17/01/2025 (Ciudad de México). Hace cuatro meses la situación en Medio Oriente era desfavorable a Israel y sus planes expansionistas. La condena mundial a Tel Aviv por el genocidio perpetrado en la Franja de Gaza, los avances en el enjuiciamiento en la Corte Penal Internacional de La Haya, tanto de la incursión de la milicia Hamás en el sur de Israel como de la posterior y desproporcionada invasión israelí del enclave palestino, avances que llegaron al punto de que esa Corte emitiera las órdenes internacionales de detención del primer ministro Benjamín Netanyahu y del ministro de defensa, Yoav Gallant. Además, el ejército israelí, que ya había invadido el sur de Líbano, lanzando enormes bombardeos contra varias ciudades libanesas, incluida la capital Beirut, encontraba fuerte resistencia de la milicia Hezbolá y de la población civil, teniendo que aceptar una tregua. Impactaban en ciudades israelíes cohetes y misiles lanzados desde Irán, Yemen, Irak y la propia Líbano.
Todo cambió en diciembre de 2024. Con el colapso del régimen de Bashar al-Assad en Siria, ocurrió una radical modificación en la correlación de fuerzas regionales. Se debilitó el llamado “Eje de la Resistencia” formado por fuerzas árabes islámicas (Hezbolá en Líbano, varias milicias en Irak, los Hutíes de Yemen, Hamás en Palestina) hostiles al Estado de Israel. Irán perdió en Siria a un aliado geopolítico fundamental y comenzó a quedar aislado. El gobierno israelí aprovechó el momento para mantener sus tropas en el sur de Líbano y ocupar el sur de Siria.
Entonces sí se allanó el camino para un acuerdo de alto al fuego en Gaza, que de manera reiterada Netanyahu rechazaba en varias reuniones de negociación realizadas en Qatar y en Egipto, que incluyeron varias e infructuosas gestiones del Secretario de Estado enviado por Washington, Anthony Blinken.
Hace una semana el gobierno de Qatar confirmó que “los equipos negociadores del gobierno de Israel y de la administración gubernamental de Gaza, en manos de la milicia palestina islamista Hamás, están en el punto más cercano en los últimos meses para acordar, no ya los resueltos aspectos de esencia, sino los puntos técnicos para el alto al fuego en la Franja de Gaza”.
Esos mencionados temas de fondo pendientes tienen que ver nada menos que con dos aspectos cruciales: 1) qué autoridad se hará cargo de la Franja de Gaza una vez acordado el alto al fuego más duradero, 2) el retiro de las tropas israelíes del enclave palestino invadido.
Como queriendo terciar en el debate, desde las más altas esferas internacionales, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, ha indicado que “el acuerdo es sólo un primer paso crítico hacia la preservación de la unidad, continuidad e integridad del territorio palestino ocupado”.
El gabinete de seguridad del gobierno de Israel, a la cabeza de Netanyahu, ha terminado votando a favor del acuerdo de alto al fuego en la Franja de Gaza, que se iniciará luego de 72 horas. Esto no le ha impedido al ejército invasor israelí seguir realizando bombardeos sobre lugares donde hay población gazatí refugiada, causando decenas de nuevas bajas.
Por su parte, los gobiernos de Qatar, Egipto y Estados Unidos, anunciaron que comienza ahora una nueva fase en las conversaciones de paz. Esta tregua, que no es la primera ya que el pasado noviembre hubo una que apenas duró una semana, podría permitir frenar definitivamente el genocidio en el enclave, evitando que siga la matanza de civiles, particularmente niños y mujeres palestinas. Podría permitir también que la comunidad internacional haga llegar la ayuda solidaria a millones de desplazados, en la Franja de Gaza donde ya se declaró una grave crisis humanitaria.