15/07/2023. Desde el 2014 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, para celebrar y visibilizar la importancia de generar aptitudes a los jóvenes para el empleo, el trabajo decente y el emprendimiento, en un mundo con cada vez más transformaciones tecnológicas, económicas y sociales.

Características de la juventud en México

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020, en México hay 31 millones de personas de entre 15 a 29 años, que representan 25 por ciento del total de la población en el país

En cuanto a empleabilidad, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN), estima una tasa de desocupación de 7 por ciento en la población joven, la cual es una tasa más alta al comparar con la desocupación de la población mayor de 29 años que es de 3 por ciento.

En lo que respecta a asistencia escolar, el Censo 2020 muestra que el 72 por ciento de las personas jóvenes entre 15 a 17 años asisten a la escuela. Mientras que en el grupo de 18 a 23 años un 35.5 por ciento y en el grupo de 24 a 29 años 7.5 por ciento asiste a la escuela.

En cuanto a conectividad, se identificó que el 91 por ciento de las viviendas con una o más personas jóvenes, cuentan con un teléfono celular. 55.3 por ciento tiene acceso a internet y 40.3 por cierto tiene acceso a una computadora, laptop o tablet.

Así mismo, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, 24.9 millones de jóvenes buscaron información en internet sobre educación, investigación y para sus tareas. 3 millones de personas entre 25 a 29 años usaron internet con el fin de capacitarse para el trabajo. Finalmente, se identificó que las redes sociales más usadas por las personas jóvenes son WhatsApp, Facebook, Instagram, Messenger y YouTube.

Importancia del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud

Este año el tema del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud es “Formar a docentes, formadores y a la juventud para un futuro transformador”. Con lo cual se busca evidenciar la importancia que desempeña la docencia, la formación y el papel de las personas educadoras en la preparación de las juventudes para su transición al mercado laboral y en la participación en sus comunidades y sociedades.

Por ello, en De Raíz nos dimos a la tarea de entrevistar al Mtro. Enrique Pérez Reséndiz (@eperez_mx en Twitter), integrante del Seminario de Investigación en Juventud de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud. 

En este sentido, el Mtro Enrique Pérez señaló que “es necesario un reconocimiento del trabajo de las necesidades de integración de la juventud en México y en el mundo porque la juventud es un sector históricamente marginado, invisibilizado y utilizado”

Por otro lado, mencionó que “aun con el decrecimiento poblacional de la juventud desde el año 2015 y la pérdida del bono demográfico las y los jóvenes siguen siendo el sector poblacional más importante y es fundamental reconocerlo como un sector que contribuye a la construcción democrática y desarrollo del país”. En este sentido,  Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) menciona que el término Bono Demográfico hace referencia a una fase en la que el balance entre las edades de una determinada población genera una oportunidad para el desarrollo.

Programa “Jóvenes Construyendo el Futuro

En enero del 2019 arrancó en México el programa Jóvenes Construyendo el Futuro a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Él cual tiene por objeto dar oportunidades de capacitación en el trabajo para jóvenes entre 18 y 29 años que no trabajen ni estudien. 

Este programa se fundamenta en la promoción de la inclusión social y productiva de los jóvenes, para disminuir el desempleo en porción poblacional e incluir al sector privado en las actividades de responsabilidad social para el desarrollo productivo de las juventudes.

A su vez, se espera que con este programa las y los jóvenes adquieran habilidades en un entorno laboral por un periodo máximo de 12 meses. Al momento se reportan como resultado 2 millones 567 mil 261 jóvenes beneficiados. 

En su evaluación sobre este programa, el Mtro. Enrique Pérez, detecta “áreas de oportunidad”. Una de ellas se encuentra en que ve a las juventudes como “aprendices”. Ya que la persona beneficiaria de este proyecto es asignada a una empresa o a una Asociación Civil para aprender las actividades que se desempeñan en éstas. “Bajo este enfoque no termina de verse a la juventud como personas sujetas plenas de derecho y se les sigue observando como aprendices, es decir se les trata como sujetos incompletos y tutelados”, preciso el investigador. 

Dando un paso más, Pérez señaló que es necesario transitar de “una visión de necesidades hacia una con enfoque de derechos, dónde se reconozca la diversidad juvenil como sujeta plena de derecho y no solo tutelados”.

No sólo es tema de inserción, si no de acompañamiento en el cumplimiento de objetivos del Programa. Enrique Pérez mencionó que se debe incluir en la discusión de programas y políticas públicas dirigidas a la juventud, “el seguimiento en materia de cumplimiento de los objetivos del proyecto, ya que, paradójicamente, ésta es la generación más preparada con mayores niveles educativos, pero con escasas oportunidades de inserción laboral y las que se dan son bajo condiciones muy precarias.”

También es importante incluir más enfoques en materia de política pública. Al ser cuestionado sobre la relación que guardan las juventudes con otros enfoques, el académico del Seminario de Investigación en Juventud mencionó que “son necesarios días como estos para visibilizar las perspectivas juveniles”. Añadió que incluir estas perspectivas “genera puentes de trabajo con otros sectores, como el gubernamental”, dicha inclusión debe ser “en escalada, desde el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas y programas gubernamentales”.

A manera de conclusión, el académico mencionó que “en el actual enfoque no se diseñan programas o políticas públicas con la juventud, si no que se diseñan para la juventud desde una perspectiva adultocéntrica”. Precisó que “la respuesta es trabajar de la mano con la juventud para la formulación, diseño y ejecución de programas y políticas públicas. Así construir en conjunto y no caer en lo que señala Ernesto Rodríguez, analista latinoamericano de políticas públicas dirigidas a la juventud, de utilizar a este sector únicamente como mano de obra y como recurso político”. Por lo tanto, se necesita construir con los y las jóvenes para superar esta visión adultocéntrica.