Luego de la decisión de la Corte Internacional de Justicia para no imponer medidas cautelares a Ecuador por su asalto a la embajada mexicana en Quito, el Gobierno Federal busca garantizar la protección de los bienes diplomáticos con el apoyo de un tercer país. Esto no significa ningún tipo de diálogo con el país ecuatoriano, pues el conflicto será resuelto en definitiva por la CIJ, confirma Alicia Bárcena.

30/05/2024 (Ciudad de México). Con el objetivo de proteger los bienes mexicanos en Ecuador, esta semana la canciller Alicia Bárcena declaró que ha iniciado conversaciones con Suiza para que este país funja como garante que permita al gobierno mexicano asegurar la protección de los intereses nacionales en el país sudamericano.

Lo anterior, ha aclarado la funcionaria, no significa que se busque diálogo alguno con Ecuador pues esa vía “quedó cancelada tras asalto a nuestra embajada y seguirá en la Corte”.

La búsqueda de este tercer país se da luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó no admitir las medidas cautelares solicitadas por el gobierno mexicano, entre las cuales se encontraba la “protección de la sede diplomática, su propiedad y archivos, evitando toda intromisión en ellos”.

Ante la decisión de la CIJ, Bárcena declaró que se busca que sea un país amigo quien garantice la protección de los bienes mexicanos, la protección de nacionales y, asimismo, para que ayude con el traslado de los bienes personales de los 18 funcionarios que se encontraban en Ecuador y quienes tuvieron que salir de manera intempestiva luego del asaltó a la sede diplomática por parte del gobierno de Daniel Noboa en Ecuador.

La decisión del gobierno mexicano se enmarca en los estipulado en la misma Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, donde en su Artículo 45 se señala que cuando las relaciones diplomáticas entre Estados miembro se ven interrumpidas “el Estado acreditante podrá confiar la protección de sus intereses y de los intereses de sus nacionales a un tercer Estado aceptable para el Estado receptor”.

La repercusión del caso a nivel mundial

A casi dos meses del asalto del cuerpo policiaco ecuatoriano a la Embajada de México en Quito, la crisis diplomática entre ambos países ha cobrado especial relevancia por las repercusiones que podría traer el fallo definitivo de la Corte Internacional de Justicia, máximo órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas.

Del lado mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que la resolución de este caso tiene una relevancia mayor en el ámbito internacional, pues con este juicio se busca asentar un precedente para que nunca más se vuelva a violentar una misión diplomática en el mundo, así como para garantizar el respeto al derecho internacional.

Desde el gobierno ecuatoriano, la postura ha sido minimizar el conflicto diplomático, buscando incluso resolverlo en pláticas informales entre los Jefes de Estado de cada país. Ante la firme postura de México para resolver el conflicto conforme al derecho internacional, el gobierno de Ecuador realizó una contrademanda, afirmando que el gobierno mexicano incumplió el derecho internacional al otorgar asilo político al ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas.

Como respuesta a esta ofensiva legal, el gobierno federal de México afirmó que la condición de asilado político le fue garantizada a Glas conforme los marca la Convención de Asilo Diplomático de 1954, firmada por ambos países, además de señalar que se mantuvo comunicación con el gobierno ecuatoriano para realizar el procedimiento correspondiente.

Actualmente, luego del primer fallo de la CIJ respecto a las medidas cautelares solicitadas por México, el próximo paso en el juicio contra Ecuador corresponde al análisis de fondo por parte de los jueces.

Entre las demandas exigidas por México se encuentran suspender a Ecuador de la ONU mientras no emita una disculpa pública donde reconozca las violaciones cometidas, la reparación integral por el daño sufrido y establecer un precedente para que todo país que actué como Ecuador en el presente caso sea expulsado de la ONU.