03/12/2023 (Ciudad de México).En México, de acuerdo con las estadísticas del último censo de población y vivienda de INEGI, más de 7 millones de personas viven con alguna condición de discapacidad, lo que representa el 6% de la población, aproximadamente. El 52% son mujeres y 48% son hombres, y 2.6 millones de personas con discapacidad son adultas mayores.
Sin embargo, la población mexicana que vive bajo esta condición continúa siendo invisibilizada y enfrenta retos para que se logre una inclusión digna a la sociedad. Uno de ellos es que prevalece la falta de sensibilización sobre el tema, de acuerdo con activistas.
A pesar de que en los noventa la Asamblea General de la Naciones Unidas proclamó el 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, para generar conciencia y acciones para mejorar la situación y fomentar la igualdad en oportunidades, las personas con discapacidad continúan enfrentando discriminación que se expresa de múltiples formas.
¿Cuál es la situación de las personas con discapacidad en México?
Benito Enrique Hernández López es presidente de la sede en México de la Asociación Internacional de Ajedrez en Braille (IBCA por sus siglas en inglés) y tesorero a nivel de America Latina. Asistió por tercera ocasión consecutiva al Complejo Cultural Los Pinos, en Ciudad de México, para promover este deporte en “Rumbos para la inclusión de personas con discapacidad”.
El evento es organizado por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), Secretaría del Bienestar y otras instituciones como Secretaría de Salud, con el objetivo de poner al centro a las personas con discapacidad.
Benito es ciego y desde hace mucho tiempo viaja por todo el país para encontrar a niños, niñas y jóvenes que quieran adentrarse al mundo del ajedrez, un deporte que estimula la mente.
“Año con año nos juntamos en estas fechas por la feria de la inclusión. Es muy importante esto para despertar conciencias, humanizar a la sociedad. El despertar a la gente que vean esta parte de la sociedad sobre la gente con discapacidad, que existen. Ha estado anteriormente oculto y se están despertando conciencias”, afirma el ajedrecista.
Benito considera que la situación sigue siendo complicada en México, porque todavía no hay infraestructura suficiente para las personas con discapacidad, aunque hay avances, no son suficientes, falta sensibilizar a la población.
“Falta mucho por avanzar en estructuras, estructuras universales, en vialidad, en accesibilidad y más que nada en las conciencias de las personas. Los apoyos el cómo deben de abordar la gente, cómo pueden tener un diálogo con personas con discapacidad, el decirles es un “cieguito”, no. Es una persona ciega”, compartió a De Raíz el presidente de la sede México de la Asociación Internacional de Ajedrez en Braile.
Andrés Elek, un hombre de 33 años que tiene síndrome de Aarskog-Scott, un trastorno genético con el que viven al menos 40 personas en el mundo, cuenta a De Raíz que una de las cosas que hace falta, es que haya mayor investigación y atención en salud para la población con discapacidad.
“Lo veo que hace falta mucho para estudiar los tipos de discapacidades que hay en México. Falta que los doctores se metan mucho en el tema. En hospitales no hay una organización. Veo que no estudian mucho las discapacidades. Hace falta que hagan grupos interdisciplinarios porque ahí van a tener mayor organización: van a poder meter psicólogos, maestros y personas que sepan de la discapacidad”.
Andrés considera que uno de los mayores problemas es que falta una cultura sobre la discapacidad.
“Hay mucha gente con discapacidad que los meten a trabajar en los trabajos equivocados y eso ya no debe de pasar, debe haber más organización y más cultura sobre la discapacidad en México”, comparte a este medio el activista.
Y es que en México, a pesar de todos los esfuerzos realizados para erradicar la discriminación y asegurar la inclusión, este grupo continúa siendo uno de los más rezagados y vulnerables en términos sociales y económicos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación del 2017 del INEGI, 25 de cada 100 personas con discapacidad en el país (mayores de 12 años) fueron víctimas de discriminación al menos una vez en el año, la prevalencia más alta de todos los grupos vulnerables.
Afirmaron ser mayormente rechazados en la vía pública y el transporte público, dentro de su familia y cuando requieren de algún servicio médico.
