En esta cárcel estuvieron mujeres que participaron en el movimiento estudiantil de 1968 y excombatientes de las guerrillas de los setenta y ochenta pero también presas comunes. Actualmente, se encuentra el plantel Casa Libertad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y la Preparatoria 1. Lo que se busca con este lugar es reconocer que se cometieron graves violaciones a los derechos humanos de las presas, rendir homenaje y evitar la repetición.
14/03/2024 (Ciudad de México). En el plantel de Casa Libertad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), ubicado en la alcaldía Iztapalapa, se inauguró un sitio de memoria en sus instalaciones basadas en la antigua cárcel de Mujeres en Santa Martha Acatitla.
La inauguración contó con la presencia de autoridades de la Universidad como la Coordinadora del plantel, Patricia Bermúdez Cruz, cuerpo académico, vecinos de San Miguel Teotongo y mujeres que estuvieron presas.
Se trata de un espacio en donde se exponen objetos de quienes estuvieron presas, fotografías y pinturas en las antiguas celdas. También contará con un archivo, talleres y cursos. En el lugar los antiguos muros fueron intervenidos por los universitarios con dos enormes murales.
Rogelio Estrada Pardo, promotor del sitio de memoria, sostuvo que desde el 2007 comenzó a reunirse el trabajo histórico de este espacio. El académico enfatizó que lo emblemático de este lugar radica en que a este cárcel fueron traídas las estudiantes del movimiento de 1968, las guerrilleras y luchadoras sociales, pero también mujeres comunes que fueron encarceladas injustamente.
El académico recordó que también tiene un valor simbólico, porque este antiguo centro de reclusión pasó a ser un espacio educativo para los jóvenes, gracias a la lucha de la comunidad de San Miguel Teotongo.
La Antigua Cárcel de Santa Martha Acatitla abrió sus puertas en el año 1957. Esta construcción tardó seis meses en construirse y la obra estuvo dirigida por el español Ramón Marcos Noriega.
El terreno de Santa Martha Acatitla abarcó un millón y medio de metros cuadrados, de los cuales sólo se edificaron 100 metros y el resto fue destinado a plantaciones agrícolas y campos deportivos. Fue destinada a mujeres, dado que Lecumberri estaba sobrepoblado y era mixto, por lo que se buscó separar a hombres y mujeres en distintos centros de readaptación.
Operó hasta 1982 cuando se cerraron las puertas de la cárcel. El gobierno proyectó construir una cárcel más grande en estos terrenos, pero los habitantes de San Miguel Teotongo se opusieron y lograron que fueron destinados a espacios educativos.
En 1990 este terreno se utilizó para la construcción del plantel 1 de la preparatoria de la Ciudad de México; fue inaugurado en 1999 por el entonces jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas. Más tarde, en 2001, se funda el plantel Libertad de la Universidad de la Ciudad de México (UCM).
“La comunidad dijo basta, queremos educación y que nuestros hijos sean de otra manera, no más cárceles ni represión, ¡Prepa sí, cárcel no! ‘Prepa sí, cárcel no! Esa fue la consigna que acompañó el abrazo que los vecinos de la Zona Oriente le dieron a esta cárcel, para no repetir la injusticia en estos espacios y convertirlos en espacios educativos”, recordó Rogelio Estrada Pardo.
Entre las asistentes a la inauguración estuvo la ex dirigente estudiantil de 1968, Ana Ignacia Rodríguez Márquez, mejor conocida como “La Nacha”, quien recordó que ella estuvo presa en la Celda 5 y que para este Sitio de Memoria donó artículos personales que la acompañaron en prisión.
“No queremos que sea provisional (el Sitio de Memoria) y que desaparezca o no se trabaje en ello”, compartió frente al público, y pidió que se mantenga este sitio.
La excombatiente, Alma Gómez Caballero, compartió que “esta iniciativa promoverá una ola de identidad, memoria histórica y de la comunidad”. Recordó que fueron las mujeres de aquél tiempo y sus luchas las que sembraron cambios en el país y agradeció llegar a esta cárcel debido a que muchas provenían de cárceles clandestinas en donde fueron torturadas.
“Llegar aquí y que nos recibieran las compañeras que ya estaban en la cárcel. Nos dieron su solidaridad”, y recordó que en octubre de 1973, llegaron dos grupos más, pero luego nadie dado que fueron desaparecidos.
“Tuvimos la suerte de llegar hasta la cárcel, ellos ya no…¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, sentenció.
Pos otro lado, la ex combatiente María de Lourdes Rodríguez Rosas, dijo que le tocó ver que esta cárcel estaba llena de mujeres pobres “mujeres pobres que no podían pagar por justicia, explotadas en los talleres, porque no les pagaban”, sostuvo.
“Todas nosotras nos fuimos a la lucha armada no por gusto ni por imitar a Fidel Velázquez o imitar guerrilla en Centroamérica, nos fuimos a la lucha armada porque […] no había otro camino, no queda ningún camino democrático, es mentira lo que dice cada día la gente de Echeverría y la CIA, y Díaz Ordaz. […] Por eso a pesar de la simetría frente a un Estado densamente armado que tenía el respaldo de la CIA y organismos norteamericanos. Nos lanzamos. No nos arrepentimos. Las paredes hablan porque a falta de terapeutas hacíamos grupos de terapia, y platicábamos sobre la tortura y las afectaciones de la derrota”, externó durante su intervención para referirse a las causas que las movió para levantarse en armas.
Luego de esta inauguración las ex presas encabezaron un recorrido en las celdas y recordaron cada espacio. También hubo diversas actividades culturales y presentaciones musicales.