03/06/2024 (Ciudad de México). La sociedad mexicana ejerció su derecho a decidir el pasado 2 de junio. Más allá de la victoria de Claudia Sheinbaum y de que una mujer asuma por primera vez la presidencia de México, la cual obtuvo una ventaja histórica y que contará con mayoría calificada en el Congreso, a niveles estatales también hubo resultados destacables que marcarán el panorama político por los siguientes seis años, al menos.
Siete de las nueve entidades en disputa se definieron por la alianza entre los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), “Sigamos haciendo historia”.
De acuerdo con el conteo rápido, los triunfos se distribuyeron de la siguiente manera: En Chiapas, Eduardo Ramírez, con el 80.8%; en la Ciudad de México, el triunfo fue para Clara Brugada, con el 51.1%; Margarita González será la gobernadora de Morelos, con el 48.1%; en Puebla, la victoria fue para Alejandro Armenta, con el 60.2%; en Tabasco, Javier May, con el 80.5%; en Veracruz, Rocío Nahle resultó electa con 59.4%; y en Yucatán, Joaquín Díaz, con 49%.
Mientras tanto, Jalisco es retenido por Movimiento Ciudadano, con Pablo Lemus obteniendo el 43.8%, mientras que Guanajuato se mantiene en manos de la alianza entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), con Libia García como gobernadora electa, quien obtuvo un nada despreciable 51.2% de las votaciones.
De esta manera, la alianza MORENA-PT-PVEM pasará a gobernar 25 de las 32 entidades federativas en nuestro país, lo que afianza al partido del presidente como la primera fuerza política del país. De tal suerte, representa una oportunidad única para la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, al contar con la gran mayoría de los gobiernos estatales como parte de una misma fuerza política.
Ello puede favorecer la colaboración entre los distintos niveles de gobierno y la ejecución de determinadas políticas públicas. Es el caso del sistema IMSS-Bienestar, que hasta ahora se ha implementado exclusivamente en aquellos estados gobernados por MORENA, mientras que los gobiernos opositores se han negado a adoptarlo. Además, la colaboración entre distintos niveles de gobierno en seguridad pública puede incentivar una reducción en la inseguridad.
En la Ciudad de México, Puebla, Chiapas, Tabasco y Veracruz, el triunfo de MORENA representa el respaldo de la sociedad a las administraciones morenistas actuales, algunas superando el 80% de las preferencias. En Morelos, por su parte, ocurre una transición meramente formal, pues el gobierno encabezado por Cuauhtémoc Blanco pertenecía a un partido aliado con MORENA, el Partido Encuentro Social.
El caso de la Ciudad de México sobresale, primero, por ser la capital del país, pero también por la difusión de un temor entre los simpatizantes de la izquierda acerca de una supuesta “derechización” de la capital mexicana, como se sugirió en muchos medios de comunicación y en la propia campaña de Santiago Taboada. Sin embargo, Clara Brugada no sólo ganó con una amplia ventaja (más de 10%, según el conteo rápido), sino que su alianza pasará a gobernar 11 de las 16 alcaldías, recuperando dos de las que había perdido en 2021, Tlalpan y Azcapotzalco.
Otro de los resultados destacables es el de Yucatán, pues se trata de un estado gobernado durante los últimos dos periodos por el PAN y, previamente, por el PRI, ambos hoy partidos opositores considerados conservadores. Esto quiere decir que el triunfo del partido guinda representa la primera alternancia hacia la izquierda electoral para el estado peninsular.
No obstante, la alianza opositora entre el PRI, el PAN y el PRD, mantuvo las preferencias en el conservador Guanajuato. Estos partidos mantienen, además, otros estados bajo su control, aunque algunos de manera individual: el PAN en Chihuahua, Aguascalientes y Querétaro; mientras que el PRI en los estados de Coahuila y Durango.
Por otra parte, en Jalisco, la elección por MC representa la continuidad partidista. Sin embargo, su actual gobernador, Enrique Alfaro, se deslindó públicamente del grupo político al que pertenece el gobernador electo, Pablo Lemus, además de que renunció al partido y prometió su retiro de la política una vez que concluya su periodo. El partido naranja también conservará Nuevo León, con Samuel García como actual titular del ejecutivo estatal.