18/12/2023 (Ciudad de México). Incluso hasta en las peores circunstancias de ataque militar, las iglesias son consideradas recintos sagrados en los que la población civil puede refugiarse. La Convención de Ginebra de 1951, en su artículo 27 dice: “las personas protegidas tienen derecho, en todas las circunstancias, a que su persona, su honor, sus derechos familiares, sus convicciones y prácticas religiosas, sus hábitos y sus costumbres sean respetados”. Convenios posteriores desarrollaron el concepto de “prácticas religiosas” habiéndose establecido que ello supone precisamente la protección de recintos de fe, tales como mezquitas, parroquias, monasterios. Mucho más si es que, a su interior, buscan protección los pobladores que tratan de escapar de los combates y así salvar sus vidas y las de sus familiares.
El Patriarcado Católico de Jerusalén informó que la “Parroquia de la Santa Familia” de Gaza fue alcanzada por un disparo de tanque israelí. También denunció que un francotirador asesinó a dos feligresas católicas, Nahida Khalil Anton y su hija Samar Kamal, e hirió a otras siete personas, en exteriores de la misma iglesia, donde tenían refugio junto con muchas otras personas. La iglesia católica contaba con dos escuelas primarias y secundarias, que fueron construidas en 1974. Era considerada la mejor escuela de la región, ofrecía un buen nivel de educación en un ambiente cristiano y de instrucción religiosa a las niñas y niños cristianos. Cuando comenzaron los ataques y los bombardeos en octubre, tenía 657 estudiantes. También como parte del complejo cristiano en Gaza, las Hermanas del Rosario fundaron una escuela el año 2000 que llegó a tener 800 estudiantes, de los que el 10% eran cristianos.
En el Vaticano, el Papa Francisco volvió a denunciar el horror que vive el pueblo palestino. Habló de las dos mujeres palestinas asesinadas a sangre fría, aunque no mencionó a las fuerzas militares israelíes, sí lo hicieron los medios de información oficiales como “Vaticano News”, de la que las cadenas internacionales reprodujeron la noticia.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció otro atentado contra una instalación hospitalaria; esta vez fue el servicio de urgencia del hospital Al Shifa en el norte de Gaza, al que le alcanzó un impacto de bomba que, según la relación de hechos de la OMS, dejó convertido en un “baño de sangre” el centro de salud. Además, la OMS denunció que por la hambruna en Gaza, los camiones de ayuda alimentaria internacional son asaltados antes de llegar a destino.
La enorme presión internacional contra el gobierno de Israel, encabezado en los hechos por el primer ministro Benjamín Netanyahu, se manifestó en la enorme votación de 153 países por el inmediato cese al fuego en Palestina hace diez días en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero ahora se acrecienta el malestar interno en Israel, sobre todo desde que trascendió el día viernes que soldados del propio ejército israelí mataron a tres rehenes confundiéndolos con milicianos palestinos de Hamas. Los tres eran parte de las 250 personas tomadas como rehenes por Hamás el 7 de octubre y al momento de ser acribillados portaban banderas blancas con las letras “SOS”, según fotografías publicadas por el propio ministerio de defensa de Israel.
Ante este panorama, el jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, abrió la posibilidad de un Tribunal Especial para juzgar los crímenes de lesa humanidad y genocidio que Israel está cometiendo en Gaza y Cisjordania.
“La impunidad que conlleva elegir la guerra como primera opción nunca ha sido mayor. Y la impunidad por matar a trabajadores de ayuda humanitaria nunca ha sido tan grande… Hemos visto una impunidad rampante en esta guerra”, ha dicho Griffiths en una entrevista para el “Financial Times”.