El INEGI y la Cepal presentaron reportes sobre la aportación económica de mujeres y hombres por trabajos sin percepción salarial realizados durante 2022.

27/11/2023 (Ciudad de México). En 2022, el valor económico del trabajo no remunerado de las mujeres fue tres veces mayor al de los hombres. Así lo reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México (CSTNRHM) 2022, cuyo objetivo es brindar datos respecto el valor económico del trabajo sin paga que los miembros del hogar mayores de 12 años – en especial el tiempo que dedican las mujeres – a las labores domésticas y de cuidados, aportando bienestar social.

El informe destaca que durante 2022, las tareas domésticas y de cuidados representaron un monto de 7.2 billones de pesos, lo que equivale a 24.3 % del PIB nacional, en donde las mujeres contribuyeron en un 72.2% y los hombres 27.8%.

Durante el mismo periodo, la participación de población que realizó trabajo no remunerado de los hogares se compuso por un 52.8% del género femenino y 47.2% masculino. Al medirlo en número de horas y en valor económico, mostró que las mujeres aportaron casi tres cuartas partes del total de esta actividad.

Aunque se observa un avance en el cambio ideológico por el que durante varias generaciones las mujeres han luchado en busca de la equidad en las labores de casa, queda un largo camino para alcanzar este objetivo, ya que además del trabajo que les sirve de sustento, desempeñan otros esfuerzos en casa; por ejemplo, dedican 24.9%, a cuidados y apoyo; 23.7%, limpieza y mantenimiento de vivienda; 22.6%, alimentación.

Y en menor porcentaje, pero no menos importantes, está la limpieza y mantenimiento de la vivienda, el realizar compras y administración del hogar; y por si fuera poco también ayuda en otros hogares y realiza trabajos voluntarios.

A pesar de ello, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más de la mitad de las mujeres en América Latina se enfrentan diariamente a otro reto que tiene que ver con el no poder acceder al mercado laboral, o tener menor remuneración salarial por actividades similares de compañeros hombres.

Por esta razón, la Cepal urgió a la inclusión laboral para eliminar brechas de género históricas en los mercados laborales.

Ya que en 2022 la tasa de participación laboral de los hombres fue de 74.5%, mientras que la de las mujeres alcanzó apenas el 51.9%, es decir, una diferencia de 22.6 puntos porcentuales. El reporte de la Cepal detalla que las mujeres registran mayores tasas de desocupación ese año, con 8.6% en comparación con 5.8% de los hombres, siendo la principal barrera para las mujeres la carga de trabajo del hogar.