04/08/2023 (Ciudad de México). México está lejos de alcanzar la meta de la Asamblea Mundial de Nutrición para el año 2050 de lograr el 50% de lactancia materna exclusiva.  Entre los mayores responsables de este retraso se encuentran las negociaciones y cabildeos de  corporaciones de fórmulas infantiles comerciales, lo que ha llevado a nuestro país a estar entre los países con menor prevalencia de lactancia materna en América Latina.

 Sólo 28.6% de los menores de seis meses en México consume leche materna en su totalidad, mientras que 43% de los menores de un año es alimentado con fórmulas lácteas de marcas comerciales, de acuerdo con datos de Unicef.

Las corporaciones y su injerencia en la definición de políticas públicas han logrado frenar los diversos esfuerzos para incrementar las cifras de lactancia materna, denuncian especialistas.

Según informes de la Organización Panamericana de Salud (OPS), América Latina y el Caribe se encuentra entre las regiones con los promedios globales más altos en cuanto a lactancia materna. Sin embargo, México es la excepción, y las consecuencias para los bebés de esta realidad son seriamente alarmantes.

De  acuerdo con investigaciones científicas, la lactancia materna tiene beneficios a lo largo de la vida de los seres humanos: ayuda al crecimiento de niños y niñas, impacta de forma positiva en su nutrición, ayuda a un buen desarrollo del sistema inmune, genera ahorros económicos para las familias y contribuye a la conservación del medio ambiente.

A tenor de los análisis sobre los resultados de la ENSANUT 2018-2019, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México se registró una disminución de la práctica de la lactancia y alimentación complementaria (PLMAC), al pasar de 22.3% a 14.4% (entre 2006 y 2012). Además, las prácticas de alimentación complementaria no cumplían con las recomendaciones de la OMS: 48% de menores de 6 meses y 33% de los niños entre 6 y 11 meses ingirieron fórmula infantil, y menos de la mitad de los niños de entre 6 y 24 meses ingirieron alimentos de origen animal.

Christian Paul Torres, coordinador de conflicto de interés en Poder del Consumidor, explicó que a 32 años de la implementación del Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna –instrumento internacional que dicta recomendaciones para evitar malas prácticas comerciales de las fórmulas industriales o infantiles–, son las empresas y marcas de productos de fórmulas infantiles las que han obstaculizado los avances.

La comunidad científica ya ha dado a conocer que las fórmulas infantiles comerciales son responsables de malnutrición, enfermedades infecciosas y mortalidad en infantes.

Pese a ello, las corporaciones y empresas continúan violando los códigos internacionales con múltiples estrategias, entre las cuales se encuentran la promoción y publicidad en medios de comunicación así como la atracción que hacen de profesionales de la salud, y también de  madres y padres de familia.

 El especialista del Poder del Consumidor denunció que la industria de fórmulas infantiles comerciales genera ingresos por 55 mil millones de pesos anuales, con alrededor de 3 mil millones gastados en marketing.

En nuestro país, en el año 2021, el mercado de fórmulas infantiles alcanzó un valor de mil 100 millones de dólares, y aumentó 40% con lo reportado en 2016.

En el mercado mexicano abundan alimentos para bebés y fórmulas, pero la empresa transnacional Nestlé controla el negocio con el 50% del mercado. Además, de 2010 a 2023 las marcas han patrocinado eventos dirigidos a profesionales de la salud para incentivar que promuevan sus productos, entre esas empresas resaltan nombres conocidos como Danone, Abbot y Mead Jhonson. 

“Incurren en violaciones al código internacional. Tienen clubs dirigidos a padres y madres y ofrecen cursos sobre lactancia materna y alimentación complementaria e infantil y hacen consultas vía whatsapp”, denunció Christian Torres.

En el marco de la semana mundial de la lactancia materna, que se celebra los primeros días de agosto, y cuyo fin es realizar campañas mundiales para concientizar, promocionar, proteger y apoyar la lactancia, el especialista invitó a padres, madres y profesionales de la salud a no consumir esos productos y a que los gobiernos apuesten por políticas públicas que incentive la leche materna.