13/09/2023 (Ciudad de México). Integrantes del Ejido Las Margaritas y representantes del pueblo wixárika, dieron a conocer la aprobación de un dictamen que protege las tierras sagradas de uso común y cierra la puerta a empresas extractivas.

Con este documento, firmado por la Procuraduría Agraria, se establece que en el Ejido Las Margaritas, cuya extensión abarca 5 mil 700 hectáreas y que atraviesa el sitio sagrado de Wirikuta, se detiene la expansión de empresas extractivas, como jitomateros, chileros y hasta mineras, que asediaban este territorio.

Y es que de acuerdo con una carta que fue entregada el año pasado ante instancias federales, las tierras estaban amenazadas con ser parceladas, separadas y compradas por las empresas. Este atropello estaba impulsado por las autoridades ejidales de las Margaritas, “por empeñarse por medios fraudulentos de querer dividir y repartir como pequeña propiedad las tierras de uso común de nuestro ejido”.

Ante ello, los ejidatarios y la comunidad wixárika acudieron a Ciudad de México, para tocar las puertas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Agraria, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Instituto Nacional de Antropología (INAH) y de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP), para buscar proteger este territorio sagrado.

Eduardo Guzmán, vocero de la Comisión del Ejido Las Margaritas, contó ante medios de comunicación que fue así que hace nueve meses llegaron a la capital y presentaron un dictamen.

“Nosotros acudimos entonces a este equipo que realizó este estudio técnico que demostraba, amparándose en el artículo 59, que dice que en lugares donde haya suficiente masa boscosa es imposible que opere esta parcelación. Este equipo demostró que el altiplano wirikuta, en el semiárido, donde uno podría pensar que no hay bosque, resulta que sí, que toda la variedad de las especies locales, albarda, sojasén, gobernadora y la innumerable cantidad de viznagas, algunas de las cuales son endémicas de la región, constituyen una masa boscosa llena de especies protegidas en las normas oficiales”, relató.

La lucha, sin embargo, también ha estado sometida a presiones externas por parte de las empresas, pero también internas dado que hay ejidatarios que sí querían vender. Por esa razón dijeron que la respuesta de las autoridades federales era fundamental.

¿Qué se reconoce en este dictamen?

Con este dictamen se reconoce la importancia de este lugar a nivel medioambiental, debido a la biodiversidad que posee, pero también se suma al decreto presidencial que se aprobó el pasado 19 de agosto por el que se reconoce, protege y preserva los lugares sagrados y rutas de peregrinación de cuatro pueblos indígenas, entre los que se encuentra el pueblo wixárika.

Entonces, lo que obtuvieron los ejidatarios fueron dos reconocimientos que vuelve a poner a Wirikuta en el foco de atención: el dictamen de la Procuraduría Agraria, que reconoce el valor medioambiental, y el decreto de protección de lugar sagrado –para la comunidad wixárika–.

Con respecto al primero se recupera que hay flora y fauna de gran importancia. Por ejemplo, entre las especies amenazadas se encuentran la Biznaga algodoncillo de estropajo (Astrophytum capricorne), el Birrete de obispo (Astrophytum myriostigma), la Biznaga partida (Coryphantha poselgeriana) y Biznaga burra (Echinocactus platyacanthus). Esta última se creía extinta.

También está el Peyote (Lophophora williamsii) amenazado por su extracción con fines de consumo recreativo y que ha sido utilizado por la comunidad wixárika con fines sagrados.

Los ejidatarios señalaron que esta lucha fue posible gracias al trabajo que hicieron en conjunto con el Consejo Regional Wixárika, quienes también fueron partícipes y en donde dijeron que continuarán apoyando a la lucha, porque sus tierras atraviesan Wirikuta, uno de los territorios más sagrados en su cosmogonía.

De acuerdo con las creencias del pueblo wixárika, la creación del mundo ocurrió en este sitio que pertenece a San Luis Potosí y cuyo desierto se extiende por seis municipios: Real de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz y Villa de Ramos.

Desde 1998 forma parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales de la UNESCO, y es un Área Natural Protegida Estatal de San Luis Potosí. En el año 2000 fue declarado “Sitio Sagrado Natural de Wirikuta y la Ruta Histórico Cultural del Pueblo Wixárika”, con un área protegida de 140 211.85 hectáreas y 138.78 km de la Ruta Histórico Cultural del Pueblo Wixárika.

“Se ha dado la mancuerna ideal del pueblo wixárika […] que es conocedor de estas tierras, que son parte de su vida y su corazón, […] junto con el pueblo campesino mestizo de Las Margaritas, […] esta alianza es la que ha hecho que se facilite el camino”, señaló Eduardo Guzman.

Por su parte, Felipe Serio, representante del Consejo Regional Wixárika recordó que “Wirikuta es un sitio sagrado para el pueblo wixárika desde tiempos inmemoriales. […] nosotros no somos los dueños de la tierra que está allí, sino más bien somos hermanos en el territorio”, dijo.

No obstante, también señalaron que todavía hay un largo camino por recorrer, porque ahora sigue hacer cumplir estos decretos y el dictamen, por lo que deberán trabajar en conjunto con las juventudes, principalmente, para implementar programas que ayuden en la conservación del espacio, pero también volver a recorrer el territorio porque algunos sitios sagrados quedaron fuera del decreto presidencial.

“Nos queda agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador. A quien le toca hacer que se cumpla es a nosotros, como pueblo wixárika, tenemos que reinventar […] algunos sitios sagrados no quedaron en el decreto. hay que caminar, subir los cerros [..] el documento ya está, pero ahora vamos a ordenar”, dijo Felipe en su intervención.