millones de personas que se inscribieron, de los cuales un millón 639 mil han sido contratados, significando una inversión aproximada de dos mil 438 millones de pesos.
Sin dejar de lado la educación, se han otorgado 12 millones de becas a estudiantes, registrando una inversión anual de 84 mil millones de pesos, abarcando 31 estados participantes en el sistema “Benito Juárez”.
¿Cuáles son los cambios?
Principalmente, el enfoque de la política social se convirtió en el eje rector del Estado, y en esa medida, el gasto social en su conjunto aumentó un 26.6%.
“Es importante destacar que este aumento no implicó necesariamente una expansión generalizada de los programas sociales. Lo que ocurrió fue un cambio estratégico hacia transferencias en efectivo, modificando la percepción de las personas” según la politóloga y escritora Viridiana Ríos.
Además, se inició el trabajo para construir una estrategia que implemente los programas sociales como iniciativas de cooperación regional para abordar desafíos compartidos y promover el desarrollo sostenible.
Pero ¿Qué han logrado los programas sociales?
Llegar al menos a 20 millones de familias de las 30 existentes en México, según López Obrador, permitió que los hogares aumentaran sus ingresos. De acuerdo con la última medición de la pobreza publicada por el CONEVAL, 5.1 millones de personas salieron de esta condición gracias al aumento en el ingreso de los hogares.
Según el economista y columnista Gerardo Esquivel, si bien el salario mínimo fue la política más determinante, “la inversión social también contribuyó para que el país tuviera la mayor disminución de la pobreza en las últimas décadas”.
Asimismo, la infraestructura creada ante esta expansión de la política social permitió que los apoyos llegaran con mayor rapidez y facilidad a las más de 250 mil familias damnificadas por el Huracán Otis. Todos los Programas para el Bienestar fueron adelantados dos meses por decreto presidencial para que pudieran contar con mayor liquidez.
Además, los programas sociales extendidos a Centroamérica han contribuido a reducir la migración, según una evaluación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la ONU en coordinación con Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID). Los programas extendidos fueron Jóvenes Construyendo el Futuro en Guatemala y El Salvador, y Sembrando Vida en Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y Cuba.
En colaboración con los gobiernos de Honduras y El Salvador, México implementó los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, generando un total de 84 mil 947 empleos entre 2021 y 2022, y disminuyendo la intención de migrar del 52.7% al 7.1%.
¿Cuál es el futuro de los política social?
Hasta el momento, López Obrador ha dado a conocer su intención de plasmar en la Constitución la reducción en la edad para la Pensión a Adultos Mayores y la universalización de la Pensión para Personas con Discapacidad. Esto responde a una medida formal, ya que en la realidad ya se efectúa.
Sin embargo, durante las primeras conferencias del año, el presidente de México señaló que el rumbo a seguir para aquellos herederos de la Cuarta Transformación será elevar todos los programas sociales a derechos constitucionales.
La batalla por la justicia social en México continúa, y la reflexión sobre el pasado y la evaluación constante de los programas sociales son elementos cruciales para el diseño de políticas efectivas en el futuro. En este camino, la sociedad mexicana se enfrenta a desafíos y debates que definirán su rumbo en las próximas décadas.