Cuatro obispos de distintas diócesis en Guerrero se habrían reunido con líderes criminales para acordar la paz en el estado, pero no tuvieron éxito.

15/02/2024 (Ciudad de México). Este miércoles 14 de febrero el obispo José de Jesús González Hernández, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, dijo en una conferencia de prensa que los obispos de cuatro diócesis distintas de Guerrero han buscado la pacificación de la entidad mediante reuniones mantenidas por separado con líderes criminales. Sin embargo, debido a que los presuntos líderes del hampa habrían puesto condiciones relacionadas con “mantener territorios” bajo su control, no se pudo llegar a un acuerdo, ya que no estaban dispuestos a ceder, señaló el obispo.

Los obispos Leopoldo González, de Acapulco, Joel Ocampo Gorostieta, de Tierra Caliente, Dagoberto Sosa, de Tlapa, además de González Hernández, de Chilpancingo, son los religiosos que habrían buscado a finales del año pasado mantener reuniones por separado con los líderes criminales de cada respectiva región para pactar “una tregua” en la entidad.

Durante la conferencia de prensa, recordó que, en julio del año pasado, los distintos sacerdotes habrían tenido una reunión con el Papa Francisco, quien les pidió seguir “tejiendo la paz” en su estado. Esa sería la fuente de inspiración que los llevaría a buscar el acuerdo entre líderes criminales para pacificar la entidad.

El sacerdote también habría denunciado las condiciones de violencia que viven los fieles de las distintas diócesis, lo que ha despertado la indignación de los religiosos: “nos han matado ministros de la comunión, nos han matado presidentes de la oración nocturna, nos han matado papás de acólitos, ya nos están tocando a nuestra gente, nuestros fieles, mayordomos, comisarios que sirven a la iglesia y a la comunidad, no podemos cruzarnos de brazos, nos da pena y tristeza que gente inocente esté siendo asesinada, no se puede más”, dijo el obispo.

Al respecto, apuntó que el “gobierno tiene la solución […], ellos tienen el poder, tienen los recursos, tienen los medios y ellos pudieran mediar, pero parece que nos han dejado”, y pidió a las autoridades “que no se hagan a un lado, que le entren, porque ellos pueden”, pidiendo con ello que las autoridades se involucraran en la negociación de la paz. Señaló también que tiene temor de que la violencia se recrudezca en el contexto electoral próximo y, en ánimos de prevenirlo, habrían buscado el acuerdo entre presuntos criminales.

Destaca que el obispo ya había comentado públicamente en octubre del año pasado que, para alcanzar la paz, era necesario el “diálogo con todos, incluyendo los criminales”. Esto en el contexto del incremento de violencia en la comunidad de Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, que forma parte de su diócesis. En aquel momento, la fiesta de San Miguel de Arcángel tuvo que ser suspendida debido a los asesinatos en la comunidad causados por las organizaciones criminales.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló en su conferencia matutina de este 15 de febrero que se llevó a cabo desde Acapulco, Guerrero, que estaba de acuerdo con las reuniones mantenidas por los religiosos con las organizaciones criminales. Sin embargo, recordó que la responsabilidad era del Estado mexicano: “Lo veo muy bien […], desde luego, la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado, eso debe de quedar muy claro”, dijo el primer mandatario.

El presidente AMLO también recordó que en Guerrero habrían iniciado “las autodefensas” hace años, “antes que en otro lado”, refiriéndose con ello a la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Dijo que, en un inicio, las autodefensas de Guerrero habrían tenido un “propósito comunitario”, pero cuando se han aplicado en otros lugares, “se aplicó mal”, recordando otros casos cuando fueron creadas autodefensas “con apoyo del gobierno”.

Por último, señaló que en Guerrero se encuentran más 29 mil elementos operativos de los tres niveles de gobierno, de los cuales 14,136 pertenecen a la Guardia Nacional, 6,840 al Ejército mexicano, 1,924 a la Marina Nacional y 6,496 restantes a la fuerza pública del estado y sus municipios. Dijo que antes no había tal presencia de fuerzas del orden y, debido a ello, “había cierta justificación de que se crearan las autodefensas, pero ahora se tiene protección por parte del Estado”.