27/03/2024 (Ciudad de México). En Caracas, la principal autoridad del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, informó que se cerró el plazo de registro de candidaturas presidenciales y que son trece los candidatos a la presidencia, no existiendo ninguna mujer candidata. Hay un primer grupo con muy bajo nivel de apoyo en encuestas, en el que están los diputados Luis Eduardo Martínez, Juan Carlos Alvarado, Javier Bertucci y José Brito, el humorista Benjamín Rausseo, los ex alcaldes Daniel Ceballos y Claudio Fermín, el abogado Antonio Ecarri y el pastor evangélico Luis Ratti.

La inestable unidad opositora terminó por resquebrajarse en el momento de las definiciones, lo que confirmó que la derecha venezolana no contaba con una estrategia para acordar rápidamente una sola candidatura ante la inhabilitación legal de María Corina Machado. El enorme protagonismo que le dieron a ese liderazgo terminó siendo el Talón de Aquiles de la coalición antichavista. Al filo del plazo –irremediablemente tarde- la señora Machado tomó la decisión de pasar la posta a Corina Yaris, una respetada académica de 80 años de edad.

La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) denunció que le fue bloqueado el acceso informático para inscribir a Corina Yoris, a lo que las autoridades electorales aclararon que en realidad Yoris no disponía de toda la documentación necesaria para su registro, por lo que aceptaron la solicitud de otorgar a la PUD un plazo adicional de 12 horas para que pudieran registrar a otra persona. Pero en ese corto tiempo ya no pudieron ponerse de acuerdo entre todas las fuerzas políticas para el segundo reemplazante. Machado trató de imponer su liderazgo y el de su corriente opositora mayoritaria, inscribiendo al ex diplomático Edmundo Gonzáles Urrutia, afirmando que se trata de “una candidatura provisional”, lo que generó aún más confusión.

Como resultado de estas idas y venidas, el gobernador del Estado de Zulia, Manuel Rosales, un veterano de la política tradicional, decidió inscribirse con su propia organización política, afirmando en una conferencia de prensa: “Ayer (lunes) en la noche hasta los últimos minutos estuvimos insistiendo en la posibilidad de inscribir la candidatura que anteriormente se había escogido (la de Yoris) y no fue posible hacerlo y faltaban pocos minutos cuando tuve que decidir entre irme al Zulia a vivir en la comodidad como gobernador del Estado o salir a darle la cara a Venezuela”.

Este panorama lleno de desencuentros opositores contrasta con la cohesión que está mostrando el gobierno chavista. Dentro de plazo y acompañado por una numerosa marcha de adherentes del frente de las izquierdas “Gran Polo Patriótico Simón Bolívar”, el actual presidente Nicolás Maduro llegó al edificio del CNE, procediendo a inscribir su candidatura que ha terminado potenciada en sus opciones de triunfo.

De esta forma concluyó el proceso de inscripción de candidaturas presidenciales para las elecciones nacionales que se efectuarán el domingo 28 de julio.

Así como en el ajedrez la apertura es un elemento fundamental, ya que las primeras movidas de piezas, lo que los ajedrecistas expertos consideran una “apertura sólida”, permiten obtener ventaja en las posiciones; en tanto que una mala apertura, que suele reflejar una actitud dubitante, genera debilidad que difícilmente será compensada en el transcurso del juego. Si aplicamos esta premisa a la coyuntura electoral venezolana puede decirse que en la fase de apertura –la definición de sus candidaturas- arrancó mucho mejor el oficialismo.