16/10/2023 (Ciudad de México). Se confirmaron las tendencias de voto identificadas en varias encuestas realizadas a pocos días del balotaje presidencial en Ecuador.
Daniel Noboa, joven heredero de la mayor fortuna familiar de este país, representante del conservadurismo en política y del neoliberalismo en economía, ganó la presidencia por un ajustado margen, más estrecho que el registrado en la segunda vuelta del año 2021 que ganó el actual presidente Lasso frente al correista Aráoz.
Noboa basó su victoria en sus amplios guarismos de apoyo alcanzados en la parte central andina de Ecuador, donde queda la provincia Pichincha, con la capital Quito, ciudad con más de 2 millones de habitantes en un país que tiene un total de 17 millones. Aunque Quito ya no es la ciudad más grande del Ecuador, su condición de capital y sede de los poderes del Estado siempre le ha dado una importancia decisiva en las elecciones, y esta vez terminó favoreciendo a la derecha. Sin embargo, el voto capitalino suele ser muy volátil, como se ha visto en esta ocasión apoyando al conservadurismo, cuando hace un año, en las elecciones municipales y regionales, dio el triunfo a la izquierda.
En esto ha tenido que ver, sin duda, la crisis de seguridad pública y violencia a nivel nacional, que colocó en mejor posición a las tendencias conservadoras, que unificaron su discurso y su propuesta en el eje punitivo aunque, paradójicamente, fue en la gestión del derechista Guillermo Lasso cuando se agravaron los problemas de criminalidad y narcotráfico, y fue durante las presidencias de Rafael Correa que el país tenía muy buenos ratios en protección de la ciudadanía. Sin embargo, los poderes fácticos (económico y mediático) abiertamente enfrentados al correismo representado por la candidata Luisa Gonzáles, realizaron una sistemática labor para terminar inclinando la balanza a la derecha.
Luisa Gonzáles realizó una campaña con una gran dosis de sacrificio personal y despliegue en el territorio, pero le perjudicaron los montajes que, tanto en medios como en redes sociales, se masificaron acusando al partido correista “Revolución Ciudadana” tanto de ser parte de la trama de violencia, como de querer hundir la economía “desdolarizando”, vale decir priorizando la moneda nacional frente al dólar. En este último aspecto no hay que olvidar que durante los gobiernos de la izquierda, no se implementó tal “desdolarización” por lo que no tenía sentido efectuarla en las peores condiciones actuales. Y respecto al asesinato de líderes políticos, el correismo perdió también a cuando menos dos de sus representantes a manos de sicarios, por lo que las acusaciones eran simplemente injuriosas.
Pero no todas fueron malas noticias para la izquierda. Gonzáles ganó en la ciudad más poblada del Ecuador, Guayaquil. Además, “Revolución Ciudadana” sigue siendo el partido político más grande del Ecuador, pero tendrá que lograr más alianzas, tanto políticas con otras expresiones de la izquierda, como sociales con movimientos indígenas, de trabajadores y de los sectores urbano-populares.
Para el presidente electo Noboa ahora corre el tiempo de transición gubernamental hacia su posesión en diciembre de este año. Luego asumirá un gobierno de corta duración hasta mayo del 2025, para así completar el mandato del banquero Guillermo Lasso, que dimitió para forzar a estas elecciones. La presidencia de Noboa estará caracterizada por la presión ciudadana para el cumplimiento de sus promesas de campaña, por lo que deberá resolver el problema de recursos económicos, una vez que se cerró la posibilidad nuevos préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya le prestó a Lasso. Nuevos impuestos y disminuir la subvención a los carburantes son opciones que se barajan, y ambas tienen un costo político.