El operativo interinstitucional de mil 500 elementos avanza sobre la región de la Sierra Mariscal para reestablecer el orden y los servicios.

26/09/2023 (Ciudad de México). Este fin de semana, presuntos miembros del Cártel de Sinaloa hicieron presencia en el municipio de Frontera Comalapa a través de un “desfile” que realizaron entre ovaciones y gritos de “¡Puro Sinaloa!” por parte de la población. Presuntamente, la organización habría llegado a levantar bloqueos que grupos aliados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantenían en el lugar.

En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó el despliegue de cerca de 800 elementos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano en los municipios de la frontera sur de Chiapas, quienes han avanzado entre los municipios de la Sierra Mariscal, buscando restablecer el orden.

Los elementos fueron movilizados desde Comitán y La Trinitaria, contando con helicópteros de la Secretaría de Protección Civil, 52 vehículos terrestres y dos grúas para abrirse paso entre los bloqueos. Además, al despliegue de las fuerzas federales se sumó la Policía Estatal, conformando una fuerza de aproximadamente mil 500 elementos del operativo interinstitucional.

Según lo señalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el operativo interinstitucional se acompaña por personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues también tiene como meta el restablecimiento del servicio eléctrico en aquellas comunidades en donde las organizaciones criminales hubieran hecho el corte.

En el municipio de La Grandeza, las fuerzas desplegadas dispersaron a la población que llevaba a cabo los bloqueos mediante el uso de gases lacrimógenos. Según se ha señado en medios, los bloqueos habrían sido colocados por aliados al Cártel de Sinaloa en la comunidad. Entre gritos, los sujetos que mantenían los bloqueos pidieron a las fuerzas federales acudir a Frontera Comalapa en donde se encontraría la Fundación MAIZ, una presunta fachada para la operación del CJNG.

Durante los últimos meses, la fundación MAIZ habría llevado a cabo trabajo de vinculación con tortillerías locales y otros negocios para, posteriormente, extorsionarlos en nombre del CJNG. A ello, se sumaría la presión ejercida durante las últimas semanas por presuntos miembros de esta organización criminal a través de los bloqueos y la violencia que prácticamente han mantenido a la población de Frontera Comalapa y Motozintla en estado de sitio. Además, se ha cortado el suministro de víveres, así como la luz eléctrica y el agua en varias comunidades.

Una fuente que se encuentra en Motozintla que pidió no revelar su nombre confirmó a De Raíz Media que aún no se ha reestablecido el orden en este municipio, como tampoco en Frontera Comalapa. En ese sentido, pareciera que las fuerzas del Estado avanzan lentamente en la región fronteriza y aún resta que lleguen a los dos municipios en donde se observa el mayor conflicto. No obstante, el servicio de luz comienza a reestablecerse en algunas de las comunidades.

Destaca que algunos periodistas se han negado a difundir información, ya sea porque no cuentan con las garantías por parte de las autoridades para sentirse a salvo, ya sea porque no quieren participar en la reproducción de lo que se interpreta como propaganda de los cárteles del crimen. Sobre este último punto, varios especialistas respaldan la versión de que el desfile del Cártel de Sinaloa fue un acto de “propaganda” para legitimar su entrada en la región o, incluso, que se trata de una operación psicológica.

El presidente, por su parte, también ha señalado que se trata de ejercicios propagandísticos, pero para difundir una versión exagerada o amplificada de la violencia armada y el control territorial de los grupos de la delincuencia organizada y así afectar a su gobierno.

En ambas versiones, se han destacado las prácticas de las organizaciones criminales de reclutamiento forzoso entre la población para que ésta funja como “carne de cañón”, colocándolos en los bloqueos que detienen el avance de sus adversarios. También se han denunciado las condiciones de precariedad en las que vive la mayoría de la población en la frontera chiapaneca, las cuales favorecen el reclutamiento, la intimidación y la presión de las organizaciones criminales en su contra.

Según lo que nos señaló nuestra fuente anónima, la situación ha sido crítica durante los últimos meses, llevando a algunos a pensar en migrar para evadir la violencia: “Porque ya no vemos claro. La gente inocente, además, de bajos recursos… viene ahora la violencia, y todos estamos pensando en migrar, tal cual cuando en 1990 migramos a Estados Unidos para no morir de hambre, ahora lo haremos para no morir de hambre, aunado para no morir de un balazo, aunque no la debamos.”