La discriminación se expresa en los datos sobre participación económica y laboral de personas con discapacidad.
25 de cada 100 personas con discapacidad mayores de 15 años sólo participan en actividades económicas, mientras que 70 de cada 100 personas sin discapacidad participan en dichas actividades.
Según cifras de INEGI, los hombres de entre 30 y 59 años con algún tipo de discapacidad son los que más acceso al trabajo tienen, 73.5% participan con alguna actividad económica.
En las mujeres mayores de 60 años esa participación llega apenas a 14.9%.
La discapacidad visual es la que registra el menor nivel de rechazo laboral en México. Al menos 39.9% de este grupo se encuentra en alguna actividad económica, pero quienes tienen incapacidad para moverse o usar alguna parte del cuerpo como sus manos y brazos registran una tasa de participación económica de 30.2% y del total de personas con discapacidades para comer, vestirse o bañarse sólo 16.1% se encuentra ocupado.
Esta situación expresa la segregación de este grupo poblacional en el acceso al empleo, pero también en la vulnerabilidad laboral, porque de cada 100 pesos que ingresan las personas con alguna discapacidad 39 pesos son producto de algún programa de gobierno.
Y es que de acuerdo a los testimonios que recabó De Raíz, los programas universales que se instituyeron en la actual administración representan un apoyo económico para esta población, pero también aseguraron que todavía falta crear mayores fuentes de empleo para ellos y ellas, pero también que la sociedad dialogue y se involucre con estos temas.
La inclusión a la salud sexual y reproductiva de personas con discapacidad, otro reto
Los rezagos en el acceso a la salud también develan una cara oscura de la discriminación e impacta mayoritariamente a las mujeres, por lo que atraviesan una doble o triple discriminación por discapacidad, por género y etnica-racial.
Esta situación es una de las que impulsó que este sábado se firmara una Alianza por la Inclusión Social Sexual de las Personas con Discapacidad, un acuerdo que busca impulsar cambios sustantivos en materia de salud sexual y reproductiva, educación y justicia sexualhacia las personas con discapacidad.
Esta Alianza es impulsada por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia(SNDIF) con el apoyo del Mecanismo Nacional de Monitoreo de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y cuenta con la participación de múltiples organizaciones de lasociedad civil, así como de la academia y empresas del sector público y privado.
Al respecto, Alejandra Pacheco, integrante de Fundación para la inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad AC, contó a De Raíz que las mujeres y niñas que viven con discapacidad sufren mayor vulnerabilidad a la discriminación en tema de salud , y eso se expresa en la falta de acceso a la salud sexual y reproductiva.
“Sufrimos de seis a ocho veces más violencia que las mujeres sin discapacidad. Para nosotras no hay salud sexual especializada, no hay educación sexual. Vivimos violencia obstétrica, abuso sexual, explotación sexual y muchas veces no podemos ni denunciar porque el sistema de justicia no está listo para recibirnos”, contó.
La activista y firmante de esta Alianza contó que con estos acuerdos se buscan abordar tres ejes principales: salud, educación y derechos humanos de las personas con discapacidad.
Lamentó, sin embargo, que en general falta todavía un largo camino para garantizar la inclusión plena de esta población.
“La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor en México en 2008. Hubo avances desde entonces, pero hubo un retroceso porque se recortaron programas. Ahora se nos otorga un apoyo económico pero no garantiza nuestra plena inclusión. El llamado es que en el Día Internacional para las Personas con Discapacidad no es un día para festejar sino para visibilizar todos los retos, rezagos, desafíos y vulneraciones que enfrentamos por parte del estado, vivimos discriminación estructural”, enfatizó.
Efraín Cruz Morales, director general de Rehabilitación e Inclusión del SNDIF, en entrevista con De Raíz destacó que todavía hay un gran reto dado que al panorama de las 7 millones de personas con discapacidad se suman 15 millones que tienen limitantes funcionales derivadas de padecimientos mentales, por lo que se estima son alrededor de 20 millones de personas que requieren algún tipo de rehabilitación y atención médica.