16/09/2024 (Ciudad de México). Este 15 de Septiembre de 2024 el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró su sexto y último Grito de Independencia desde el balcón principal del Palacio Nacional. El evento no solo marcó la recta final de su mandato, sino que también estuvo acompañado por la firma del decreto de reforma al Poder Judicial, lo que añadió un nuevo matiz histórico y político por la apertura democrática que dicha reforma supone.
Desde las ocho de la noche el Zócalo de la Ciudad de México ya se encontraba abarrotado por miles de simpatizantes que acudieron a despedir al que consideran el mejor presidente de la historia reciente de México.
López Obrador arrancó esta jornada cargada de simbolismo con la firma, acompañado de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, del decreto para la publicación de la reforma constitucional al Poder Judicial en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum recordó una de las máximas de otro gran mandatario de México, Benito Juárez: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Y es que con esta reforma, jueces, magistrados y ministros serán sometidos al voto popular, lo mismo que desde hace 200 años sucede con los poderes Ejecutivo y Legislativo. Así, la nueva medida busca democratizar el sistema judicial y fomentar entre la población mayor interés e involucramiento en los asuntos públicos de la nación.
El titular del Ejecutivo informó que la reforma propuesta desde el 5 de Febrero ya fue aprobada por ambas cámaras del Congreso y por la mayoría de los congresos estatales, por lo que el paso final era justamente dicha firma y publicación. Además, reiteró que la reforma tiene “el propósito de mejorar el Poder Judicial, porque necesitamos que la justicia llegue a todos, que no haya corrupción en el Poder Judicial, que los jueces, magistrados, los ministros apliquen al pie de la letra el principio de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie, que tengamos un auténtico, un verdadero Estado de derecho, no un Estado de chueco”.
¡Viva la democracia! ¡Muera la corrupción!
Con una multitud entusiasta y ondeando banderas, el presidente salió al balcón de Palacio Nacional para dar el tradicional grito, acompañado exclusivamente de su esposa, la académica e investigadora Beatriz Gutiérrez Müller.
Con la bandera de México en una mano y con la cuerda de la campana en la otra, López Obrador realizó las tradicionales arengas para agradecer a las heroínas y héroes que lucharon por la Independencia de México, para proclamar los ideales de la República y, como ha sido su marca distintiva, para animar a desterrar los males que ha padecido México en los últimos siglos.
Así, por tercer año consecutivo, el tabasqueño lanzó cuatro nuevos gritos: “¡Que muera la corrupción! ¡Que muera la avaricia! ¡Que muera el racismo! ¡Que muera la discriminación!” Junto a estos, también se destacan los gritos: “¡Que vivan nuestros hermanos migrantes! ¡Vivan nuestros pueblos indígenas! ¡Viva la grandeza cultural de México!”
Como viva final, previo a la triada de ¡Viva México!, López Obrador grito un nuevo y significativo viva “¡Viva la Cuarta Transformación!” . Siendo éste su último año al frente del Gobierno Federal y con un riguroso y reflexivo retiro de la vida pública, el máximo líder de este movimiento de transformación deja detrás de sí un legado de lucha para revolucionar la conciencia de los y las mexicanas en aras de hacer de México una nación independiente, soberana y de justicia para todos y todas, por lo que su viva final puede entenderse como un exhortó a la ciudadanía para continuar con esta lucha histórica.
El último Grito de Independencia de López Obrador será recordado no sólo por la emotividad del evento, sino también por la trascendencia de la reforma judicial promulgada. Este acto simboliza el cierre de un ciclo y el inicio de un nuevo capítulo en la historia política de México y quedará marcado en la memoria colectiva como un momento de cambio y reflexión sobre el futuro del país.