22/10/2024 (Ciudad de México). En Rusia, en la ciudad de Kazán, se inició la Reunión Cumbre de los BRICS, con la participación de presidentes o cancilleres de los países fundadores (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de otros 31 países. Estará también presente el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, que ha tenido un sencillo razonamiento para participar: al haber sido elegido para dirigir a la ONU, no puede ignorar la existencia y la importancia de un bloque de naciones como el que se reúne en esta ocasión.
El anfitrión Vladimir Putin no disimula su júbilo por concretar la reunión de más alto nivel celebrada en territorio ruso desde la “Conferencia de Yalta” de febrero de 1945, cuando Iosif Stalin por la Unión Soviética (Rusia formaba parte de ella), Franklin Roosevelt por Estados Unidos y Winston Churchil por el Reino Unido, sesentaron alrededor de una mesa para dividirse el control de Europa, tras la derrota de Hitler en la segunda guerra mundial.
Hoy son otros tiempos y otras guerras. La reunión de Kazán, que se prolongaráhasta el jueves, estará dominada por la situación de la guerra de Ucrania, donde Rusia sigue logrando avances territoriales a un enorme costo en vidas humanas, y la de la guerra en Medio Oriente, donde Israel continúa devastando la Franja de Gaza, así como su invasión de Líbano, al mismo tiempo que es golpeado en su propio territorio por misiles lanzados desde Irán, algo inimaginable hace una década.
Sin embargo, no es el interés de conformar una entente militar lo que une a los BRICS, aunque en conjunto aparezcan distantes de quienes están por detrás de Volodimir Zelenski y Benjamín Netanyahu, como son los gobiernos que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En realidad, la motivación principal de los BRICS es conformar un bloque de economías emergentes cada vez más desarrolladas, para disputar el control financiero y la gobernanza del mundo. Va en línea con este objetivo el lema paraesta cumbre: “Fortalecer el multilateralismo para un desarrollo mundial equitativo y la seguridad”.
Es indudable que los BRICS constituyen un espacio contrahegemónico. Cada vez más naciones del denominado Sur Global, observan este espacio con mucha expectativa, al punto que aumenta el número de países que quieren sumarse. En agosto de 2023, durante la reunión cumbre de Sudáfrica, ya se incorporaron Arabia Saudí, Etiopía, Egipto, Irán y Emiratos Árabes Unidos. Ahora han presentado sus solicitudes de admisión Argelia, Afganistán, Bangladesh, Bahréin, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Senegal, Siria, Sudán, Tailandia, Túnez, Turquía, Venezuela y Zimbawue. Se da por descontado que, en esta ocasión, los BRICS incorporarán más países, bajo la nueva categoría de “Estados Socios”.
Sólo considerando el Producto Interno Bruto conjunto de los cinco países cuyas iniciales forman el acrónimo BRICS, el Bloque ya superó al otro grupo de siete países (G-7) liderados por el capitalismo estadounidense. En efecto, BRICS representa el 37,4% del Producto Interno Bruto Global, mientras que G-7 alcanza al 29,3%. Y en cuanto a población, BRICS representa el 40% del total mundial y G-7 apenas el 10%.
Sin embargo, precisamente por no tener tanta población, cuando se hace el cálculo del PIB per cápita los países del G-7 siguen muy por encima. Recordemos que este selecto grupo lo conforman Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Canadá, Francia e Italia.
Aunque hay una abierta competencia económica financiera, que se expresa en ya no seguir utilizando el dólar como equivalente general de las transacciones internacionales, en la reunión de Kazán no se creará una moneda común de los BRICS. Pero sí se avanzará en un sistema de pagos conjunto, hacia la desdolarización. También se consolidará el “Nuevo Banco de Desarrollo”, dirigido por la ex presidenta del Brasil, Dilma Roussef, para hacerlo cada vez más accesible a los países del bloque, muy diferente en sus objetivos y metodologías de financiamiento al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional.