Se distribuirán en 10 entidades federativas

30/05/2024 (Ciudad de México). Este domingo 2 de junio se llevarán a cabo las elecciones consideradas las “más grandes de la historia” en México, ya que la ciudadanía decidirá sobre 20 708 cargos, lo que implica la renovación de la mayoría de los espacios para la toma de decisiones del Estado mexicano. Como ya es tradición, se ha conformado exitosamente una misión robusta de observadores electorales internacionales, legalmente denominados “visitantes extranjeros”, quienes vigilarán las elecciones.

Durante la tarde del 29 de mayo fue presentada al público la Misión Observación Internacional de Transparencia Electoral y, para conformarla, se emitió una convocatoria por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) que fue cerrada el pasado 22 de mayo. Como resultado, se aprobó un total de 45 visitantes de 19 países distintos, quienes se distribuirán entre diez entidades de la república en grupos de cuatro o cinco personas para vigilar que las elecciones se desarrollen como indican los estándares internacionales. 

Durante la presentación de este miércoles, José Miguel Insulza, líder de la Misión de visitantes extranjeros y exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), se mostró preocupado por dos principales problemas que podrían afectar los comicios de este domingo: por un lado, la desinformación y, por otro, la violencia electoral, que hasta este jueves había cobrado la vida de, al menos, tres decenas de aspirantes a cargos de elección popular. 

Cabe destacar que las entidades que contarán con visitantes extranjeros son la Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Puebla, Veracruz y Yucatán, varias de ellas marcadas por la violencia electoral durante este periodo de campañas electorales. 

Los observadores o visitantes extranjeros tienen la facultad de rendir informes y celebrar actividades que promuevan el voto o la democracia, pero no de participar o dirigir eventos proselitistas. Además, también pueden solicitar entrevistas o información vinculada con el proceso electoral a las autoridades participantes, lo cual se extiende a cualquiera de sus etapas.  

A pesar de esta prohibición y de la veda electoral, algunos visitantes extranjeros pertenecientes al espectro político de la socialdemocracia y que participarán en la observación internacional para este 2 de junio, han acudido a un evento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) este jueves 30 de mayo. En este evento, Jesús Zambrano, líder del opositor PRD, aprovechó la presencia de los visitantes para denunciar una supuesta “elección de Estado” sin fundamento. 

En América Latina, la tradición de la observación electoral por actores extranjeros se comenzó a institucionalizar en la década de los ochenta del siglo pasado, luego del proceso de democratización y la consecuente disolución de los regímenes autoritarios en gran parte del Cono Sur. Después de las experiencias dictatoriales, los latinoamericanos han tendido a defender las elecciones, así como propiciar que las instituciones encargadas de ellas actúen imparcialmente. 

En México, los primeros ejercicios de observación de las elecciones ocurrieron en ​Baja California y Yucatán, en 1968 y 1969, respectivamente. Sin embargo, fue hasta 1994, luego de la reforma electoral, que se incluye a los visitantes extranjeros como observadoresen la normativa mexicana. Desde entonces, la entidad encargada de la organización de las elecciones – primero como Instituto Federal Electoral (IFE), luego como INE– recibe elección tras elección a distintos actores extranjeros para vigilar los comicios en nuestro país, los cuales, cabe aclarar, también cuentan con poco tiempo ejerciéndose de una maneralibre y democrática.  

Hasta las elecciones de este 2024, se han nombrado 6770 visitantes extranjeros de 114 diferentes países, entre especialistas, autoridades y ciudadanos. Para esta ocasión, además de Miguel Insulza, también estará presente la expresidenta de la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos, Ann M. Ravel, y el expresidente y CEO de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, Jean-Pierre Kingsley.