La iniciativa de reforma propone modificar los artículos 4 y 27 de la Constitución para reconocer al maíz como un símbolo de identidad nacional y prohibir su cultivo con semillas transgénicas. A la par de esta prohibición, el Gobierno federal ha enfatizado que con esta iniciativa se pretende reducir la dependencia de agroquímicos y promover un manejo más responsable y sostenible de los recursos naturales.
28/01/2025 (Ciudad de México). La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enviado al Congreso una iniciativa de reforma constitucional con el objetivo de proteger el maíz nativo y prohibir la siembra de maíz transgénico en el país.
En un mensaje difundido desde Puerto Escondido, Oaxaca, la mandataria destacó la importancia del maíz como parte integral de la cultura y la historia de México. “Sin maíz, no hay país”, afirmó la mandataria, subrayando que las 59 variedades de maíz que existen en el territorio nacional son esenciales para la alimentación, la biodiversidad y la identidad del pueblo mexicano.
La iniciativa de reforma propone modificar los artículos 4 y 27 de la Constitución para reconocer al maíz como un símbolo de identidad nacional y prohibir su cultivo con semillas transgénicas. A la par de esta prohibición, el Gobierno federal ha enfatizado que con esta iniciativa se pretende reducir la dependencia de agroquímicos y promover un manejo más responsable y sostenible de los recursos naturales, por lo que también se busca “procurar que la siembra del maíz en México sea a través de técnicas agroecológicas”, ha señalado la presidenta.
Sheinbaum ha enfatizado que el uso de técnicas agroecológicas es fundamental para evitar la contaminación genética y proteger la salud del suelo y del agua. Este esfuerzo por recuperar las técnicas ancestrales de siembra con las tecnologías sustentables y amigables con el medio ambiente ya han realizado desde la pasada administración federal a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA), por lo que la actual reforma podrá reforzar este impulso.
La controversia bilateral por el maíz transgénico
La medida llega en un momento crucial, ya que en diciembre pasado un panel internacional del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) determinó que México debía revertir el decreto presidencial de 2021 sobre maíz transgénico. Sin embargo, Sheinbaum ha hecho un llamado al Congreso para que apruebe dicha reforma con la que se contribuirá a garantizar la soberanía alimentaria y la protección del maíz nativo, argumentando que la diversidad genética del maíz es un patrimonio biológico invaluable que debe ser preservado.
El impacto de esta reforma va más allá de la protección del maíz. La presidenta Sheinbaum ha señalado que la prohibición de semillas transgénicas también tiene implicaciones para la salud humana y la economía. Si bien el panel internacional no reconoció los argumentos científicos expuestos por el gobierno mexicano, muchos estudios y análisis sugieren que sí hay riesgos para la salud.
Por otra parte, en el aspecto económico, la monopolización del mercado por parte de grandes corporaciones que desarrollan semillas transgénicas también han afectado a los pequeños agricultores y a la economía local, no sólo de México, sino también de Estados Unidos. En este sentido, con la promoción de técnicas agroecológicas y el rechazo de la dependencia de semillas modificadas se pretende apoyar a los agricultores locales y preservar prácticas agrícolas tradicionales que han sustentado al país durante milenios.
La iniciativa ha sido bien recibida por diversos sectores de la sociedad mexicana, incluyendo organizaciones ambientalistas y defensores de la soberanía alimentaria. Estos grupos han elogiado el compromiso de la presidenta Sheinbaum con la protección del maíz nativo y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.