02/12/2024 (Ciudad de México). Luego de las amenazas arancelarias de Trump hacia México y Canadá, estos dos países han tenido reacciones distintas que han contrapuesto sus puntos de vista. Mientras la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió enérgicamente defendiendo la importancia del T-MEC como herramienta para el desarrollo económico conjunto y reiteró que no aceptará presiones unilaterales, funcionarios canadienses han buscado minimizar la importancia de México dentro de dicha relación.
Por su parte, el primer ministro Justin Trudeau ha adoptado por un enfoque diplomático, intentando minimizar el impacto de las amenazas arancelarias. Recientemente, Trudeau sostuvo conversaciones con Trump en busca de soluciones, destacando las profundas conexiones económicas entre ambos países. Sin embargo, funcionarias como Chrystia Freeland, viceministra de Canadá, ha advertido sobre los riesgos de una guerra comercial que podría derivar en la pérdida de miles de empleos en su país y dañar las industrias clave de ambos lados de la frontera.
La polémica ha salpicado también a México. Aunque Trudeau ha intentado separar las problemáticas de ambos países, algunos críticos canadienses han intentado desvincularse del país latinoamericano, lo que ha generado fricciones en la relación trilateral.
Para Canadá, este amago de Trump recuerda a la estrategia durante su primer mandato, cuando impuso aranceles del 20% sobre su acero y aluminio, lo que desencadenó una breve guerra comercial entre ambos países que sólo se detuvo gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá en 2019.
Pese a este antecedente, Doug Ford, primer ministro provincial de Ontario, sugirió que México debería ser excluido del tratado debido a su postura sobre aranceles a vehículos eléctricos y otras políticas comerciales. Estas declaraciones fueron vistas por el gobierno mexicano como provocadoras y poco constructivas para la región.
La postura de México
A estos comentarios se sumó el hecho por Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, quien afirmó que durante la reciente reunión entre Trump y Trudeau, el candiense hizo notar al magnate que su frontera en común “es muy diferente a la mexicana”. De acuerdo a la funcionaria, en la frontera norte de Estados Unidos “prácticamente” no hay tráfico de fentanilo y si bien reconoció que hay decomisos, advirtió que estos son por droga de uso personal y no de narcotráfico, y enfatizó que el 99.8% del fentanilo incautado en Estados Unidos proviene de México.
Por esta nueva declaración, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que México no va a caer en la “provocación de qué país es mejor” y reiteró que “a México se le respeta”, en especial por sus socios comerciales. Además, precisó que si bien las problemáticas en ambos países son distintas, Canadá también enfrenta un grave consumo de fentanilo entre su población, similar a la de Estados Unidos. Por el contrario, si bien en México existen adicciones, el nivel es muy bajo y “no tiene que ver con este problema de consumo de fentanilo en Estados Unidos y Canadá”.
Además, destacó que los diferentes señalamientos de otros políticos canadienses se enmarcan en el contexto electoral que está próximo a comenzar en aquel país, por lo que exhorto a no usar a México como parte de sus campañas electorales y señaló que cada país debe atender sus propios problemas internos, ya que en temas de comercio, los tres países se complementan y benefician mutuamente.