20/09/2024 (Ciudad de México). La Cámara de Diputados, con una holgada mayoría calificada, aprobó en lo general y en lo particular la reforma constitucional que transfiere la Guardia Nacional (GN) bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Junto a este cambio, la iniciativa también otorga al cuerpo de seguridad la facultad de investigación y limita el origen de los elementos que podrán incorporarse a ella.

La Guardia Nacional fue creada constitucionalmente en Marzo de 2019 como una entidad mixta, con personal y mando operativo militar, pero bajo el control de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), es decir, una autoridad civil. En 2022, el Ejecutivo consideró la necesidad de transferirla a la SEDENA para garantizar la disciplina, eficiencia e incorruptibilidad de los 120 mil elementos que conforman este cuerpo.

Ante la negativa de los partidos de oposición para realizar este cambio en la Constitución, el Congreso aprobó los cambios necesarios a las leyes secundarias para lograr este objetivo. Sin embargo, legisladores de la oposición interpusieron un recurso de inconstitucional que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) validó, devolviendo  a la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Ahora, con la aprobación de la reforma hecha a 12 Artículos de la Constitución por parte de los diputados, el traslado de este cuerpo de seguridad a las Fuerzas Armadas da su primer paso en el proceso legislativo y sigue su ruta hacia el Senado y posteriormente, de ser aprobada, hacia los congresos estatales para su respectiva votación.

El debate en el pleno de la Cámara de Diputados

Entre los argumentos de la oposición para votar en contra de la reforma se encuentra una supuesta “inconstitucionalidad”. De acuerdo a la legisladora panista Blanca Leticia Gutiérrez Garza, esta reforma “es un retroceso peligroso que no nos lleva más que a la militarización de la seguridad pública, situación que ya antes ha sido señalada como inconstitucional por la Suprema Corte”. Junto a Gutierrez Garza, otros legisladores de la oposición insistieron en señalar lo “inconstitucional” de la reforma, apoyándose para ello en los señalamientos hechos por organizaciones en defensa de los derechos humanos así como en la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Sin embargo, la apelación de esta figura no pasó por alto a los legisladores del oficialismo. Durante su intervención, el diputado petista Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja les recordó que la reforma en cuestión se trata de una a la Constitución misma, por lo que no se puede considerar “inconstitucional”, además de señalar que “no sé de qué tipo de constitucionalismo hablan, uno que está grabado en rocas, inmutables, que no se puede transformar, o el constitucionalismo que nosotros defendemos, que es un constitucionalismo evolutivo, popular y soberano”. En sintonía con Mejía Berdeja, legisladores del partido verde señalaron que la propuesta de esta reforma fue respaldada por casi 36 millones de mexicanos y mexicanas que le dieron su voto a Claudia Sheinbaum y al proyecto que ella propuso durante campaña, en la cual se encontraba inserta la transferencia de la Guardia nacional a la SEDENA.

Se admitió una reserva a la reforma

Durante la discusión en el pleno se realizaron 433 reservas, de las cuales sólo una fue admitida. Esta reserva la realizó la diputada morenista Merary Villegas Sánchez en relación al Artículo 21 donde se especificaba que la Guardia Nacional estará “integrada por personal de origen militar y marino con formación policial”.

La reserva de la legisladora consistió en eliminar las palabras “de origen” y “marino” del texto constitucional, lo que deja fuera de la Guardia Nacional a los militares en retiro y a los efectivos de la Secretaría de Marina. Luego de una discusión sobre la eliminación y el análisis de la actual conformación de la Guardia Nacional, en la cual sólo el 10.2% la integran elementos formados en la Secretaría de Marina (SEMAR), la reserva fue admitida.

En este punto se destaca que la posibilidad de que la Guardia Nacional contara con elementos de la SEMAR fue adicionada a la reforma durante el debate en la Comisión de Puntos Constitucionales, por lo que con la eliminación de estos conceptos se regresa a la propuesta original hecha por el presidente López Obrador el pasado 5 de Febrero.

Claudia Sheinbaum señala que no hay militarización

Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha señalado que, contrario a los argumentos de militarización por parte de la oposición, la seguridad pública seguirá bajo un mando civil, ya que las decisiones estratégicas serán tomadas por ella como presidenta. “Militarización significa que haya un mando militar que está tomando decisiones, y las decisiones las toma el comandante o comandanta de las Fuerzas Armadas. Es un poder civil”, afirmó.

Además, Sheinbaum ha destacado que la reforma permitirá una mayor coordinación y eficiencia en las operaciones de seguridad, al integrar a la Guardia Nacional con las capacidades logísticas y operativas del Ejército. Según la presidenta electa, esta medida no solo fortalecerá la institución, sino que también garantizará una respuesta más efectiva a las amenazas de seguridad que enfrenta el país.

De acuerdo a la reforma aprobada, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, dependiente del Ejecutivo, será la encargada de diseñar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, la cual será aplicada por la Guardia Nacional mediante una coordinación con los demás cuerpos de seguridad.