10/06/2024 (Ciudad de México). En Europa, las elecciones para la Eurocámara de 720 escaños confirmaron la tendencia al fortalecimiento de los partidos de extrema derecha, que en algunos países como Italia, Alemania, Bélgica, Francia o Austria aumentaron notablemente su votación, aunque sin alcanzar su objetivo de ser la primera fuerza europea, que seguirá teniendo la derecha liberal representada por la actual presidenta del Consejo Europeo, Úrsula von der Leyen.
Veamos algunos casos relevantes por su importancia geopolítica.
En Francia, se confirmó que el desgaste gubernamental producido por las grandes movilizaciones de agricultores que ocuparon París y varias otras ciudades,terminaron potenciando a la extrema derecha nacionalista y proteccionista. Esto explica el avance inusitado del partido “Agrupación Nacional” de la ultraderechista Marine Le Pen, que dobla en votos a “Renacimiento” del presidente francés,Emmanuel Macron.
En Alemania, aunque la “Unión Demócrata Cristiana”, a la que pertenece la actual presidenta del Consejo Europeo, Úrsula von der Leyen, ha sido la opción más votada, la sorpresa de la jornada la dio el partido neofascista “Alternativa por Alemania” que se convirtió en el segundo partido alemán, superando al “Partido Social Demócrata” del actual canciller Olaf Scholz. Cerca, en Austria, el “Partido de la Libertad”, ultraderechista, logró posicionarse en primer lugar, superando por poco a la derecha moderada del “Partido Popular”, afín a Von der Leyen.
En Italia, el partido neofascista “Hermanos de Italia”, de la primera ministra Giorgia Meloni, ganó las elecciones, por delante de “Alianza Nacional”, un partido afín al bloque europeo derechista moderado.
En España, el “Partido Popular” de derechas ganó las elecciones, quedando en un cercano segundo lugar el “Partido Socialista Obrero Español” del actual presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Vox, de extrema derecha, quedó en tercer lugar.
Fueron avances de la ultraderecha que, se dieron a costa de un retroceso del movimiento verde ecologista, de las formaciones moderadas y centristas como los socialdemócratas y los liberales en algunos países que, sin embargo, por su peso demográfico o industrial, son los que más representación legislativa tienen. Como dato hay que mencionar que, en la distribución de eurodiputados aprobada en septiembre de 2023 por el Consejo Europeo, de los 720 escaños, 96 le corresponden a Alemania, 79 a Francia, 76 a Italia y 59 a España.
Por esta razón, algunos triunfos logrados por la izquierda, aún siendo relevantes, se pierden en el conjunto. En Portugal ganó el “Partido Socialista”, en Rumania triunfó el “Partido Social Demócrata” que gobierna en coalición con los liberales. En Suecia, el izquierdista “Partido Socialdemócrata” obtuvo el primer lugar. En Países Bajos, los laboristas de izquierda ganaron la mayor parte de la representación.
Pasados los comicios, comienzan a sentirse las primeras consecuencias políticas.
En Bélgica, donde ganó la ultraderecha separatista flamenca de “Vlaams Belang” derrotando a los “Liberales y Demócratas Flamencos” que gobiernan pero que quedaron en un sorprendente tercer lugar, tuvo que dimitir el primer ministro liberal Alexander De Croo.
En Francia, segunda potencia industrial y política de la Unión Europea, el presidente Emmanuel Macron, tuvo que disolver el Parlamento conformado por la Asamblea Nacional (diputados) y el Senado, y convocó a elecciones legislativas para el 30 de junio, a pocos días de celebrarse en París los Juegos Olímpicos.
Aunque no afectará su presidencia que dura hasta 2027, Macron efectúa con esta convocatoria una audaz jugada, confiado en que su bloque de derecha liberal moderada reconquistará la votación de quienes ayer se abstuvieron. La tasa de participación electoral sólo llegó al 49,2% del electorado.