01/02/2024 (Ciudad de México). En Argentina, la Cámara de Diputados ha comenzado a debatir en plenaria la “Ley Ómnibus”, que tuvo que ser previamente recortada por el gobierno de Javier Milei para lograr quórum para su aprobación. Tal recorte es resultado de una enorme protesta social que lograron articular las confederaciones sindicales argentinas el pasado lunes 24 de enero. Lo hicieron con el apoyo en las calles de varios movimientos sociales de trabajadores y trabajadoras de la economía popular (o “economía informal”), de la cultura, de residentes de barrios suburbanos. Se sumaron colectivos feministas, ecologistas y de defensa de los derechos humanos.
Varias cosas ocurrieron luego de ese paro y las frecuentes protestas vecinales llamadas “cacerolazos” que en estas semanas se escuchan por las noches en varias ciudades argentinas. El gobierno tuvo que postergar por una semana el tratamiento de la ley, porque varios diputados de la llamada “oposición light” cambiaron de opinión y había que negociar nuevamente con ellos. Debido a la presión pública –que se comenzó a reflejar en las encuestas- Milei tuvo que retroceder en varios aspectos, siendo el más importante excluir el programa de ajuste fiscal de la Ley macro.
Con este programa de ajuste fiscal Milei pretendía aplicar su principal promesa electoral –el “plan motosierra”- pero tuvo que retirarlo de la “Ley Ómnibus” para evitar que toda la norma sea rechazada por el Congreso. Esto no significa que desde la Casa Rosada no puedan seguir efectuando recortes a los gastos estatales y a la inversión pública, paralizando las obras públicas, eliminando programas sociales e instituciones estatales encargadas de la inclusión social. Pero ya no podrán aplicar sólo con decreto la disminución de las jubilaciones o de esa misma forma expedita, incrementar las retenciones (el pago que se hace por derechos de exportación) a las regiones. El gobierno tuvo que suprimir toda la reforma electoral, aceptar que se excluya a la empresa petrolera estatal (YPF) de las privatizaciones y resignarse a que no se refrende por ley el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023.
De esta forma, el duro plan fiscal que Milei ofreció al Fondo Monetario Internacional no se cumplirá. Sabe el FMI esto y por ello procedió a cambiar sus optimistas previsiones de las anteriores semanas, recalculando ahora a la baja sus proyecciones para la economía rioplatense, anunciando un decrecimiento del 2,8% para este año.
En estas frenéticas semanas el gobierno ya ha tenido sus primeras bajas, con la destitución del ministro de infraestructura Guillermo Ferraro y del Superintendente de Servicios de Salud, Enrique Rodríguez. Al primero lo echaron por infidente, acusándole de ser el que filtró a los medios los episodios de iracundia (golpes, gritos) en el despacho presidencial.
Sin embargo, a la par de las bajas, como si de un equipo de fútbol se tratara, el gobierno ha logrado algunos fichajes. El más llamativo ha sido el de Daniel Scioli, un veterano político con más de 28 años siendo un jerarca del peronismo, que acaba de pasarse a las filas del neofascismo, jurando como nuevo Secretario de Turismo, Ambiente y Deporte. Este travestismo político es posible por la forma tan ligera con que los medios de comunicación mimetizan la ideología neofascista de Milei usando denominativos poco rigurosos: “ultraliberal”, “populista de derecha”, “ultraconservador”. A Milei le conviene que, en la confusión, no se termine identificando su ideología, por ello que en la Cumbre de Davos pronunció este exabrupto: “… ya sea que se declaren comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, keynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo no hay diferencias sustantivas.”
Con todo y recortes, la “Ley Ómnibus” sigue conservando su esencia privatizadora y de vaciamiento del Estado y sus programas sociales. Y será esto lo que el mandatario intentará resaltar en la medida que avance su aprobación –no exenta de dificultades- en Diputados y luego en el Senado.
En cuanto al mencionado DNU, el mileismo sigue cosechando derrotas en los estrados legales, ayer fue anulado judicialmente todo el capítulo que desconocía derechos laborales.