06/09/2023 (Ciudad de México). Aún no dan las ocho de la mañana y alrededor del World Trade Center los oficinistas ya circulan rumbo a su trabajo. Apresuran el paso. El tráfico es habitual sobre la avenida más larga de la ciudad, Insurgentes. El Metrobús circula desbordado de espíritus estresados rumbo a ‘otro día más’.

En el ala sur de este enorme recinto, antes conocido como el gran hotel de México y en la actualidad un centro de convenciones y exposiciones, se advierte que se ha llegado al epicentro de la noticia, en la esquina de Dakota y Minnesota, en la colonia Nápoles, por la aglomeración de cámaras y periodistas con sus chalecos distintivos.

Es un día relevante para las decisiones de la Cuarta Transformación. Hoy, a las cinco de la tarde, se definirá a la próxima persona que coordinará la defensa del proyecto de la 4T. Nada menor para la política interna de nuestro país.

Quien resulte elegido o elegida disputará las elecciones presidenciales 2024 frente a la derechista rojiazul del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez.

El ambiente que se vive sobre las calles, sin embargo, es de engañosa calma –al menos sin incidentes relevantes o lo que eso signifique en el caos citadino–. “Es temprano, a ver qué tal al rato”, dicen los guardias, “pero es probable que después de medio día ocurra todo”, agregan mientras registran en su cuadernillo números y datos que les piden.

Dentro del WTC se lleva a cabo el conteo de votos de las papeletas que determinarán al aspirante elegido para dar continuidad al proyecto de la 4T, en el salón Olmeca.

De acuerdo con los medios, desde ayer llegaron mil 200 paquetes que contienen las papeletas, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana-CDMX para garantizar la custodia y transparencia en el proceso.

La prensa espera ansiosa, vigilante, no puede darse el lujo de la distracción, porque todo ocurre detrás de las puertas de vidrio en donde sólo se observa el reflejo de los guardias.

Mientras tanto, detrás de las vallas que fueron dispuestas en la entrada para evitar que personas ajenas a Morena ingresen al lugar, los periodistas y camarógrafos se aglomeran, se saludan.

Entre las historias que salen, en medio de un café y el pan –desayuno cotidiano para quienes no gozan del privilegio del tiempo– es que un periodista de agencia pasó la noche en este lugar, para tener la primicia, pero la noche pasó sin mayores ajetreos.

El sorbo de café se interrumpe, porque Mario Delgado, presidente de Morena, salió del recinto para informar –“hora del chacaleo”, gritan por ahí – que se lleva un avance de 90% en el conteo.

El morenista también se refirió a la entrega del bastón de mando y dijo que no sabe si la entrega será en físico o virtual, “eso será una decisión que tome el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

No hay simpatizantes, aún es temprano para tener noticias, aunque no faltan las miradas curiosas de quien circula sobre la calle rumbo al trabajo.

Al cabo de un par de horas aumenta la concentración de personas, aunque la mayoría son prensa y los relevos, quienes se forman para ingresar al centro de exposiciones.

Y es que cada ocho horas se dispuso que se harán los relevos de las personas que vigilarán el conteo, pero la logística para ingresar cambió, por lo que a lo lejos se observa tensión: un grupo de personas se empuja para ingresar al WTC, pero la seguridad de la entrada les niegan el paso bajo el argumento de que “nadie puede pasar sin acreditación”.

Las personas aseguran que su acreditación se hizo ayer, pero los tacharon de la lista. Otros, mientras tanto, hablan al contacto para que baje por ellos y les de su respectivo gafete.

“Yo soy del grupo de Monreal, pero ayer que pasé, dejé mi celular y me tacharon de la lista. Hoy que quiero ingresar no puedo, pero ya le hablé a la chica encargada, para que baje por mí”, cuenta una mujer cuyo nombre quiso resguardar. Al poco rato obtuvo su acreditación y pasó sin objeción de la seguridad.

Otros continúan esperando. A mediodía, dijo Delgado, finaliza el conteo, pero será a las cinco que se den los resultados finales.

Mientras se espera, otros desesperan

A unos pasos del WTC, en un hotel de la Nápoles, el equipo de la “corcholata” Marcelo Ebrard convocó a un mensaje de último momento.

Casi una hora después su equipo arribó a la entrada, para señalar sin proporcionar pruebas a los medios, una serie de incidencias en el proceso interno. El grupo, conformado por Daniel Sibaja, Malú Misher y Jimena Escobedo, se dijeron sorprendidos por las “numerosas incidencias”. Hicieron la denuncia pública “no porque vayamos a perder o ganar, lo estamos diciendo porque somos unos demócratas”, sentenció Daniel Sibaja.

Los voceros del aspirante pusieron en duda los datos recabados en la encuesta principal realizada por Morena, por supuestas afectaciones e irregularidades durante su realización, lo que derivó en la anulación de algunas urnas.

Un par de horas después, Ebrard convocó en el mismo lugar, a los medios. Para entonces, ya no había amigos entre la prensa, sino fieras dispuestas a cazar la primicia.

En su mensaje, el aspirante solicitó a Morena la reposición del procedimiento interno dado que, según él junto a su equipo, detectaron al menos 14.4% de urnas canceladas de 236 por presuntas irregularidades.

El tiempo avanza, en medio de esas declaraciones. Los medios aumentan. El conteo sigue y no será sino hasta las cinco, según los informes, que se den a conocer los resultados fínales.