Haití ocupa en el mar Caribe la mitad de la segunda isla más grande de las Antillas, colonialmente llamada La Española. La otra mitad es la República Dominicana. Tiene una población cercana a los 12 millones de habitantes, siendo por tanto la nación más poblada (superando por poco a Cuba) de los 13 países que forman la América insular.

La historia de este país es apasionante y dramática. En 1804, su líder Toussaint Loverture dirigió la lucha contra los ejércitos franceses enviados por Napoleón, derrotándolos y fundando la primera república independiente de América Latina. Era una república negra en la que de inmediato se prohibió la esclavitud, siendo también Haití el primer país en abolirlo en la era moderna, aunque en las enciclopedias de historia eurocéntrica atribuyan el logro a Inglaterra. En verdad lo que los británicos efectuaron en 1807, tres años ya lo habían hecho los haitianos.

Pero lo que inició de forma tan auspiciosa fue degradándose durante el siglo diecinueve, al convertirse Haití en un país estigmatizado y aislado por los nuevos países que se independizaban, como la Gran Colombia de Simón Bolívar, que dio la espalda a los haitianos olvidando todo el respaldo que recibió de la isla libertaria.

Durante el siglo veinte, Estados Unidos la ocupó por primera vez entre 1915 a 1934, y por segunda vez en 1994, precedida por una misión de paz de la ONU. Recordemos que en 1991, un sacerdote católico –Jean Baptiste Aristide- que se proponía realizar reformas sociales, fue derrocado dando lugar a un período de turbulencias que llevó a la intervención.

En este siglo veintiuno, la historia de regímenes dictatoriales, intentos de democratización, inestabilidad crónica y violencia se ha agudizado, particularmente en los últimos años, luego de que el intento pacifista y de lucha contra el crimen del presidente Jovenel Moisse, un joven empresario con ideas liberales que gobernó Haití entre 1917 y 1921, concluyera con su brutal asesinato en julio de 2021.

La investigación del magnicidio ocurrido en la residencia presidencial de la capital Puerto Príncipe, tomó recientemente impulso por la confesión del militar colombiano Germán Rivera, que admitió haber dirigido al grupo de mercenarios que realizó la operación de muerte. Este fue un gran avance en el caso radicado en un juzgado de Florida, en Estados Unidos; quedó así claro que Rivera reclutó y organizó a 28 sicarios, 26 de ellos colombianos,

Ese crimen fue planificado y financiado por narcotraficantes haitianos y extranjeros a los que Moisse estaba a punto de denunciar. Desde entonces la autoridad del gobierno se debilitó, incrementándose el poder de las bandas criminales armadas que tomaron el control territorial en casi todo el país, causando innumerables violaciones a los derechos humanos.

La situación es tan grave que ha sido el primer ministro Ariel Henry, a nombre del gabinete de ministros de Haití, que de manera formal solicitó hace unos días en la Asamblea General de la ONU, una misión humanitaria internacional para su país, que ayude a retomar el control territorial, así como a neutralizar y perseguir a las bandas criminales.

Ariel Henry informó que se ha convocado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para que se apruebe el despliegue de una fuerza multinacional. Para tal efecto, Henry hizo entrega de un proyecto de resolución y ha logrado el respaldo de varios países, que forman parte del Consejo y que también consideran urgente e imprescindible una acción de la comunidad internacional.

El gobierno de los Estados Unidos, a través de su jefe diplomático Antony Blinken, se ha sumado a la iniciativa luego de varios meses de pasividad de Washington. El gobierno de Kenia se ha ofrecido para dirigir la misión internacional, con un contingente de 1000 efectivos de sus fuerzas de seguridad. El secretario de asuntos exteriores keniano Alfred Nganga Mutua, ha confirmado que varios países –al menos 12- serán parte de la misión, estando entre ellos Jamaica, Bahamas, Antigua y Barbudas. Francia y Canadá también evalúan su participación.

Pese a la insistencia de Haití, la misión estaría desplegándose hasta fin de año.