Un frente amplio de estudiantes, profesores y trabajadores de la UNAM, máxima casa de estudios de México, convoca a realizar un ejercicio democrático para conocer la opinión de la comunidad universitaria sobre los procesos de elección de las autoridades universitarias, entre ellas del próximo Rector.

18/10/2023 (Ciudad de México). Frente al edificio de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), máxima casa de estudios del país, un grupo de estudiantes, profesores y trabajadores convocaron a toda la comunidad universitaria a participar en la “Consulta universitaria por la democratización de la UNAM”, misma que tendrá lugar en las escuelas, facultades, centros e institutos de esta universidad durante los días 25 y 26 de Octubre entre las 9:00 y las 18:00 hrs. Esto se realizará principalmente de manera presencial, pero en algunas entidades se podrá realizar de manera digital vía internet.

En conferencia de prensa, este “Frente Amplio de Universitarias y Universitarios por la transparencia, la inclusión y la democracia” declaró que históricamente la designación de las autoridades universitarias no ha considerado la opinión ni parecer de la comunidad ni se ha informado cabalmente sobre los criterios ni valoraciones hechos para tal efecto, como puede ser el caso de los integrantes de su Junta de Gobierno o del Rector, éste último elegido por los integrantes de esta misma junta.

Escuchar a la comunidad no viola los estatutos

La consulta tendrá dos preguntas. La primera planteará a la comunidad si considera que se necesita impulsar mayor transparencia, inclusión y democracia en los procesos de elección de autoridades. La segunda busca recoger las manifestaciones de apoyo por las personas que compiten por la Rectoría de la UNAM, considerando la trayectoria de cada uno y el proyecto más pertinente para enfrentar los retos actuales.

Ante pregunta expresa de la prensa sobre el carácter legal de esta consulta, Dora Romero, profesora de la Facultad de Economía, aclaró que ésta no tiene carácter vinculante con el actual proceso de designación del Rector, sin embargo, tanto la profesora como sus compañeros consideran que la Junta de Gobierno tiene la obligación moral de considerar el ejercicio democrático que se está impulsando, toda vez que tampoco viola los estatutos actuales bajo los que se realiza dicho proceso.

Por su parte, Jorge León, profesor del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, manifestó que espera contar con una participación de al menos el 10% de la comunidad universitaria, pues se trata de un ejercicio genuino impulsado por representantes de estudiantes, profesores y trabajadores de cada entidad universitaria. En este aspecto, recientemente se dio a conocer que la Junta de Gobierno realizó una ejercicio de auscultación entre distintas dependencias, pero sólo logró recibir la opinión del 5.8% de una comunidad integrada por más de 400 mil universitarios y universitarias.

Entre las entidades que ya se han sumado a esta iniciativa se encuentran los CCH de Azcapotzalco, Naucalpan, Sur y Vallejo, las Preparatorias 2, 4 y 5, las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias, Economía, Arquitectura, Contaduría y Administración, Derecho, Medicina, Psicología, Ciencias Políticas y Sociales, Trabajo Social, las Facultades de Estudios Superiores de Acatlán, Iztacala y Zaragoza, así como los institutos de Astronomía, Investigaciones Filosóficas, Investigaciones Sociales, el Posgrado de Estudios Latinoamericanos y el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias, entre otras.

La UNAM necesita generar un cambio

Finalmente Andrea Solis, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, afirmó que históricamente la elección de las distintas autoridades se ha realizado al interior de grupos de interés que repiten los mismos mecanismos desde hace décadas, con lo cual difícilmente estas autoridades “comprenden las problemáticas y carencias de la comunidad universitaria, faltando al espíritu universitario de voz y pensamiento crítico”.

Además, cuestionó la poca atención que las autoridades le dan a la opinión de la comunidad universitaria y asegura que si estas autoridades consideran que la comunidad universitaria no es crítica para determinar qué cosas son necesarias y cuáles no es negar que existe una comunidad crítica capaz de crear entes revolucionarios, por lo que cuestiona el papel entre las autoridades y la comunidad, pues “si [los estudiantes] no podemos cambiar nuestras instituciones, ¿cómo se espera que podamos generar un cambio fuera de ellas?