24/08/2023 (Ciudad de México). Este jueves 24 de agosto de 2023 se llevó a cabo el foro “Pobreza, desigualdad y política social en México: los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos 2022 (ENIGH 2022)” como parte del Seminario Permanente de Desigualdad Socioeconómica en el Colegio de México, al sur de la capital mexicana. En él, distintos especialistas discutieron sobre los resultados de esta encuesta, los cuales fueron analizados por el l Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). 

La ENIGH 2022 recoge información sobre los hogares, el impacto de la política social, así como los gastos e ingresos de las familias y los individuos en los hogares mexicanos, mientras que el foro se enfocó en responder qué tanto los programas sociales y la política pública en general habían tenido un impacto en la reducción de la pobreza y la desigualdad en el país. 

Al evento acudieron Rosario Cárdenas, académica del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y consejera del CONEVAL, Máximo Jaramillo, académico de la Universidad de Guadalajara (UdG), y Gerardo Esquivel, exsubgobernador del Banco de México y académico de El Colegio de México. 

Foro “Pobreza, desigualdad y política social en México: los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos 2022 (ENIGH 2022)” del Seminario Permanente de Desigualdad Socioeconómica en el Colegio de México.

La primera participación fue la de Rosario Cárdenas, quien explicó cómo la metodología de medición de la pobreza del CONEVAL recupera la información generada por la ENIGH, encuesta implementada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Esto permite “un balance entre instituciones”, repercutiendo en una mayor transparencia sobre la información y las mediciones. 

La académica y consejera destacó la metodología del CONEVAL por el avance que ha representado en materia de medición de la pobreza. Con la llegada de la Ley de Desarrollo Social, así como del CONEVAL en 2004, la metodología pasó de una centrada exclusivamente en el ingreso a una perspectiva de acceso a derechos, al medir al menos seis dimensiones o carencias: calidad y espacios de la vivienda, rezago educativo, seguridad social, servicios a la salud, servicios básicos en la vivienda y alimentación. Estos criterios o carencias construyen una medida multidimensional de la pobreza que rebasa por mucho la complejidad de una medida exclusivamente centrada en los ingresos. 

Cárdenas describió los dos distintos umbrales de la pobreza considerados por el CONEVAL: pobreza extrema, en donde se suman al menos tres carencias sociales y el ingreso es inferior a lo calculado para una canasta básica; y pobreza moderada, en la que se presentan una o dos carencias sociales, además de un ingreso menor a la línea de pobreza por ingresos. 

A partir de los distintos criterios, la académica de la UAM distinguió entre dos perspectivas para la medición de la información: por un lado, mediante la posición de los individuos y familias respecto a las líneas de pobreza, y, por otro, mediante la vulnerabilidad que presentan las personas al presentar una o más carencias sociales. En ese sentido, aunque se puede observar un ligero aumento de 0.1% en la población en pobreza extrema (al pasar de 7 a 7.1% durante este sexenio), se puede afirmar que el balance general es positivo, ya que la población que no es vulnerable y no es pobre se incrementó de 23.7 al 27.1% en el país. 

Al observar las carencias sociales específicas, también se observa una reducción generalizada, con excepción de la carencia por acceso a los servicios de salud, que se incrementó de 16.2 a 39.1%, y la de rezago educativo, que aumentó de 19 a 19.4%. 

Sobre el primer punto, destaca que la encuesta solo toma en cuenta la percepción de los usuarios acerca de si tienen acceso a servicios públicos de salud. En ese sentido, el acceso a la salud se ha visto mermado por un error en la difusión y la credencialización de los derechohabientes una vez que se desarticulara el Seguro Popular y se creara el IMSS-Bienestar. Asimismo, señaló que el rezago educativo se explica en parte por la pandemia del Covid-19 que emergió durante el año 2020 y de la cual México no se ha recuperado del todo.  

En segundo lugar, Máximo Jaramillo abordó la evaluación de la progresividad de los programas sociales. Reconoció que el cambio es positivo en materia laboral, lo cual se puede observar en un mejoramiento de los ingresos de los sectores más pobres. El académico de la UdG explicó que esto se debe principalmente al aumento sostenido del salario mínimo real que ha prevalecido durante este sexenio. 

Destacó, además, que las remesas provenientes de los migrantes en EUA no tuvieron un impacto significativo en este avance, como una gran parte de la opinión pública difundió cuando se dieron a conocer los resultados de la ENIGH 2022 semanas atrás. 

Sobre los programas sociales, Jaramillo observa un cambio en el paradigma de los programas sociales en relación con el programa “estrella” del sexenio anterior: el Prospera. Este cambio lo observa como positivo debido a que políticas como las Becas Benito Juárez o las Pensiones de Adultos Mayores, al ser universales (no focalizadas), influyeron en un aumento de la cobertura de programas sociales en general.

Según el cálculo del impacto de los programas sociales presentado por el académico de la UdG, el cambio brindado por éstos en el coeficiente de Gini se incrementó de un 0.013 en 2016 a un 0.014 en 2022. Este cambio, aunque es positivo, es sumamente pequeño en comparación con el impacto de programas sociales en otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, los cuales alcanzan ascienden hasta 0.200 puntos. 

Máximo, por último, apuntó que si se observa la distribución de los programas sociales por entidad federativa, se registra una disminución de la cobertura en algunos de los estados “más pobres”, como Chiapas (-8%), Zacatecas (-3%), Oaxaca (-3%), Tabasco (-2%) y Guerrero (-2%), lo cual evaluó como una alerta acerca de la eficiencia en el alcance de las políticas. 

Finalmente, Gerardo Esquivel destacó que la tasa de crecimiento del ingreso en los hogares se incrementó en todos los deciles económicos, mientras que en aquellos hogares con menores ingresos el cambio fue más pronunciado. En contraste con lo que observó Máximo Jaramillo, Esquivel apuntó que, si se observa el crecimiento en los ingresos en los hogares por entidad federativa, se observa un aumento mayor en los estados más pobres como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, los cuales tuvieron un incremento de entre 10 y 25% en los ingresos.

Las entidades también observaron una reducción de las tasas de pobreza multidimensional (y no solo en materia de ingresos), la cual se redujo en 30 de las 32 entidades, con excepción de los estados de México y Tlaxcala. 

Esquivel explicó que la disminución de la pobreza no responde exclusivamente a los programas sociales, sino a un conjunto de políticas públicas que incluyen la política laboral y la política económica o de inversión regional. De tal suerte, el académico recomienda poner atención en el incremento al salario mínimo o de la inversión en megaproyectos como el Tren Maya, el Tren Transístmico, entre otros, los cuales se han concentrado en una gran parte de las entidades mencionadas y han impactado en la reducción de la pobreza a nivel local.