Según la normativa entonces vigente, Aburto estaría concluyendo la condena máxima posible de 30 años en marzo de 2024, por lo que podría salir en libertad.

13/10/2023 (Ciudad de México). El pasado 5 de octubre, un tribunal colegiado otorgó un amparo a Mario Aburto, quien fue acusado y condenado a pasar 45 años en prisión debido al asesinato de Luis Donaldo Colosio, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en la colonia Lomas Taurinas, en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Con este amparo concedido por el primer tribunal colegiado en materia penal del segundo circuito con residencia en el Estado de México, el Poder Judicial Federal está obligado a invalidar la sentencia que dictó en el año 2004 un juzgado federal en un periodo máximo de 15 días. Inicialmente, la condena era por 48 años, pero en 2005 se redujo a 45.

El argumento legal que sostiene este amparo es que Mario Aburto debió haber sido procesado conforme la normatividad del estado de Baja California, en función de que el asesinato corresponde a un delito del fuero común. No obstante, la condena fue expedida por un juzgado del Poder Judicial Federal, argumentando que éste no tenía injerencia legal.

En ese sentido, la máxima condena posible para delitos del fuero común era de 30 años, mientras que se le sentenció inicialmente por 48, ya que la legislación federal permitía esta condena. Cabe destacar que la condena máxima de 30 años del fuero común en Baja California ya habrá sido cumplida el próximo 3 de marzo de 2024, por lo que Mario Aburto podría salir en libertad con la nueva condena que tiene que emitir ahora el Poder Judicial de Baja California.

Mario Aburto habría sido detenido en flagrancia en la colonia Lomas Taurinas, inmediatamente después del asesinato del candidato. Sin embargo, el caso ha estado manchado desde un inicio, cuando las autoridades responsables de aquel entonces realizaron un esfuerzo sobrehumano – e ilegal – para que el caso fuera cerrado apuntando a un “asesino solitario”.

Según la recomendación de la CNDH 48VG/2021 emitida en octubre de 2021, el proceso habría estado plagado de irregularidades y omisiones, dentro de las cuales se encuentran la alteración de la evidencia y el uso de la tortura para la obtención de la confesión de Mario, misma que serviría para su condena.

Igualmente, la participación de funcionarios en su proceso quienes, legalmente, no tenían las facultades, como el exgobernador de Sonora, Mario Flavio Beltrones. Además, tanto Aburto como sus familiares han denunciado que fue este funcionario el encargado de llevar a cabo la tortura contra el acusado.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también señaló que la intervención irregular de las autoridades habría representado una obstaculización al acceso al derecho a la verdad para toda la sociedad mexicana, pues aún no conoces el móvil o los posibles responsables del homicidio.

Luego de la recomendación emitida por la CNDH, la Fiscalía General de la República encabezada por Alejandro Gertz Manero realizó una propuesta al presidente Andrés Manuel López Obrador para reabrir el caso Aburto, que finalmente fue aprobada por el primer mandatario en diciembre de 2022.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por su parte, se ha pronunciado en torno al caso, asegurando que el asesinato del candidato priista Luis Donaldo Colosio fue “un crimen de Estado”. También ha asegurado en distintas ocasiones que cenó con el entonces candidato el 21 de marzo de 1994 tan sólo dos días antes de su ejecución.

Dado las condiciones históricas del régimen mexicano de partido único, aunado a la popularidad del excandidato, se aceptaba que Colosio era virtualmente el próximo presidente de México. Además de su discurso proclive al cambio político, Colosio fue el secretario de Desarrollo Social durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Debido a ello, Colosio estuvo a cargo del programa Solidaridad, el cual fue clave para la legitimidad del régimen durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Según lo que han señalado expertos, los recursos del programa Solidaridad se aplicaron discrecionalmente con miras a incrementar la popularidad del salinato. Sin embargo, el programa también favoreció la imagen de Colosio, por lo que resultaba el candidato “natural” del Revolucionario Institucional.

En sustitución de Colosio fue nombrado Ernesto Zedillo Ponce de León como candidato a la presidencia, obteniéndola finalmente en las elecciones de julio de 1994. Zedillo es un tecnócrata egresado de la Universidad de Yale, Estados Unidos, quien al final distanció la presidencia del partido y del grupo salinista, costándole las elecciones del año 2000, las cuales perdieron contra el Partido Acción Nacional por primera vez en la historia.