El pasado 26 de Junio los trabajadores de la empresa alemana Fränkische Industrial Pipes México votaron libremente para elegir al sindicato que fungirá como titular de su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). A la votación acudió más del 50% de los casi mil trescientos trabajadores. La victoria la obtuvo el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA) con 345 votos a favor. El SINTTIA tomará la representación sindical y la administración del contrato colectivo una vez que el Tribunal Laboral emita la sentencia correspondiente. La empresa, con sede en Silao, Guanajuato, se dedica a la fabricación de partes automotrices para empresas como Tesla, Mazda y Nissan.

Trabajadores agremiados en el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA).

EL CTM pierde el Contrato Colectivo de Trabajadores en la empresa alemana

Con el resultado de esta votación se deja fuera al Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal Mecánica (SITIMM), afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), esta última acusada durante años de ejercer un sindicalismo charro que privilegiaba los intereses de las empresas y del gobierno, beneficiando a la cúpula sindical y en detrimento a los derechos de los trabajadores. El SITTIM obtuvo 314 de los votos y fue señalado por diferentes actores de cometer diversas irregularidades, tales como la presencia de propaganda y logos del SITIMM, tanto al interior como dentro de la planta automotriz. En entrevista con De Raíz Media, Willebaldo Gómez Zuppa, doctor en Estudios Laborales por la UAM, investigador en el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) y asesor de SINTTIA, refirió que la colusión entre la empresa y en SITIMM es evidente toda vez que la empresa, a través de los supervisores de producción “no permitieron que los trabajadores se separaran de la línea para ir a votar” y “solamente permitían que se separaran de su línea de producción aquellas personas ligadas al SITTIM. Estamos hablando de un compadrazgo entre empresa y sindicato.

Por su parte, la Secretaria General del SINTTIA, Alejandra Morales Reynoso, en un comunicado de prensa emitido tras la votación, anteriormente ya se había presentado una solicitud de queja laboral ante el Gobierno de Canadá para evaluar la posibilidad de activar el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que se trata de una medida auxiliar contemplada en dicho tratado para garantizar los derechos laborales de los trabajadores. Esto a raíz de la intimidación, amenazas y despido injustificado de tres trabajadores que buscaban un cambio sindical dentro de la empresa, como lo señala Alejandra Morales. De origen, señala también el doctor Gómez Zuppa, esta actitud por parte de la empresa fue lo que llevó a un grupo de trabajadores a buscar asesoría y la representatividad por parte del SINTTIA.

La nueva Ley Federal de Trabajo y su aplicación

Esta votación libre se realiza en el marco de las reformas hechas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) en 2019, específicamente a los artículos 358 y 388, donde el primero se refiere la democratización de los sindicatos y garantiza el voto libre y secreto para su elección. Por su parte, la reforma al segundo artículo mencionado permite que la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo sea sometido a votación y no que sea otorgada directamente al sindicato con mayor número de representados, como marcaba la ley previo a la reforma.

Fundado en 2021 y promovido gracias a la apertura sindical promovida por las reformas mencionadas, con esta victoria SINTTIA suma ya dos CCT arrebatados al CTM, siendo el primero de estos el caso dentro de la empresa General Motors, también con sede en Silao, entre 2021 y 2022, y para la cual sí se aplicó el mecanismo previsto en el T-MEC, por lo que la votación por un nuevo CCT fue monitoreada por Instituto Nacional Electoral de México (INTE y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El reto de los sindicatos independientes

Cabe destacar que actualmente la LFT, en su Artículo 360, señala los tipos de sindicatos posibles, mientras que su artículo 364 señala que: “Los sindicatos deberán constituirse con un mínimo de veinte trabajadores o con tres patrones, por lo menos.” En aras de la democratización del sindicalismo mexicano, es importante señalar que si bien la fuerza de un sindicato puede darse por el número de sus agremiados, la defensa de los derechos laborales puede darse siempre desde las bases, incluso dentro de una sola empresa en beneficio directo a los trabajadores que ahí laboran, pues así está contemplado en la ley.

            Al respecto, Gómez Zuppa, señala que si bien la constitución de pequeños sindicatos está garantizada por la LFT, “esto nos llevaría a pulverizar el poder sindical. Es decir, si tú tienes 20 pequeños sindicatos [dentro de la línea de producción], realmente no tienes fuerza y eso puede jugar siempre en favor de los patrones. Lo mejor para negociar frente al gran capital y al capital transnacional y, sobre todo, frente a estos grandes corporativos como General Motors, Volkswagen, Ford o Nissan, son los sindicatos auténticos que tengan una democracia a lo interno, que tengan una vía de comunicación con las bases y que tengan una posibilidad de ampliar a lo largo de la cadena de valor la representación sindical.

            Pese a esta victoria de los trabajadores para elegir libremente su representatividad sindical, aún queda mucho camino por recorrer. México vivió durante muchas décadas el control absoluto de los sindicatos por parte de una cúpula que heredaba las dirigencias y privilegiaba los intereses patronales y gubernamentales. Dados los cambios, es momento de elegir y pensar en un nuevo esquema de sindicalismo desde las bases conformadas por los trabajadores, pues, en palabras de Gómez Zuppa, “si no hay democracia sindical y tienes sindicatos que dominan la industria o que dominan un sector económico, regresamos al camino que conocemos en México”.

            Tras las reformas de 2019 a la LFT se abre un nuevo camino para el sindicalismo mexicano y son los trabajadores organizados quienes decidirán qué camino tomar frente a los interés de las empresas y de los distintos niveles de gobierno.