03/11/2023 (Ciudad de México). Es una verdad demostrada por la fuerza de los hechos: los huracanes aumentaron su frecuencia e intensidad. Hace un mes, el “Servicio de Cambio Climático Copérnicus” de la Unión Europea confirmó que la combinación del efecto invernadero con el fenómeno de El Niño han calentado los océanos del mundo a niveles record. Siendo el agua caliente el desencadenante de los sistemas tormentosos, ello explica que se estén produciendo mayor cantidad de huracanes y tifones, y que estos alcancen tan rápidamente las categorías más altas de intensidad y peligrosidad.
El huracán “Otis”, que causó gran destrucción en Acapulco (México), fue parte de esta cadena destructiva. Y es que, por primera vez desde que se tiene registros, varias tormentas alcanzaron la máxima fuerza en todas las cuencas oceánicas tropicales en el mismo año a nivel mundial. Países y regiones como Australia, Yemen, Bangladesh, Norteamérica, Centroamérica y las Bermudas también son afectados.
Coherente con el diagnóstico que pronunció hace dos meses, respecto a que el tiempo del calentamiento global pasó y hemos entrado al tiempo de la ebullición global, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante un acto en que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó su “Informe mundial sobre las estrategias de adaptación al cambio climático” en la sede del ente global en Nueva York. Cuando le tocó tomar la palabra ha exigido que los “magnates de los combustibles fósiles” apoyen a los países que sufren las catástrofes climáticas. Recordó que el petróleo, el gas y el carbón son los factores principales del sobrecalentamiento del planeta y de los mares, ya que cuando se queman para producir energía expulsan gases de efecto invernadero.
Guterres plantea a los gobiernos del mundo gravar los beneficios extraordinarios de la industria de combustibles fósiles, destinando esos fondos a atender los daños por desastres. Según datos de la agencia especializada en noticias de negocios y que publica una revista, Forbes, los países cuyas empresas lideran estas industrias a nivel mundial son: Arabia Saudita, país sede del gigante “Saudi Aramco”, Rusia, donde está la “Gazprom”, Estados Unidos, en que tiene su base de operaciones la “Exxon Mobil” y China, desde donde dirige sus inversiones por todo el mundo la “PetroChina”.
El mensaje de Guterres estuvo pensado como un llamado de atención, a nivel mundial, respecto a la necesidad de acelerar la transición energética, desde los combustibles fósiles que tienen un alto efecto contaminante en el contexto del calentamiento global antropogénico (causado por los sistemas humanos industriales), hacia fuentes de energía renovables y menos contaminantes.
La propuesta del Secretario General de la ONU, que logra la atención mundial varios desastres –en Libia la Tormenta “Daniel” destruyó la ciudad de Derna, en México el Huracán “Otis” golpeó la ciudad de Acapulco- y otros que se pronostica seguirán ocurriendo, generó la inmediata adhesión de entidades ambientalistas internacionales. Guterres además recogió la propuesta que hicieron los 54 gobiernos de los países de África en la “Cumbre Africana Climática” realizada en la ciudad de Nairobi, capital de Kenia, a principios de septiembre.
El portugués lanzó su petición cuando estamos a un mes de iniciar la Cumbre del Clima, que este año se celebrará en la capital de Emiratos Árabes Unidos, Dubai. “Se debe poner en funcionamiento el fondo de pérdidas y daños y ese fondo debe comenzar con una base sólida, siendo una de las vías gravar los beneficios de esas industrias”.
Los países más industrializados, que son los responsables históricos del cambio climático, asumieron el compromiso en la Conferencia Climática de París el 2015, de ayudar económicamente a las naciones más retrasadas. Ese compromiso hasta ahora no se ha cumplido, recordó el Secretario General Guterres.