21/02/2024 (Ciudad de México). El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, enfrenta en la ciudad de Londres la audiencia judicial en la que está apelando la decisión de autorizar su traslado a Estados Unidos. Su defensa alega que no puede ser entregado a Estados Unidos porque los delitos que le imputa ese país son de naturaleza política y están basados la “Ley de Espionaje” del año 2017. De esta forma, según el alegato judicial de los abogados de Assange, no procede su entrega ya que se iría en contra del tratado de extradición británico-estadounidense del año 2003.

En efecto, al haberse modificado la acusación dentro del proceso penal instaurado contra el australiano en Estados Unidos, por la siguiente formulación: “haber formado parte de una red de espionaje”, eso entra en la categoría de los delitos políticos puros. En la jurisprudencia internacional se consideran “delitos políticos puros” los actos políticos que están dirigidos contra el orden estatal, como la sedición, la rebelión o el espionaje. Y resulta que tales delitos están excluidos de la institución jurídica de la extradición, porque se entiende que los gobiernos pueden utilizarlos para ejercer persecución política revestida de formas judiciales contra los ciudadanos.

Sabiendo que la decisión que deben tomar es de alta complejidad, los magistrados Victoria Sharp y Jeremy Johnson decidieron ganar tiempo anunciando que recién las próximas semanas tomarán su decisión y la notificarán a las partes. Esto se explica por la presión que está ejerciendo el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que a través de la abogada Clair Dobbin ha llegado a decir en la audiencia que “no puede existir inmunidad para que los periodistas violen la ley”. Sin embargo, incurrió en contradicción cuando en otra parte de su intervención aseguró que el responsable de WikiLeaks “no debe ser considerado un periodista propiamente dicho”.

He aquí el fondo de este debate: la libertad de información. Julian Assange tenía actividad periodística, obteniendo y publicando información verdadera de interés público, que contribuyó a revelar graves violaciones de derechos humanos. La página WikiLeaks publicó el año 2010 algo así como cuatrocientos seis mil documentos relacionados con la guerra de Irak, que eran considerados confidenciales por el gobierno de los Estados Unidos. Muchos de los documentos publicados demostraban que el Departamento de Estado estadounidense y el Pentágono (Estado Mayor de las Fuerzas Armadas) habían ignorado de forma sistemática evidencias de torturas cometidas en territorio iraquí.

El gobierno de los Estados Unidos lo que pretende es un escarmiento, un castigo ejemplarizador para que ningún periodista se atreva a seguir los pasos de Assange. Por eso es que, sin tener la base legal para acusarlo de difundir y dar a conocer la información, ahora lo están acusando de espionaje, argumentando que Assange fue parte importante de una asociación ilícita de personas cuyo objetivo era robar información estratégica a los Estados Unidos, con lo que ponían en riesgo la vida de mucha gente. Es curioso cómo, los gobiernos que atentan contra los derechos civiles, pretenden pasar por víctimas.

Sus adherentes que por centenares se juntaron cerca del Tribunal afirman que es causa justa la de Julian Assange, que desde hace 48 meses está recluido en una cárcel de máxima seguridad en Gran Bretaña, en la que sólo puede estar 45 minutos por día en un patio para hacer ejercicio, y al que pretenden encerrarlo de por vida en los Estados Unidos. Está en juego la libertad de prensa –un concepto del siglo diecinueve que hoy significa libertad de informar y difundir la verdad. Es también la defensa de alguien que sufre detención arbitraria e incluso condiciones de tortura. Por eso, aunque la decisión del tribunal británico fuera negativa para el periodista, no podrá negársele su derecho de acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En orden a estas consideraciones, se entienden las palabras del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que ha pedido abiertamente la liberación de Assange ya que es una gran injusticia que siga en la cárcel.