26/04/2024 (Ciudad de México). En Estados Unidos y Canadá, en lo que es la mayor ola de protestas nacionales universitarias desde el asesinato de George Floyd y el “Black Lives Matter” del año 2020, crece día a día el número de universidades donde se han instalado campamentos de jóvenes que apoyan a Palestina. Las consignas más repetidas del movimiento apuntan a exigir el alto al fuego inmediato en Gaza, y denunciar como un crimen el apoyo económico y militar de los Estados Unidos al gobierno de Israel. 

La “City University of New York” (CUNY) se ha convertido en una especie de centro general del movimiento, el lugar donde se discuten en masivas asambleas con presencia de estudiantes y profesores los objetivos del movimiento. 

De ese campus universitario están saliendo novedosos planteamientos como “desinvertir inmediatamente en todas las empresas cómplices del genocidio imperialista-sionista, incluidas las de armas, tecnología y vigilancia, así como las de construcción civil”. O la necesidad de implementar un boicot académico e investigativo a Israel, “prohibiendo y cancelando todas las formas de cooperación con instituciones académicas israelíes, incluyendo eventos, actividades, acuerdos y colaboraciones de investigación”. También se aprobó la necesidad de lograr más adhesiones solidarias a la lucha del pueblo palestino, “publicando una declaración afirmando el derecho del pueblo palestino a la liberación nacional y el derecho al retorno a sus tierras”.

La represión es la única respuesta gubernamental a estas movilizaciones, coincidiendo las autoridades del partido republicano y del partido demócrata en ordenar a la policía que tome las universidades en las que casi 300 jóvenes fueron detenidos . “No podemos permitir que este tipo de odio y antisemitismo florezca en nuestros campus, hay que detenerlos en seco. Quienes perpetran esta violencia deben ser detenidos”, ha dicho Mike Johnson, el republicano presidente de la Cámara de Representantes, cuando visitó la prestigiosa Universidad de Columbia, en la que trató de conversar con los estudiantes y terminó abucheado.

Pero no se crea que el partido demócrata es más abierto a la crítica social. Kathy Manning, una congresista demócrata, dijo estar estupefacta por las protestas y pidió al gobierno que “se asegure de que las universidades tomen las medidas necesarias para que los estudiantes y profesores judíos estén seguros”. 

La acusación de “antisemitismo”, que en sentido amplio significa la hostilidad al pueblo judío, se está utilizando para deslegitimar la condena al genocidio en Gaza. Los universitarios neoyorquinos en su Asamblea declararon que acusar de antisemitas a las movilizaciones constituye una muestra poco ética de una mentira autoritaria, ya que el problema no es con el pueblo judío sino con el gobierno de Israel, y que las movilizaciones universitarias han sido y seguirán siendo pacíficas, constando al pueblo de Estados Unidos que los que han llevado violencia a los campus han sido las autoridades que ordenaron la persecución policial.

Ya son 41 campamentos reportados en 38 centros de estudios universitarios, la mayor parte en la costa este de los Estados Unidos, pero a la que se están sumando rápidamente las universidades de la costa oeste, y ahora también Estados sureños en los que no solían darse este tipo de protestas, como Texas o Tennessee.

Hace rato ya estaba presente la indignación por las terribles imágenes televisivas y que circulan en redes sociales del genocidio cometido por el ejército israelí en la Franja de Gaza, pero las gotas que rebalsaron el vaso fueron el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al reconocimiento de Palestina como Estado con plenos derechos, y la aprobación en el Congreso de los Estados Unidos, de un paquete de apoyo a Tel Aviv por 26.000 millones de dólares, que incluye un fondo de 9.000 millones de dólares destinado a “necesidades humanitarias”. 

Aunque las manifestaciones son igualmente contrarias a republicanos y a demócratas, está aún por verse cuál será su impacto electoral en el voto joven para los comicios de noviembre de este año.