12/06/2024 (Ciudad de México). En Venezuela, en su programa de radio, el presidente Nicolás Maduro habló en términos muy optimistas sobre las próximas elecciones generales a realizarse el 28 de julio. Afirmó que está convencido del triunfo popular de la coalición de izquierda que plantea la reelección, enfatizó que lo que viene para Venezuela será un proceso de mayor fortalecimiento del poder comunal y de la democracia participativa y protagónica del pueblo.

Maduro tuvo que asumir la conducción del proceso bolivariano de transformaciones a la muerte de Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013. Conocedor de su destino fatal por el cáncer, Chávez se decidió por el militante socialista en octubre de 2012, cuando lo designó vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, dejando como presidente de la Asamblea Nacional (Congreso) de Venezuela al otro dirigente destacado, Diosdado Cabello. Luego Maduro refrendó la sucesión ganando en forma ajustada las elecciones presidenciales del 2013.

Precisamente en su programa radial, Maduro recordó que, durante la gestión chavista, se forjó el “Plan de la Patria”, nombre coloquial con que se conoce el “Plan Sexenal de Desarrollo Económico y Social”, cuya segunda versión de 2013-2019 fue la que aplicó su gobierno para afrontar las unilaterales sanciones impuestas por los Estados Unidos y Europa.

El pilar de la economía estatal, asentada en los sectores estratégicos como son Hidrocarburos y Minería, así como el pilar de la economía social, e incluso el pilar de la economía privada, permitieron resistir el embate injerencista sin que el país se hundiera. “Venezuela se sobrepuso y siguió adelante en un mundo que es cada vez menos unipolar, en el que ya no es la voluntad de Washington, o de Londres, que se impone” afirmó el mandatario.

La inserción internacional de Venezuela en la economía mundial nunca pudo ser bloqueada del todo, debido a los acuerdos comerciales alternativos de Caracas con países como Irán, Turquía, Indonesia, China, Rusia, Bielorrusia, India o Sudáfrica. Esta es la diferencia con Cuba, en cuya economía interna el bloqueo estadounidense sí causa impacto directo.

Las sanciones, que en una primera etapa de las administraciones de Barack Obama con su “Ley de defensa de los derechos humanos y la sociedad civil en Venezuela” y Donald Trump, tuvieron efectos recesivos en la economía y originaron una escalada de precios que parecía mostrar la caída del proceso bolivariano. Comenzó a mejorar la situación en la transición a la administración de Joseph Biden, cuyas prioridades eran el sureste de Europa, Oriente Medio y China. Finalmente, el 25 de febrero de 2022, al comenzar la invasión de Rusia a Ucrania se llegó al punto de quiebre en las sanciones, aprovechada por el gobierno venezolano para mejorar la situación.

Hacia adelante, en lo que asegura será la continuidad de un “proceso invencible por el acompañamiento del pueblo”, el presidente/candidato pone énfasis en el financiamiento de proyectos productivos en las comunas (barrios populares) para construir el socialismo desde lo territorial, como fue el proyecto de nación de Hugo Chávez.

Falta todavía mes y medio para las elecciones presidenciales y se agudizan algunos conflictos sociales, como las huelgas de hambre de reclusos y reclusas en varias cárceles del país. En respuesta a las denuncias de malos manejos, Maduro decidió nombrar al diputado Julio García Zerpa, como nuevo encargado de política penitenciaria y derechos humanos. Es previsible que habrá más conflictividad con el objetivo de desgastar al gobierno.

Comenzó también la “guerra de encuestas”. El periódico caraqueño “El Universal”, de una línea ideológica de centroderecha, publicó un estudio estadístico elaborado por la consultora IdeaDatos, que otorgó un 56% de respaldo a Maduro, candidato del “Gran Polo Patriótico Simón Bolívar”, ubicando en segundo lugar a Edmundo Gonzáles Urrutia, candidato de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), con el 23%. Medios internacionales como Infobae y el periódico español “El País” entraron de lleno a esta lucha política, difundiendo supuestas encuestas en las que el oficialismo sería derrotado.