Este es el tercer memorial de una persona desaparecida que se instala frente a Palacio Nacional. Piden a las autoridades que se respeten porque es una forma de visibilizar a las personas desaparecidas y “si se quitan sería volver a desaparecerlos”.

14/03/2024 (Ciudad de México). Este 11 de marzo se cumplieron once años de que Marco Antonio Amador Martínez. originario de Honduras, fue visto por última vez cuando viajaba a bordo de un autobús con destino a Reynosa. El joven, que por entonces tenía 22 años, viajó desde Nuevo Laredo con el objetivo de ir a trabajar mientras consolidaba el sueño de llegar a Estados Unidos, pero no llegó a su destino porque el autobús fue detenido por un comando armado. 

Desde entonces, María Elizabeth Martínez busca a su hijo. 

En el marco de esa fecha, y del reciente cumpleaños de Marco Antonio, se develó un memorial frente a Palacio Nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, porque es forma de visibilizar su caso, pero también el de miles de migrantes que han sido víctimas de desaparición en su tránsito por México, asegura María, por lo que hace un llamado a la población  : “Que no miren mal a los migrantes, porque sólo buscan superar cómo viven en Honduras. Buscan sacar adelante a sus familias, pero no porque quieran quedarse en México. Su meta es llegar a Estados Unidos, pero lastimosamente aquí nos desaparecen a nuestros hijos”, señaló a los medios. 

La instalación de este memorial representa un halo de luz para María. “Hay esperanza”, dice a De Raíz, porque ahora miles podrán ver el rostro de su hijo en uno de los puntos más transitados de la capital y puede que alguien lo reconozca, compartió la madre buscadora. 

A esta instalación acudieron diversas organizaciones civiles y María estuvo acompañada por su connacional Ana Enamorado, madre de Óscar Antonio López Enamorado desaparecido desde 2010, cuyo memorial fue el primero que se puso en este lugar en enero de 2024. 

El segundo memorial que se instaló, también en enero de este año, fue el de Antonio Verastegui González y de Antonio Jesús Verastegui Escobedo, víctimas de desaparición forzada en 2010.

El caso de Marco y María

El caso de Marco Antonio tiene cuatro carpetas de investigación abiertas en México: en Ciudad de México, Tapachula, Reynosa y Nuevo Laredo. Pero en todas ellas no hay avances: “Las autoridades dicen que investigan, pero de oficina a oficina mandan constancia, de un lugar a otro. Mandé solicitud de Reynosa, Tamaulipas, Villahermosa, Veracruz y siempre es la misma respuesta: que no han encontrado a mi hijo”, asegura María. 

En Honduras, las autoridades no sólo se han negado a buscar a su hijo sino que alegan que en donde desapareció “es muy peligroso”: “Las autoridades no nos hacen mucho caso. Siempre ha sido la misma respuesta: ‘donde desapareció su hijo es muy peligroso, que las autoridades no pueden venir a buscarlo. Nunca han mandado oficios a México”, cuenta a De Raíz.  

Es a través de las caravanas centroamericanas que han podido viajar a México para buscar a sus hijos. “Es una gran oportunidad porque ahí andan no sólo las madres sino periodistas, medios de comunicación, hay incidencia en todo el recorrido”.

Y es que además las madres centroamericanas deben sortear la dificultad de obtener papeles, nada menor cuando se busca llegar a México, uno de los países que solicitan múltiples requisitos -casi imposibles para una mayoría- a la población centroamericana para entrar al territorio. María ha podido buscar a su hijo en territorio mexicano gracias a la película “Toshkua” (2024) que cuenta su caminar: “Yo he ido a solicitar visa a la embajada y piden demasiados requisitos y no los tenemos”, asegura a De Raíz. 

Piden que no se quiten los memoriales

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de Segob, de 1964 a 2022 hay más de 3 mil personas extranjeras desaparecidas.  

Ana Enamorado, en entrevista con De Raíz, señaló que en pocos meses termina la administración actual, pero criticó que queda pendiente el desafío de atender las desapariciones de personas migrantes.

Contó que este año, el 13 de abril, comenzará la Segunda Brigada Internacional de Búsqueda. El año pasado, dijo, se realizó la primera y le exigieron al gobierno mexicano “el derecho a buscar y ser buscado” y que se les reconociera como víctimas.

El próximo 13 de abril las familias centroamericanas llegarán a México y se trasladarán a Sonora, Tijuana y la capital para realizar búsquedas en vida por rutas migrantes, además de tener diversas actividades y reuniones con autoridades. Estas actividades durarán 19 días. 

María y Ana pidieron a las autoridades que no se quiten los memoriales de sus hijos, porque es una forma simbólica de denunciar las desapariciones, “y si se quitan sería volver a desaparecerlos”, señalaron.