El tiroteo en Maine, al norte de Estados Unidos, se suma a los 565 que han ocurrido sólo en 2023 de acuerdo con la organización Gun Violencia Archive. La regulación del uso de armas sigue siendo un tema espinoso en el ámbito político en un contexto electoral rumbo a las próximas elecciones de 2024. José Eduardo Múzquiz, investigador de la Universidad del Sur de California, advierte que estos actos de violencia continuarán ocurriendo debido a la debilidad legislativa, pero también por conveniencia en campañas electorales.

27/10/2023 (Ciudad de México). Estados Unidos vive nuevamente el azote de la violencia luego de que el miércoles se registró un tiroteo en la ciudad de Lewinston, en el estado norteño de Maine, perpetrado por Robert Card, un soldado perteneciente a las reservas del Ejército, quien abrió fuego en un bar y un boliche.

El resultado de estos dos ataques fueron 18 personas asesinadas y 13 heridas, de acuerdo con informes policiales.

Hasta ahora el sospechoso se encuentra prófugo, mientras que la policía local ha llamado a la población a resguardarse, debido a la peligrosidad de Card, a quien han señalado de tener problemas de salud mental. Este ataque es considerado uno de los más mortíferos desde 2017, cuando ocurrió un tiroteo masivo en un festival de música en Las Vegas.

El jueves el presidente Joe Biden decretó luto nacional y ordenó que las banderas de la Casa Blanca y edificios gubernamentales ondearan a media hasta. Embajadas y consulados de Estados Unidos se sumarán a esta medida, así como dependencias militares y navales, la cual se prolongará hasta la tarde del 30 de octubre.

El mandatario, a través de sus redes sociales, expresó luto por este evento: “Una vez más la nación está de luto por otro tiroteo masivo trágico y sin sentido”.

En este comunicado Biden resaltó que las medidas adoptadas hasta ahora en materia de la compra y venta de armas son insuficientes, por lo que instó a legisladores republicanos a sumarse para aprobar una ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad.

De acuerdo con la organización Gun Violencia Archive, que realiza registros de este tipo de violencia, el tiroteo de Maine se suma a los 565 que han ocurrido en este 2023 en alguna ciudad estadounidense. Se estima que al día ocurren dos tiroteos masivos.

Los congresistas republicanos han sostenido un marcado silencio, aunque el nuevo líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, lamentó el suceso desde El Capitolio.

Sin embargo, el tema de la regulación de armas vuelve a estar en el centro del debate, dado que son los republicanos quienes lideran los esfuerzos para evitar el avance de leyes que frenen el uso de armas en el país vecino.

La permisividad legislativa y el interés de las empresas

José Eduardo Múzquiz, investigador en Ciencia Política de la Universidad del Sur de California, señala en entrevista con De Raíz que hay dos temas conectados sobre la venta de armas y las masacres en Estados Unidos. Por un lado, la legislación permisiva aunada a la relación intrínseca con las empresas que las fabrican, y por otro, la “cultura de armas” entre la población estadounidense.

“La posesión de armas está literalmente en la constitución estadounidense como un derecho. Por otro lado, las empresas que fabrican estas armas tienen un poder político gigante. En Estados Unidos es muy fácil donar a campañas políticas. En teoría hay límites sobre la cantidad que pueden donar las corporaciones, pero por medio de ciertos trucos, como los Comités de Acción Política, pueden ser donaciones ilimitadas”, señala.

Múzquiz cuestiona que hay un panorama de división política que afecta en que avancen las legislaciones ya que “el gobierno está dividido: los demócratas tienen al Senado y la Casa Blanca, mientras que los republicanos tienen la Casa de Representantes. Por más que los demócratas intenten [avanzar] siempre la Casa de Representantes les va a frenar sus iniciativas y no van a llegar al escritorio del presidente Biden”, expresa el investigador a través de vía telefónica.

En junio del año pasado el Congreso aprobó una ley que aumenta el control sobre las armas en el país vecino. Esto luego de la matanza que hubo en Bufalo, Nueva York, que perpetró un joven de 18 años, y de la matanza que se registró en una escuela primaria en Texas, en donde también fue un joven de 18 años quien disparó en contra de estudiantes y profesores.

Múzquiz calificó esa ley de “modesta”, dado que incrementaron los controles para las personas que compran armas (es la población joven quienes más las adquieren) y se destinaron fondos para atender salud mental y temas violencia. Sin embargo, lamentó que no cubrió las aspiraciones de limitar el uso de esos artefactos.  

“En este año el presidente Biden ha hecho comunicados, como el que hizo recientemente por Maine, llamando a los republicanos a pasar una prohibición de los rifles de asalto, al menos unas 20 veces”, externó.

Se acercan elecciones y el tema no es prioridad

Se acercan las elecciones de 2024 y el especialista asegura que no será un tema prioritario, dado que en estados más rurales, algunos gobernados incluso por demócratas, persiste una opinión a favor del uso de armas.

“Un ejemplo muy paradigmático es Bernie Sanders. Él es de un estado muy rural, de Vermont, y está en favor de la posesión de armas. Obviamente de una regulación más sensible, pero está a favor”, señala José Eduardo a De Raíz.  

Agrega que la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) es una de las principales fondeadoras de campañas electorales de ambos partidos, además de tener inmunidad ante la ley, es decir, no pueden ser demandas por las víctimas de esta violencia.

“Parte de lo que estaba proponiendo Biden era que se le retirara esa inmunidad para que las víctimas pudieran demandar. Haciendo cálculos, las empresas que producen armas dicen ‘mejor gasto millones de dólares en campañas [electorales de ambos partidos] a tener que pagar millones de dólares a todas las personas que [han padecido] cada año por esa violencia”, lamenta el investigador.

Estados Unidos es el único país en el mundo que tiene más armas que civiles: por cada 100 estadounidenses hay 120 armas de fuego. Organizaciones estiman que los estadounidenses poseen 46% del arsenal civil mundial.

También concentra más muertes por violencia armada que cualquier otro país desarrollado per cápita.

En marzo de este año el senado aprobó una ley que obligaría a vendedores con y sin licencia a comprobar sus antecedentes federales, y a que los compradores sean investigados a fondo, pero los proyectos están congelados en la Cámara de Representantes.