Por Iván García.
20/09/2024 (Ciudad de México). Más de 500 mil libros han sido retirados del préstamo como resultado del caso Hachette contra el Internet Archive, la demanda de los editores contra esta biblioteca digital. Esta batalla legal no solo cuestiona la legalidad de sus acciones, sino que también pone en el centro del debate la ética de preservar el conocimiento en una era dominada por intereses comerciales.
El Internet Archive, conocido por su vasto repositorio de libros, textos y archivos digitales, ha sido objeto de un ataque coordinado por las grandes editoriales. En 2020, la organización lanzó la “Biblioteca Nacional de Emergencia” para proporcionar acceso gratuito a libros digitales durante el confinamiento por la pandemia. Esta iniciativa, destinada a facilitar el acceso a materiales esenciales cuando las universidades y bibliotecas estaban cerradas, ha sido acusada de violar derechos de autor por las grandes editoriales Hachette, HarperCollins, Penguin Random House y Wiley.
La Corte de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York ha dictado que el Internet Archive, al no mantener una proporción 1:1 entre los libros físicos y las versiones digitales, ha cometido una infracción de derechos de autor. Según la corte, el acceso ilimitado a los libros digitales se asemeja a la piratería, a pesar de las intenciones altruistas de la organización. Como resultado en 2023, más de 500 mil libros de su colección comenzó a aparecer como “no disponibles actualmente para préstamo”, incluyendo más de mil 300 libros que han sido prohibidos en distintos países y a los que no se puede acceder por medios legales.
El ataque legal contra el Internet Archive no se limita a los libros. La organización también enfrenta demandas por parte de compañías discográficas debido a su Proyecto Great 78, una iniciativa para preservar grabaciones históricas en discos de 78 RPM. Este proyecto, que busca salvar grabaciones de músicos icónicos como Frank Sinatra y Ella Fitzgerald, está siendo acusado de operar como una tienda ilegal de discos, con posibles daños que podrían superar los 400 millones de dólares. Aquí, nuevamente, los intereses comerciales de las grandes discográficas parecen prevalecer sobre el valor de la preservación cultural.
Este fallo no solo representa un grave retroceso para la preservación del conocimiento, sino que también marca una victoria para las grandes corporaciones que ven el acceso a la información como una amenaza a sus intereses comerciales. Aunque el Internet Archive ha enfrentado decisiones judiciales en su contra, el debate sobre la ética de su trabajo es fundamental. Durante la pandemia, la Biblioteca Nacional de Emergencia proporcionó acceso a libros que de otro modo habrían estado fuera del alcance de muchos, potencialmente salvando vidas en áreas críticas como la salud. Desde una perspectiva ética, ofrecer acceso a información vital en tiempos de crisis es no solo loable, sino absolutamente necesario. El Internet Archive y la WaybackMachine son bastiones contra la pérdida de conocimiento, y su desaparición sería equivalente a una quema moderna de la Biblioteca de Alejandría, un devastador golpe a nuestra herencia cultural y educativa. La situación actual del Internet Archive nos llama a todos a defender la preservación del conocimiento y la cultura. La batalla legal que enfrenta es crucial para el derecho a conservar y acceder a la información. Encontrar un equilibrio entre la legalidad y la preservación es más urgente que nunca. Esta crisis subraya la importancia de proteger estos recursos frente a las presiones corporativas y restricciones legales. El futuro de la preservación digital está en juego, y es imperativo que se encuentren soluciones que permitan mantener estos esfuerzos vitales. Mientras tanto, la comunidad global debe permanecer alerta y comprometida en la defensa de estos recursos esenciales para la humanidad.