“Las mujeres ya estamos en la Constitución”, afirma Claudia Sheinbaum durante la firma del decreto para garantizar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres y el combate contra la violencia feminicida.
15/11/2024 (Ciudad de México). En busca de consolidar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó el decreto que garantiza los derechos de éstas en la Constitución Política. La normativa, que aparecerá en el Diario Oficial de la Federación (DOF), modifica siete artículos de la Constitución: 4, 21, 41, 73, 116, 122 y 123 para garantizar la igualdad en el acceso a derechos y oportunidades para todas las mujeres.
En su conjunto, estas modificaciones constitucionales consagran el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, por lo que se establece la perspectiva de género en la seguridad pública y en el actuar de los juzgadores, así como la obligatoriedad de crear fiscalías especializadas en delitos de violencia hacia las mujeres.
Además, asegura en las leyes laborales la erradicación de la brecha salarial entre mujeres y hombres en todos los sectores de la sociedad y amplía la paridad de género a todos los niveles de la administración pública, garantizando la igualdad en el acceso a cargos y decisiones gubernamentales.
Tras la firma del decreto, la presidenta Sheinbaum destacó que “las mujeres ya estamos en la Constitución, nuestros derechos están garantizados” y señaló que este avance no sólo representa la certeza de los derechos educativos, laborales y de la salud, sino un reconocimiento de la desigualdad histórica que han enfrentado las mujeres “y que por lo tanto tienen que ser abiertos todos los espacios para poder resolver esa desigualdad”.
Creación de la Secretaría de las Mujeres
Como parte del compromiso con la igualdad de género se ha creado la Secretaría de las Mujeres que sustituye al Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES). Esta nueva dependencia, encabezada por la ex senadora Citlalli Hernández, tiene como objetivos principales promover la igualdad sustantiva, la perspectiva de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres. Además, se contempla el desarrollo de un Sistema Nacional de Cuidados para aliviar la carga histórica que han asumido las mujeres en las tareas de cuidado de menores, personas enfermas y adultos mayores.
Junto a este sistema, la presidenta Sheinbaum también ha anunciado un nuevo apoyo económico a mujeres de entre 60 a 64 años bajo el programa Pensión Mujeres Bienestar. Este programa ofrece un apoyo económico bimestral de tres mil pesos, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y autonomía económica. Actualmente, el registro para este apoyo se realiza en los módulos de la Secretaría de Bienestar y los primeros pagos comenzarán a entregarse a partir de enero de 2025.
La lucha por los derechos de las mujeres
México ha sido escenario de una intensa lucha por los derechos de las mujeres en las últimas décadas, desde la conquista del voto en 1953 hasta la reciente ola de manifestaciones feministas que han inundado las calles en los últimos años contra la violencia feminicida. Sin embargo, a pesar de los progresos, las desigualdades y las violencias de género siguen siendo un problema grave y extendido.
Claudia Sheinbaum, la primera mujer en convertirse en presidenta en la historia de México, se ha distinguido por impulsar políticas progresistas en materia de género, incluyendo la creación de programas de apoyo para mujeres víctimas de violencia y la recuperación de la memoria histórica de las que lucharon por la libertad y los derechos del pueblo de México.
En este contexto, el decreto firmado por la mandataria pretende no sólo garantizar la igualdad formal en la legislación, sino también impulsar cambios estructurales que permitan una transformación real en la vida cotidiana de millones de mexicanas. Este paso es visto como una respuesta directa a las demandas del movimiento feminista, que ha señalado la necesidad de una mayor voluntad política para enfrentar las profundas brechas de género en el país. Sin embargo, grupos feministas también han señalado que la eficacia de estas nuevas medidas dependerá, en gran medida, de la voluntad de los gobiernos locales y de la capacidad del Estado para establecer mecanismos eficaces de monitoreo y cumplimiento.