La estrategia contrasta con una tendencia antimigrante en Estados Unidos

20/12/2023 (Ciudad de México). Este martes 19 de diciembre la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, presentó la nueva estrategia de atención en materia migratoria del gobierno federal que operará por el resto del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

La presentación ocurrió en el marco de la novena sesión de la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria, en donde se constituyeron nuevos grupos de trabajo para agilizar la atención y coordinación entre las distintas dependencias en el trabajo de atención a la población migrante.

Parte de los puntos centrales de la nueva estrategia son la reorganización de la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria (CIAIMM), así como el control exclusivo de los Centros Integradores para el Migrante ubicados en la región norte por la Secretaría de Bienestar. Al respecto, es necesario destacar que en el norte de México han ocurrido la mayor parte de los eventos más cruentos contra los migrantes que cruzan por nuestro país de manera histórica.

Los grupos de trabajo definidos durante la reunión fueron los siguientes: Gestión humanitaria de la migración irregular, encabezado por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján; Vías de movilidad laboral y bienestar, a cargo del secretario de Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños; Datos, estadística y proyecciones encabezado por la directora del INEGI, Graciela Márquez Colín; y los grupos de Atención a comunidades mexicanas en el exterior y de Cooperación e integración regional, ambos presididos por Alicia Bárcena.

A la reunión asistieron los y las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján; de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez; de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González; del Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños López; el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez; la titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Nuria Fernández Espresate; el coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Alfonso Ramírez Silva; la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), Gloria Sandoval Salas; la presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Graciela Márquez Colín, entre otros funcionarios, quienes, según el gobierno federal, formarán parte también de los equipos de trabajo, al ser una comisión intersecretarial.

Con esta estrategia, el gobierno federal busca dar un giro de 180° a la atención migratoria, misma que ha sido muy cuestionada durante al menos el último año, sobre todo luego del caso del incendio del centro de migrantes en Ciudad Juárez ocurrido en marzo. De esta manera, la estrategia busca desmarcarse de la atención gubernamental en la materia que premió durante las últimas décadas, pero también de las medidas que varios políticos republicanos en Estados Unidos han buscado impulsar durante los últimos meses en la antesala de las elecciones presidenciales en aquel país.

Particularmente, Greg Abbott como gobernador de Texas, quien recientemente promulgó una ley que entrará en vigor en marzo de 2024 la cual posibilita el arresto y la deportación inmediatos de migrantes . La normativa aprobada por el Congreso en Texas se presta a la arbitrariedad y el actuar discrecional, pues permite a la policía local detener a cualquier persona que parezca “sospechosa” de haber cruzado la frontera de manera ilegal y, de no contar con los documentos probatorios de su residencia o ciudadanía estadounidense al momento de su detención, deportarlas.

Abbott también ha sido polémico durante los últimos meses por otras acciones antimigrantes, como el envío de los regimientos de la Guardia Nacional norteamericana que están bajo su control a la frontera con nuestro país, así como el colocar boyas con alambre de púas en el Río Bravo que ponían en riesgo la vida de miles de migrantes que cruzaban la frontera vía Texas, incluyendo niños.

El gobierno mexicano buscará impugnar la medida impulsada por Abbott, lo cual ha sido una tendencia durante la actual administración, pues AMLO también ha demandado públicamente que se quiten las boyas con púas en la frontera de Texas, recurriendo a la interlocución con el presidente demócrata, Joe Biden.