Marco Rubio, nominado a secretario de Estado de Estados Unidos, enfatizó la necesidad de una cooperación estrecha con México para abordar los desafíos en común.
16/01/2025 (Ciudad de México). La relación entre México y Estados Unidos está próxima a entrar en una nueva fase de colaboración en materia de seguridad compartida una vez que el presidente electo, Donald Trump, asuma el cargo el próximo lunes 20 de enero. Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado su compromiso de trabajar conjuntamente con el gobierno estadounidense para enfrentar desafíos comunes, como el narcotráfico, el trasiego de armas y la migración, siempre bajo el principio de respeto a la soberanía nacional.
Esta postura se reafirma luego de las declaraciones de Marco Rubio, nominado a secretario de Estado de Estados Unidos, quien en su audiencia de confirmación ante el Senado enfatizó la necesidad de una cooperación estrecha con México para abordar los desafíos en común. Sin embargo, Rubio no descartó la posibilidad de utilizar medidas militares para imponer su presencia en México, lo que abiertamente se puede calificar de intervencionismo y que ha sido rechazada por el Gobierno de México.
De acuerdo al próximo Secretario de Estado de Trump, los cárteles mexicanos operan con un gran nivel de sofisticación y deben ser considerados “terroristas por naturaleza”, pero advirtió que incluso esta clasificación resultaría imperfecta, por lo que quedará a discreción de Trump mientras se trabaja estrechamente con el Gobierno de Claudia Sheinbaum para atender el tema.
México es un país soberano: Sheinbaum
En respuesta, la presidenta Sheinbaum acogió positivamente las declaraciones de Rubio, destacando dos aspectos clave: la prioridad de la colaboración entre ambos países y el respeto mutuo a la soberanía. “Le tomamos la palabra, esperamos las condiciones para un diálogo al más alto nivel”, afirmó la mandataria, subrayando la disposición de México para entablar conversaciones que fortalezcan la relación bilateral en temas de seguridad.
Además, Sheinbaum desechó la idea de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y coincidió con Rubio en que esta designación tiene implicaciones significativas que podrían complicar la colaboración entre ambos países, por lo que se mostró dispuesta a iniciar el diálogo en materia de seguridad una vez que entré la nueva administración a la Casa Blanca.
“Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar. México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismos”, ha destacado la presidenta en todo momento.
Sin embargo, la idea de una intervención militar en México sí ha encontrado eco en la oposición al actual Gobierno Federal. Líderes partidistas como el panista Marko Cortés han hecho público su respaldo para actuar en consonancia con las políticas hostiles propuestas por Donald Trump. Según este bando político, la intervención militar estadounidense podría ser una solución efectiva para enfrentar a los cárteles y reducir la violencia que aqueja al país desde 2007.
Por estas posturas, la presidenta Sheinbaum consideró que celebrar el intervencionismo en México es una acto de traición y los conminó a leer la historia de México “si van a buscar afuera el apoyo” y no el pueblo de México. En este sentido, recordó que en las elecciones de 2024, el proyecto de la Cuarta Transformación tuvo un respaldo abrumador, mientras que los partidos de oposición se quedaron muy por debajo en la preferencia popular.