En respuesta a esta situación, el Gobierno de México ha tomado medidas de atención inmediata para abordar los desafíos migratorios, como el fortalecimiento de la red consular en Estados Unidos o la instalación de albergues y centro de atención a migrantes en los estados fronterizos, además de una serie de beneficios sociales y de integración.

28/01/2025 (Ciudad de México). Durante la primera semana del segundo mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, México recibió a 4 mil 94 personas deportadas, en su mayoría ciudadanos mexicanos. Durante su habitual conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que, a pesar de las estrictas políticas migratorias implementadas por la administración Trump, no se ha observado un incremento significativo en el número de deportaciones en comparación con periodos anteriores, subrayando que “es un número que en otras ocasiones ha tenido el país”.

En respuesta a esta situación, el Gobierno de México ha tomado medidas de atención inmediata para abordar los desafíos migratorios, como el fortalecimiento de la red consular en Estados Unidos o la instalación de albergues y centro de atención a migrantes en los estados fronterizos, además de una serie de beneficios sociales y de integración.

En el ámbito diplomático, desde el 21 de enero, tras una llamada telefónica entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, se estableció un grupo de trabajo bilateral enfocado en la migración. Integrado por distintas dependencias federales mexicanas, ha sostenido reuniones virtuales con autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), dependencia estadounidense encargada de recibir vía remota solicitudes de asilo, y con ello atender al flujo migratorio de una manera ordenada.

Entre los temas abordados por este grupo, ambos gobiernos han acordado fortalecer los mecanismos de deportación respetando los derechos humanos de los migrantes, especialmente de los mexicanos repatriados. Este acuerdo busca garantizar que las deportaciones se realicen de manera ordenada y humanitaria, respetando la dignidad de las personas involucradas.

La relación México-Estados Unidos

Las repatriaciones no son un fenómeno nuevo en la relación entre México y Estados Unidos. A lo largo de las administraciones pasadas, tanto mexicanas como estadounidenses, se han realizado deportaciones de ciudadanos mexicanos y de otras nacionalidades. En este sentido, el gobierno mexicano ha reiterado su compromiso de recibir a todas las personas mexicanas repatriadas desde territorio estadounidense con los brazos abiertos.

Por otro lado, la presidenta Sheinbaum ha destacado que México y Estados Unidos están obligados a mantener una buena relación basada en la defensa de la soberanía y el respeto mutuo. En este mismo sentido, el canciller De la Fuente ha manifestado que el actual grupo de trabajo bilateral no sólo busca atender los desafíos inmediatos de la migración, sino también ampliar la agenda hacia otros aspectos fundamentales en la relación México-Estados Unidos.

Desde las primeras declaraciones antimigrantes del presidente Donald Trump, Sheinbaum ha señalado que el diálogo y la cooperación entre ambos países son esenciales para garantizar procesos migratorios ordenados y respetuosos hacia las personas migrantes. Bajo esta lógica, desde la toma de protesta del magnate neoyorquino se han implementado mecanismos para preguntar a los mexicanos repatriados si han sufrido violaciones a sus derechos humanos durante el proceso de deportación, y en caso de ser necesario, presentar denuncias en los tribunales de Estados Unidos.