20/12/2023 (Estado de México). Después de una lucha de casi tres años la familia de Montserrat Mejía Rangel, asesinada en febrero de 2021, recibió una noticia la tarde de esta martes: Saúl “N”, ex esposo de Monse, fue encontrado culpable por feminicidio agravado y el juez dictó sentencia vitalicia en los juzgados de Chiconautla, ubicado en la franja fronteriza entre Ecatepec y Acolman, Estado de México.
Este próximo 20 de febrero se cumplirán tres años de que Montserrat, quien tenía 27 años y estaba embarazada de cinco meses, murió a causa de trauma craneoencefálico debido a los golpes que le propinó Saúl “N” en Ecatepec, Estado de México.
Sin embargo, luego de un camino en donde se registraron amenazas y hostigamiento a la familia de Monse por parte de la familia del imputado, de la confabulación del feminicida con el Ministerio Público (MP) de Ecatepec, que retrasó la orden de aprehensión, este martes el juez Armando Osorio González y el representante de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, Gabriel Ruano, dictó sentencia vitalicia a Saúl “N” por la causa penal 88/23.
Mercedes Rangel Becerril, madre de Monse, relató a De Raíz que este lunes se llevó a cabo la audiencia de alegatos y fue hasta ayer que se determinaron que las pruebas dadas eran fuertes y fundamentadas para llevar a cabo la sentencia vitalicia.
La madre de Monse contó que esta noticia la recibe con sentimientos encontrados: “Nunca pensé que tuviera yo que hacer algo así. Al saber que se hizo justicia, no di ningún comentario porque normalmente yo pensaba que el día que dictaran sentencia yo iba a decir algo, pero el juez dijo todo. [Al imputado] lo observé todas las audiencias y vi que no tenía ni un ni un signo de arrepentimiento, no soltó nunca ni una sola lágrima, el juez lo notó y lo dijo”.
Mercedes afirma que la única intención que tuvo desde el principio fue que el caso de su hija obtuviera justicia, “y darle seguimiento a esto para que la sentencia quede firme”.
Y es que todavía queda la posibilidad de que el imputado interponga una apelación y un amparo, para luego dar paso a la sentencia firme, por lo que el camino aún es largo, pero con esta sentencia es un halo de esperanza para la familia de Monse, por lo que piden que el caso siga siendo abordado con perspectiva de género.
“Hay que darle seguimiento. El juez trabajó impecable, el Ministerio Público de Chiconautla trabajó impecable, pero ahorita ellos ya no van a estar con nosotros y ahora siguen otras instancias. Entonces, pues sí pedir a los magistrados que reciban el caso, para que lo revisen, que lo juzguen realmente, que lo vean con ética”, sostuvo Mercedes.
Y es que todavía queda pendiente una carpeta de investigación en contra del funcionario del Ministerio Público de Ecatepec que actúo en confabulación con Saúl “N” para encubrir el feminicidio, al señalar que la causa de muerte había sido un aneurisma congénito, cuando las pruebas científicas determinaron que fue por un golpe contundente que recibió en la cabeza por parte de su entonces esposo.
Pero también, según reflexionó Mercedes, queda pendiente que las autoridades consideren la sentencia vitalicia para los feminicidios.
“Cuando yo voy a víctimas, aquí en Ecatepec, siempre hay filas de gente que han perdido a sus hijas o que están desaparecidas. Y pasan años y siguen ahí esperando a que haya justicia para ellas. Ojalá que las autoridades se tocaran un poquito el corazón”, dijo.
La madre de Monse, quien se quedó al cuidado de su nieta, enfatizó en que se necesitan este tipo de sentencias vitalicias para feminicidios.
“Necesitamos que nuestras autoridades nos apoyen, que ya no haya feminicidios y que las sentencias sean vitalicias para que las personas que piensen hacerle daño a una mujer lo piensen muchas veces, porque no van a salir de la cárcel. Que no haya apelaciones ni amparos porque así pasan años para encontrar justicia y todavía hay que esperar”, enfatizó a De Raíz.
Sentencias vitalicias por feminicidios, un paso de justicia para familias
Monstserrat Mejía Rangel tenía 27 años y cinco meses de embarazo cuando murió a causa de un trauma craneoencefálico a manos de su entonces esposo Saúl Iram “N”, con quien también tenía una hija pequeña.
Estos hechos ocurrieron en el fraccionamiento Bosques de San Javier, Ecatepec, Estado de México, municipio que cuenta con doble Alerta de Violencia de Género; una de ellas por feminicidio. En la última década el municipio ha encabezado la lista por feminicidios a nivel nacional.
Cuando Monse fue asesinada se contabilizaron 76 feminicidios, sólo en febrero de 2021, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En ese año se registraron en total 980 feminicidios en el país, por lo que desde 2015 hasta 2023 fue el año con mayores cifras por este delito.
En la actualidad, el Estado de México ocupa el segundo lugar por feminicidios, aunque a nivel municipal, Ecatepec fue desbancado por Juárez, Manzanillo y Toluca en la lista de municipios con mayores feminicidios.
Pero esto contrasta con datos sobre las sentecias obtenidas. De acuerdo con diversos medios hasta el año 2022 autoridades del Estado de México dictaron 82 sentencias, de las cuales 8 fueron sentencias vitalicias para feminicidas.
Fue en 2011 cuando en el EDOMEX se aprobó la prisión vitalicia; en ese año, legisladores mexiquenses aprobaron el incremento de este tipo de pena en delitos como feminicidios, homicidio calificado, violación tumultuaria y violación con muerte de la víctima.