23/07/2024 (Ciudad de México). En Beijing, por invitación del gobierno de China, se reunieron los representantes de las organizaciones palestinas Al Fatah, Yihad Islámica, Hamás, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP). 

Acordaron en un manifiesto dejar atrás sus diferencias y forjar la unidad nacional para trabajar conjuntamente por establecer un Estado de Palestina independiente, con la ciudad de Jerusalén del Este como su capital. 

Es un triunfo de la diplomacia china acoger esta reunión de conciliación entre facciones que, hasta hace un año, eran absolutamente irreconciliables. Al Fatah es la organización fundada en 1958 por el líder histórico del pueblo palestino, Yasser Arafat. Se fundó como un movimiento secular, autónomo, nacionalista, antisionista y antiimperialista. Su relación con la izquierda socialista palestina siempre fue de apoyo mutuo, ya que el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), de ideología marxista, asumió la lucha por la autodeterminación nacional palestina como el paso previo a la construcción de una sociedad socialista. 

Al Fatah fue hegemónico en el movimiento del pueblo palestino en el exilio y, luego de conseguida una autonomía territorial limitada en los años noventa (Acuerdos de Oslo), pasó a dominar las nuevas estructuras de gobierno como el Consejo Legislativo Palestino (CLP) y la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Los Acuerdos de Oslo de 1993, fueron largamente negociados por la Casa Blanca, obteniendo la administración demócrata del presidente Bill Clinton un gran logro político de los Estados Unidos, que colocó a la potencia norteamericana como la gran mediadora,que pudo sentar en la misma mesa a Yasser Arafat y a Yitzhak Rabin, que era en ese momento el primer ministro de Israel. 

Rabin, un demócrata liberal convencido de la necesidad de firmar un acuerdo de paz duradero con los palestinos, fue duramente combatido por la ultraderecha en Israel, dirigida por el genocida de hoy, Benjamín Netanyahu. El asesinato del pacifista en 1995, debilitó los acuerdos de paz mientras se potenciaba y llegaba al poder en Israel el sionismo más extremista.

Arafat vivió unos años más, hasta el 2004, intentando mantener el equilibrio con el otro extremismo islamista, que en 1987 había fundado “Hamás” al influjo de la República Islámica de Irán. Hamás era también un movimiento político antisionista y antiimperialista, pero a diferencia de Al Fatah, nunca ha reconocido al Estado de Israel y tiene por objetivo la fundación de un Estado Palestino Islámico, lo que también marca su ideología anticomunista.

Al Fatah preservó el control de uno de los territorios palestinos -Cisjordania- pero Hamás ganó las elecciones en Gaza, que es el otro territorio palestino, el año 2006.Entre un enclave y el otro no hay continuidad territorial, lo que es aprovechado por Israel para incentivar la confrontación dividiendo al movimiento palestino.

Esta confrontación interna llegó al punto del enfrentamiento armado en 2007, cuando los nacionalistas palestinos se hicieron fuertes en Cisjordania y los islamistas palestinos expulsaron a Al Fatah de Gaza. Desde entonces todos los intentos de reconciliación fracasaron. 

Pero ahora, el terrible genocidio israelí en Gaza y las amenazas israelíes de atacar Cisjordania, han conseguido reunificar el movimiento palestino. Y ha sido China el país escogido para nuevamente proclamar el derecho soberano del pueblo a tener un Estado de Palestina, una demanda que cada vez tiene más respaldo en las Naciones Unidas. 

Todas las organizaciones palestinas, en el manifiesto que firmaron en Beijing, también exigen el respeto y la aplicación de la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia. sobre la ilegalidad de la ocupación y de los asentamientos de colonos de Israel en Cisjordania y en Jerusalén del Este.