01/07/2024 (Ciudad de México). ¿Habrá imaginado el presidente Emmanuel Macron, en el cálculo de los posibles escenarios, que la situación al día siguiente de las elecciones legislativas que adelantó, sería este que ahora vive Francia? La dimensión casi catastrófica de su error político, se puede ver en cómo queda su partido llamado “Renacimiento”, de ideología liberal republicana. Muy disminuido su apoyo electoral y con la tercera bancada legislativa del Parlamento, Macron queda en situación muy precaria por el tiempo que resta para la finalización de su mandato, en mayo de 2027.

Macron desató, sin estar debidamente preparado, una carrera electoral de alta intensidad, que llevó a realineamientos tanto de las fuerzas de la izquierda como del centro de la política francesa, ante la irrupción de la extrema derecha del frente “Reagrupamiento Nacional” (RN), que había ganado las elecciones para el Parlamento Europeo hace unas semanas. En una corta campaña electoral, se procedió a elegir a los 577 miembros de la Asamblea Nacional de Francia.

RN, cuya lideresa ideológica es Marine Le Pen, en esta primera vuelta legislativa logró el 33% de votos, incrementando notablemente su bancada, aunque no de forma suficiente para garantizar la elección como primer ministro de su candidato Jordan Bardella, un político joven (tiene 28 años), hijo de inmigrantes italianos, cuyas ideas ultraconservadoras ha declarado se originaron en su rechazo a las grandes movilizaciones de trabajadores, universitarios y migrantes, en los suburbios de las ciudades francesas el año 2005. Bardella tiene un millón de seguidores en TikTok, red social a la que constantemente sube mensajes simples, replicables y fáciles de viralizar, con los que tiende a dividir a la población entre los “patriotas” y los “foráneos”, intentado asociar la migración con el incremento de la criminalidad.

Así ha logrado tener muchos más seguidores que el candidato de la izquierda, actual diputado de la Asamblea Nacional Manuel Bompard (de 38 años), cuya característica es que, al discurso clasista de la izquierda, le ha sumado un planteamiento socialista ecológico, abiertamente contrario al negacionismo climático de la ultraderecha. También manifiesta abiertamente su apoyo a las demandas feministas y antipatriarcales, a las demandas de la diversidad sexual y al respeto a los derechos de los migrantes.

El otro candidato, el actual primer ministro francés, de las filas macronistas, Gabriel Attal (de 35 años) quedó prácticamente fuera de la carrera electoral.

Las izquierdas francesas unificadas, luego de mucho tiempo de andar separadas, en el “Nuevo Frente Popular” (NFP) lograron el 28%, lo que es un importante avance que, en los hechos, polariza la situación con la extrema derecha, que ese era uno de los objetivos al conformarse el NFP. Sus portavoces, inmediatamente se conocieron los resultados de la primera vuelta, emplazaron al macronismo a que se defina: o apoya a la izquierda plural o permite que la ultraderecha consolide un importante espacio de poder.

El liberalismo democrático, con ideología de derecha “socialmente sensible y ecológicamente responsable” como suele repetir Macron, apenas alcanzó el 20% de los votos, que sin embargo le permitirán ser el fiel de la balanza pues, si confluye con la tendencia contraria a la extrema derecha, pueden ser mayoría. El presidente ha lanzado un lineamiento de un “amplio frente republicano para frenar a la extrema derecha”.

El sistema electoral francés es bastante peculiar, porque si en la primera vuelta hay circunscripciones en las que ningún candidato obtuvo el 50% de los votos, siempre que eso represente al menos el 25% de los inscritos en el padrón, entonces se repite la elección en esa circunscripción, pero sólo entre los dos primeros, o eventualmente el tercero y cuarto siempre que hayan conseguido al menos el 12,5% de votos

La segunda vuelta será el 7 de julio, y de inmediato comenzó la campaña, en la que las izquierdas y los demócratas liberales, que por separado obtuvieron más votos que los radicales de derecha, intentarán juntar sus caudales para de esa forma alcanzar la mayoría en la Asamblea Nacional y así evitar la elección de un primer ministro ultraderechista.

La unidad en los hechos de la izquierda con el centro liberal podría estar ya funcionando, con el retiro que anunciaron hoy día varios candidatos de uno u otro signo político para apoyar a quienes resultaron mejor posicionados en las circunscripciones para derrotar a las candidaturas de “Reagrupamiento Nacional”.