22/01/2025 (Ciudad de México). Este martes iniciaron los primeros contactos oficiales entre los gobiernos de México y Estados Unidos, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la relación bilateral entre ambas naciones. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, sostuvo una conversación telefónica con el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

La presidenta calificó la conversación como “muy cordial” y destacó la importancia de este primer acercamiento oficial. Sheinbaum subrayó que la comunicación con el secretario Rubio, el primer latino en ocupar dicho cargo y hablante fluido de español, es un indicativo positivo para el futuro de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Los temas clave en la agenda bilateral

Entre los temas más importantes en la agenda bilateral está el migratorio. La administración de Trump ha iniciado con una serie de decretos que buscan apretar las políticas migratorias y endurecer la seguridad fronteriza. Entre estas medidas, la más destacada es la declaración de emergencia nacional en la frontera sur, lo que autoriza el despliegue de fuerzas militares en la zona. Además, se ha reactivado unilateralmente el programa “Quédate en México”, que busca obligar a las personas migrantes a permanecer en territorio mexicano.

Otro tema crucial en la agenda es la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Trump ha firmado un decreto con miras a clasificar a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida ha generado controversia, ya que podría tener implicaciones legales y diplomáticas significativas para ambos países.

En el caso de México, la presidenta Sheinbaum ha mantenido en todo momento una postura en defensa por la soberanía del país. En Estados Unidos, el decreto abre un periodo de dos semanas para evaluar a qué grupos declarará bajo esta clasificación. En el inter, múltiples analistas han señalado que una designación de este tipo no sólo afecta a los cárteles mexicanos, sino también a las empresas armamentísticas estadounidenses e incluso a su sistema bancario mediante el cual lavan dinero. La Ley Patriota de 2001 también designa como terroristas a cualquier organización que coadyuve para empoderar a dichos grupos, como es el caso de las empresas fabricantes de armas, de las cuales proviene el 74% del armamento de dichos grupos criminales, como han reconocido autoridades estadounidenses.

En este sentido, el tráfico de armas es otro de los temas prioritarios en las conversaciones bilaterales. La presidenta Sheinbaum ha destacado la importancia de abordar este problema, ya que el flujo de armas desde Estados Unidos hacia México ha contribuido al aumento de la violencia y la inseguridad en el país. Por tal motivo, se espera que ambos gobiernos trabajen en conjunto para implementar medidas que reduzcan el tráfico de armas y fortalezcan la cooperación en materia de seguridad.

Finalmente, junto a la migración y el tráfico de armas y de drogas, la administración trumpista a abierto un nuevo frente: la posible imposición de aranceles a productos mexicanos. Desde su campaña, Trump amenazó con aplicar aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, como parte de su estrategia para combatir el flujo de inmigrantes y el tráfico de fentanilo. Esta medida ha generado preocupación en ambos lados de la frontera, ya que podría afectar negativamente las economías de los tres países y poner en riesgo las cadenas de suministro integradas.

El tratado entre Estados Unidos, México y Canada (T-MEC), que será sometido a una revisión en 2026, fue uno de los blancos de la batería de órdenes ejecutivas que el magnate neoyorquino firmó nada más regresar a la Casa Blanca. El decreto firmado por Trump únicamente inicia las consultas públicas con miras a la renovación aunque, no obstante, se reserva algunas acciones en los casos relacionados con el fentanilo y otros puntos.