Una vez más, la DEA emite declaraciones con las que busca cuestionar la capacidad del actual gobierno de México para combatir a los cárteles del narcotráfico. Ahora, la agencia asegura que grupos delictivos podrían infiltrar al Poder Judicial de llevarse a cabo la reforma constitucional que impulsa López Obrador.
19/06/2024 (Ciudad de México). “La opinión de la DEA [agencia anti drogas de Estados Unidos] se toma en cuenta, pero ellos deben actuar con prudencia porque México es un país independiente”, respondió el presidente López Obrador ante los señalamientos de esta agencia ante una eventual infiltración del crimen organizado con la elección popular de jueces, magistrados y ministros propuesta por la Reforma Judicial.
Además, el mandatario cuestionó sobre la autoridad con la que una agencia extranjera pretende “decidir sobre los asuntos que le corresponden a los mexicanos”, especialmente en temas de carácter judicial.
A modo de contraste, el titular del Ejecutivo mexicano señaló que este tipo de intromisión sería como si él opinara sobre la ampliación de los plazos para sentenciar a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de México con el ex presidente Felipe Calderón, y quien presuntamente cometió actos delictivos en México, pero que ya ha sido encontrado culpable por el sistema de justicia de Estados Unidos por los delitos cometidos en aquel país.
“Pero no me corresponde meterme en eso, tienen ellos su procedimientos. Entonces nada más que sean más prudentes, más respetuosos y lo decimos en buen plan”, declaró.
Los intereses de Estados Unidos en México
Ésta no es la primera vez que López Obrador impone un alto a las insinuaciones de la DEA. En el presente año, esta agencia estadounidense ha utilizado diversos informes y declaraciones en las que ponen en duda la capacidad del gobierno mexicano para enfrentar al crimen organizado agrupado en cárteles del narcotráfico.
Durante este sexenio, dicha agencia ha tenido que replegar sus acciones de inteligencia en México ante el reclamo de soberanía exigido por López Obrador, quien en diferentes ocasiones ha señalado el sometimiento que anteriores administraciones mantenían frente a las políticas impuestas desde Washington.
Estas acciones impulsadas por la DEA en suelo mexicano invariablemente se centraron en un ataque frontal y bélico en contra de las organizaciones del narcotráfico, mismas que, de la mano de García Luna y la operación Rápido y Furioso, desataron una violencia nunca antes vista en México. Contrario a esto, desde 2018 la política de combate no ha sido no atacar con violencia a estos grupos criminales, sino socavando su capacidad de reclutamiento entre los jóvenes.
Los continuos golpeteos de la DEA
Previo al inicio de las campañas electorales de México, tres medios de comunicación extranjeros sincronizaron publicaciones para vincular al actual presidente de México con el narcotráfico, siendo relevante que todas ellas partieron de declaraciones hechas por agentes de la DEA sin prueba alguna para sustentarlas salvo la existencia de supuestos informantes que tampoco aportaron pruebas.
Por este caso de difamación, el mandatario mexicano ha pedido a uno de los periodistas de estos medios que informe sobre si sus reportajes sobre este tema fueron solicitados por la agencia o por algún otro organismo. Sin embargo, no ha obtenido respuestas.
Otro caso utilizado para desprestigiar al actual gobierno se dio durante el último mes de las campañas electorales, cuando esta misma agencia emitió un informe en que señala que los cárteles mexicanos de la droga están en el centro de la crisis por fentanilo que padece Estados Unidos.
Si bien el informe reconoce que su territorio ha sido penetrado por estas organizaciones criminales, el foco del informe se encuentra en el incremento de la fuerza que el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han desarrollado desde el suelo mexicano, responsabilizando indirectamente el gobierno en turno.
Por este informe, el tabasqueño les recordó que esta información ya era conocida por las agencias de inteligencia estadounidense, incluso desde los años en los que ésta colaboraba estrechamente con García Luna, y, sin embargo, su gobierno nunca ha actúa para contrarrestar el influjo de las drogas entre su población.
Finalmente, otro ejemplo de golpeo político se encuentra en la afirmación hecha el año pasado sobre el supuesto reclutamiento de casi 40 mil personas en las filas de los cárteles más poderosos de México, el CDS y el CJNG. Por su parte, el mandatario mexicano cuestionó dicho informe y solicitó a la directora de la DEA, Anne Milgram, las fuentes o las pruebas que tienen al respecto, pero éstas nunca fueron reveladas.